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YouTube y los videojuegos: la polémica con las notificaciones de copyright y los strikes

Os explicamos cómo funciona la gestión de derechos y empezamos un breve debate.

Esta semana hemos visto cómo algunos creadores de contenido en YouTube han empezado a recibir notificaciones de varias compañías de videojuegos que les pedían que retirasen sus vídeos o que dejasen de monetizarlos. YouTube ha empezado a generalizar su herramienta Content ID, que escanea canales en busca de coincidencias, y esto ha generado varios enfados y muchas dudas. Con este texto pretendemos explicaros qué está pasando y empezar un debate.

YouTube tiene unas políticas sobre copyright que cambian demasiado y muy poco claras.

Empecemos con un poco de terminología. YouTube tiene dos formas de castigar a los creadores; una, la menos grave, son las "notificaciones de copyright", o las coincidencias de contenido. YouTube emplea una herramienta que se llama Content ID y que escanea periódicamente todos los vídeos para detectar si contienen material protegido. Es decir, identifica si hay música que se está utilizando inadecuadamente o películas que no deben estar en sus sitema, por ejemplo. Imaginemos que Shakira pone su último videoclip en YouTube; ella tiene la opción de colgarlo y de quedarse con todo el dinero que genere en anuncios. El problema es que mucha gente se lo descargará y lo subirá en sus canales, y muchos de ellos elegirán la opción de monetizarlo, y entonces estarán generando dinero con una obra que no es suya -y, claro, impidiendo que el vídeo original genere esos ingresos.

Shakira -o sus representantes legales- pueden, entonces, seguir varios caminos. Uno es permitir que su vídeoclip esté en otros canales pero que todos los anuncios que aparezcan en ellos los monetice la propia Shakira. Otra es pedir que se elimine el vídeo. La persona que ha recibido esta notificación podrá, entonces, reconocer que la reclamación de Shakira es legítima y podrá reconocer el contenido de terceros; dejará de monetizarlo y ya está: todo sigue adelante sin consecuencias.

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Esto es, básicamente, lo que está sucediendo ahora mismo con algunos de los canales de videojuegos más importantes del mundo. YouTube ha empezado a aplicar el Content ID a las Multi Channel Networks y han empezado a salir notificaciones como setas. Pero ¿por qué? ¿A qué youtuber se le ocurriría colgar un videoclip de Shakira? Evidentemente este no es el caso. El problema casi siempre suele venir de la música de los propios juegos -o de las voces de las cinemáticas-, que a veces está protegida. En nuestro canal de Eurogamer tuvimos una sorpresita de estas con uno de los primeros vídeos que subimos, un gameplay a la demo de NBA 2K13, porque de fondo había música de Jay-Z.

Antes de seguir con este debate, aclaremos la forma más agresiva que tiene YouTube de penalizar a los canales: los strikes. Esto es como en el béisbol, con tres estás fuera y te cierran la paradita, y hasta siempre. Las empresas que quieran poner un strike deben pasar por un procedimiento algo tedioso, no es automático, y son reclamaciones manuales sobre contenido. Por ejemplo, imaginemos que EA nos ha enviado de viaje para probar un DLC de Battlefield y nos dice que no podemos publicar nada sobre él hasta el 10 de enero. Si nosotros nos saltamos ese embargo y publicamos un vídeo unos días antes antes entonces un abogado de EA denunciará nuestro vídeo, a mano, y le dirá a YouTube que lo retire. Y nos caerá un strike. Al no estar automatizados se suelen aplicar en casos como las rupturas de embargos o infracciones flagrantes, pero hay empresas, como hemos visto recientemente, que abusan de esta herramienta y que la utilizan para silencar a críticos que no hablan bien de sus productos. Lo peor de todo es que con un solo strike YouTube ya te elimina la posibilidad de hacer varias cosas, como emisiones en directo, y tu canal queda tan mermado que es casi mejor abandonarlo y empezar otro. La única forma de eliminar los strikes es esperando seis meses sin recibir ninguno más -y aprobando un curioso cuestionario llamado Copyright School- o negociando directamente, de manera personal, con el que te lo ha impuesto. Es decir que si EA nos ha puesto un strike nuestra mejor opción sería escribirles, explicarles qué ha pasado, decirles que no lo haremos más y cruzar los dedos para que lleguemos a un acuerdo.

Los que subimos contenido a YouTube ¿somos piratas o estamos ayudando a las empresas a que sus juegos sean más conocidos?

Todo esto es más o menos así; quizás haya alguna imprecisión, pero es que el propio YouTube es bastante impreciso al respecto, y no es una ciencia exacta.

Pero sigamos con el debate que nos interesa, el que está relacionado con los videojuegos. Muchas empresas adoran que subamos contenido de sus juegos, pero otras, por alguna razón, no lo quieren. Valve ha dicho recientemente que da permiso a todo el mundo para que suba vídeos sobre sus juegos -al igual que Activision, EA, Ubisoft... te dejan hasta ponerles publicidad y que te la quedes, pero no que hagas pagar al usuario directamente para que los vea-, pero Nintendo o Bungie no lo permiten. ¿Nadie se ha preguntado por qué no hay demasiados gameplays de Halo en YouTube? Pues porque cuando los subías no te dejaban monetizarlos. Los youtubers lo ven así: "¿te hago publicidad de tus juegos y encima te quedas tu con el dinero? Pues entonces no voy a estar horas y horas hablando y promocionado tus productos, generando y editando contenido entretenido". Algunas compañías, por el contrario, piensan esto: "Mi producto es mío, y no solo el disfrute que sacas de él jugándolo. También el arte y los ingresos derivados de mis personajes. Si generas dinero con mi juego es porque me he gastado un pastón en marketing para que sea conocido. Mis personajes, mi música... todo lo que derive de ellos será para mi". Pero entonces si quien pasa a monetizar tu vídeo es la compañía, ¿qué derecho tiene ella a quedarse con el 100%? En esos vídeos también sale la voz del youtuber, y su edición. ¿Es justo? Hace poco el youtuber GhostRobo decía que en las últimas semanas le habían reclamado el 30% de sus vídeos. Esto implica dejar de ganar mucho dinero -mucho dinero para alguien que solo se dedica a esto, claro.

Son dos visiones enfrentadas y las dos tienen parte de razón. La cuestión aquí es que hoy en día, tal y como está YouTube, los creadores más famosos ya no necesitan de juegos concretos para generar audiencia: da igual de qué juego hablen mientras lo que digan sea entretenido y genere interés. En este sentido las compañías tienen más que perder que los propios youtubers, que pueden utilizar cualquier otro juego similar que les deje monetizar sus vídeos. Ellos seguirán gananado dinero pero las compañías verán como la repercusión de sus juegos disminuye exponencialmente y, en cambio, crece la de la competencia. El caso de Microsoft y Halo es flagrante, y prácticamente una de las razones por las que su multijugador frenó en seco su fama. Otras compañías, por el contrario, ven los vídeos en YouTube de sus juegos como la mejor herramienta de marketing posible. Es el caso de Call of Duty o el de Minecraft, que han alcanzado una fama espectacular en parte gracias a que han permitido y apoyado a los creadores de vídeo.

Es cierto que hay algunos creadores que generan mucho dinero en YouTube, pero el 99% no consigue suficiente ni para pagar un sueldo. Para vivir de YouTube hay que generar una barbaridad de visitas

Hay muchos más matices y regulaciones en marcha. Las networks, que son redes que representan y protegen a algunos creadores, también tendrán algo que decir en los próximos meses. Pero no entremos tan a fondo, todavía. La cuestión es, ¿Qué pasará a partir de ahora? YouTube debe ser más transparente -porque, además, mucha de la documentación al respecto no está ni en castellano. Hoy en día cada compañía tiene sus políticas, y es prácticamente imposible subir un vídeo y estar seguro al cien por cien de que no te dará problemas. Tienes que buscar en los foros y en las páginas oficiales de cada distribuidora y desarrolladora para ver si han colgado algún mensaje que te autorice a utilizar sus juegos en YouTube -para gameplays, Let's Play, etc-. Si te cae una notificación o un strike, entonces tendrás que reclamarlo y citar esa misma página para que Google te lo retire. Tampoco hay ninguna seguridad de que extiendan los tentáculos del Content ID y de que en un futuro también analicen las imágenes a fondo y directamente te eliminen los vídeos sobre sus juegos. Y todo esto será retroactivo: puede que, de golpe, nos quiten 100 o 200 vídeos y entonces, evidentemente, este negocio ya no será sostenible. Algunas empresas como Capcom o Ubisoft ya están empezando a ayudar a los youtubers, pero es insuficiente. No puede ser que un creador de contenido esté en un constante estado de pánico. Si sigue así, muchos se pasarán a Twitch o a Ustream.

Os guste o no YouTube ya es una parte fundamental del mundo de los videojuegos. El contenido que vemos ahí no suele ser informativo, como el que podéis leer en estas webs, sino que más bien es entretenimiento; también ha servido para que en webs como la nuestra podamos seguir hablando de los juegos una vez hemos publicado los análisis, y para que nos conozcáis un poco mejor. Con las aguas tan revueltas estamos a la espera de ver qué pasa y por dónde irán los tiros: más le vale a Google encontrar alguna solución, porque a la que se empiecen a ir los creadores más importantes ya no habrá marcha atrás.

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