Xperia Play
El veredicto de Eurogamer.
La interfaz Android
Durante todo el análisis hemos hablado casi en exclusiva de las capacidades del Xperia Play para los videojuegos, y es fácil olvidar que, ante todo, es un dispositivo de telecomunicaciones - pese a la publicidad que se le ha dado como el "PlayStation Phone".
Gracias a la inclusión de Android 2.3 - también conocido como Gingerbread - el Xperia Play está a la vanguardia del sistema operativo móvil de Google. Al igual que otros fabricantes rivales, como HTC o Samsung, Sony Ericsson ha optado por "vestir" el sistema operativo con su propia interfaz. Los resultados son razonablemente positivos, aunque se quedan por detrás de la intuitiva y bonita interfaz Sense UI de HTC.
Como todos los dispositivos Android, el Xperia Play es muy personalizable. Puedes reajustar la disposición de las cinco pantallas de inicio a tu gusto, y varios widgets en tiempo real te mantienen al día de diferentes aspecto - ya sea tu timeline de Twitter o las últimas noticias. Además, Android dispone de una tienda de aplicaciones en la que ahora hay más de 200.000 descargas, muchas de las cuales son juegos.
El crecimiento año tras año de Android es asombroso, y a medida que crece el número de usuarios también lo hace el número de desarrolladores. Este hecho evita que el Xperia Play sufra el mismo error que N-Gage, ya que su contenido no depende únicamente del éxito de este modelo, y el flujo de aplicaciones y juegos está garantizado para el futuro. El futuro de Android es de color rosa, y el Xperia Play se beneficiará de él.
Pero Android también tiene sus defectos. Quizás por ser una pieza de software tan versátil, es habitual ver al menos un cierre de aplicación forzado cada día, a veces incluso más. Comparado con el sólido iPhone, Android a veces parece poco fiable, aunque también tiene el atractivo de ser una plataforma abierta. En una batalla que recuerda a la de las consolas de 16 bits a principios de los 90, Android e iOS tienen sus ventajas e incovenientes, y aunque luchen entre ellos la verdad es que el resto del mercado está ahí para alimentarse de sus sobras.
Usando el Xperia Play
Tras muchos meses de rumores y especulaciones, era casi inevitable que el "PlayStation Phone" no estuviese a la altura de lo esperado. Al fin y al cabo, esto no es una PSP2, y nunca ha intentado serlo. Hay elementos decepcionantes en el Xperia Play: su tosco diseño, la pantalla o la forma fragmentada en que se presentan los juegos. Claramente hay aspectos a mejorar en una eventual revisión futura.
Sin embargo, mirar al futuro no quita lo que tenemos en el presente. El Xperia Play puede tener sus fallos, pero como plataforma que fusiona telecomunicaciones y juegos es de las mejores que hemos visto hasta ahora. Los controles físicos son fantásticos, y la mera idea de jugar a Final Fantasy VII o Gran Turismo en nuestro móvil es suficiente como para ilusionarnos como a niños. Si a esto le añadimos el hecho de tener casi tres décadas de historia del videojuego gracias al repositorio de emuladores disponible en el Android Market, al final lo que tenemos es un paraiso móvil jugable.
Lo mejor del Xperia Play, al contrario que la PSPgo o la 3DS, es que siempre estará a tu lado, porque se convierte en el núcleo de tu estilo de vida. Es el tipo de objeto que miras que esté en tu bolsillo cuando sales de casa, igual que tus llaves. Ese es el elemento que ha ayudado tanto al éxito de los juegos en el iPhone, y hay muchas posibilidades de que también se beneficie de ello el último móvil de Sony Ericsson.
El Xperia Play merece ser un éxito - aunque solo sea para demostrar que la interfaz física sigue siendo relevante para los jugadores actuales, en un mundo en el que Angry Birds acumula millones de descargas en pocos días. La incógnita es si Sony Ericsson tendrá la capacidad y determinación para hacerlo realidad. Si la compañía consigue asegurar un flujo de juegos de la época de los 32 bits de la PlayStation y anima a los desarrolladores a hacer juegos exclusivos que aprovechen los controles del Xperia Play, hay un buen número de posibilidades de que consigan evitar el triste destino que aguardó al igualmente esperado N-Gage de Nokia hace unos años.