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You're in the Movies

Con una peli hecha por nosotros dentro del análisis.

You’re in the movies se enmarca en este nuevo movimiento de Microsoft por tener una oferta de juegos sociales, de esos para toda la familia. Junto con Lips y Scene It! han logrado recortar la ventaja que Sony les tenía en este mercado con SingStar, Buzz y EyeToy.

Lo bueno de You’re in the movies es que viene ya con Xbox Live Vision, la cámara para la 360, y que la podrás utilizar para cualquier otra aplicación que la requiera. Por tanto, si estabas pensando comprártela quizás estés ante una buena oportunidad.

La filosofía del juego es tan simple como, sobre el papel, interesante: convertirte en protagonista de películas. Hay una lista de unos 30 filmes, y cada uno tiene su argumento y temática. Podemos encontrarnos desde una película de superhéroes a otras de suspense o una comedia romántica.

El siguiente paso es indicar cuánta gente va a participar en nuestro rodaje casero. Puede que sólo estés tu –situación deprimente donde las haya- o puedes aliarte con hasta tres personas más. Si no consigues reunir cuatro personas, unos actores profesionales reemplazarán los papeles vacíos. Intenta que no pase, porque pierde toda la gracia. Llama al abuelo para que participe, si es necesario.

Desde ese punto el juego planteará una serie de minijuegos, muy EyeToy, en los que el protagonista es la imagen de nosotros que la cámara está proyectando dentro de la TV. La temática es diversa y no son nada complejos; dale golpes a una serie de sacos, aparta avispas, corre para que no te pille un toro… y no te creas que demasiados más. El número de estos juegos es claramente corto y es inaceptable que en cinco o seis rodajes distintos tengamos que jugar, una y otra vez, a los mismos. Y no es que sean especialmente divertidos, más bien al contrario. Lo bueno que tiene es que en la mayoría de ellos, por lo menos, haces ejercicio. Que para quemar el turrón ya va bien.

También hay unas cuantas pruebas en las que se requiere que improvises. “Pon cara de asustado”, “pavonéate” o “hazte el confundido” son algunas de las situaciones que te hacen interpretar. Como habrás imaginado tanto lo que hagas en los minijuegos como lo que hagas en esas improvisaciones se va grabando. Y, al final, tras cuatro rondas que se hacen demasiado largas (si un rodaje durase 10 minutos en vez de 30 todo ganaría mucho dinamismo), el juego monta un tráiler. Utiliza escenas ya filmadas, con efectos especiales bastante de serie B, que tienen su gracia, y los mezcla con el material que le acabas de proporcionar. El resultado vendría a ser algo así:

El increíble reparto: Pep Sànchez (el rubio), Xavi Robles (chaqueta amarilla), Eduardo Villuendas (el alto) y Ramón Nafria (el afro).

Hay que reconocer que el resultado final es gracioso. Si no lo es para vosotros os diré que, para nosotros, sí. Y esta es la gracia. Cuando vimos el resultado final nos echamos unas buenas risas, y eso es lo que cuenta. Además, puedes mandar el resultado por mail. Mola. El problema principal llega cuando el juego ni siquiera te deja participar. Si las condiciones de luz no son óptimas, si el fondo no es muy plano y si el color de tu ropa no es muy chillón… despídete de una experiencia más o menos fluida. Y, a ver, reunir todas esas características es difícil. Lo normal será que estés en una habitacioncilla pequeña, de noche y con poca luz y llena de humo. Y más cosas pero no viene a cuento. Porque, veamos, no te vas a reunir con tus coleguillas a las 12 del mediodía para jugar a esto.

¿Qué problemas nos encontramos? Pues que los personajes, como se puede apreciar en el vídeo, a veces tienen partes de su cuerpo transparentes. O que no detecta bien qué es fondo y qué es persona. Y sí, la experiencia se arruina de forma bastante molesta.

En definitiva, You’re in the Movies es un juego divertido para sacarlo muy de vez en cuando en las fiestas. Los rodajes son demasiado largos, con que durasen 10 minutos cada uno ya hubiese sido suficiente –ya que mientras los otros graban tu tienes que quedarte con los brazos cruzados-. Tiene, también, problemas técnicos muy graves que fastidian una barbaridad. Pero si reúnes las condiciones lumínicas suficientes y un buen grupo de amigos… sí, da aquello que promete. Unas cuantas risas y el hacerte sentir como un actor de película. Aunque sea de serie B.

5 / 10

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