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Análisis de Zone of the Enders: The 2nd Runner M∀RS

M∀RS y mejor.

Eurogamer.es - Recomendado sello
M∀RS mejora notablemente las remasterizaciones previas de ZoE 2 y recupera las virtudes del lanzamiento original.

Las remasterizaciones de Silent Hill para la pasada generación son conocidas por su mala ejecución, pero a veces olvidamos que las reediciones para PS3 y Xbox 360 de Zone of the Enders sufrieron un destino similar. La versión de PS3 recibió un parche que arreglaba gran parte de los problemas, pero en general no se puede decir que fuese un trabajo a la altura de la obra original. Konami se ha animado una vez más a recuperar uno de los juegos de culto de su catálogo, esta vez con mejor fortuna.

Zone of the Enders: The 2nd Runner M∀RS remasteriza el clásico dirigido por Shuyo Murata y producido por Hideo Kojima, publicado en PS2 en el año 2003. Dingo, un ex-soldado reconvertido en minero, se topa por casualidad con Jehuty, el Orbital Frame (mecha) que manejaba Leo Stenbuck en la primera entrega. Tras un encuentro con Nohman, líder de la despótica organización Bahram, es herido de muerte pero logra sobrevivir gracias a la intervención de la soldado Ken Marinaris. A cambio paga un gran precio: para mantener su soporte vital no puede salir de Jehuty.

Cygames y Konami se han tomado más en serio su trabajo con M∀RS que High Voltage Software con la remasterización anterior. El juego se ve espectacular y en esta ocasión no hay bajadas visibles de framerate, especialmente relevante en un juego donde los frames van atados a la velocidad del juego. No he podido probar qué tal le sientan las 4K, pero sí pude jugarlo en VR y fue una experiencia muy curiosa. Le da un aire de novedad a un título de hace quince años y, al menos en mi caso, no mareaba pese a tener una velocidad frenética en todo momento. Podría haberse mejorado el tema de las cinemáticas, que se ven como una pantalla de cine.

Lo mejor de la remasterización es sin duda poder apreciar aún mejor la traslación de los diseños de Yoji Shinkawa a la pantalla, con unos Orbital Frame definidos a partir de geometrías sencillas con aristas muy marcadas, dando vida a sus trazos. Al igual que pasa con la arquitectura industrial de los escenarios, es indudable el origen de PS2 de los modelados, pero sus formas tan rotundas han aguantado sorprendentemente bien el paso del tiempo gracias a una estética coherente y homogénea.

Sobre el juego en sí, ZoE 2 es un hack and slash que se enfoca hacia la acción vertiginosa. Aprovecha la variedad de armas secundarias para introducir una componente de estrategia que invita a analizar la pantalla en busca de elementos débiles contra los que arremeter. Al principio es fácil priorizar entre enemigos a los que atacar con los disparos telegirigidos y los que merece la pena golpear de cerca, pero a base de añadir acciones posibles y enemigos preparados para contrarrestarlas, el juego va exigiendo al jugador tomar respuestas rápidas para asaltar a los robots enemigos en un entorno infernalmente hostil. The 2nd Runner no se puede entender como espectador; solo como jugador se puede alcanzar a asimilar y dominar el caos creciente en pantalla. Las ráfagas de acción son tan rápidas que muchas veces la cámara es incapaz de seguir el ritmo del personaje.

Es un juego inteligente en sus recursos, que se desarrolla a base de set-pieces cinemáticas que va modificando ligeramente las mecánicas: restringe el movimiento o la vista, se convierte en un puzzle, nos quita herramientas vitales... Dura apenas seis horas, pero tampoco tendría sentido alargarlo mucho más, ya que un ritmo más pausado de gameplay se cargaría la intención original y la historia da para lo que da. El guion es probablemente el apartado que peor ha envejecido del juego, mandándonos de un lado a otro sin lograr que los personajes o la historia sean realmente interesantes.

Dingo es un personaje que encarna todo lo contrario a Leo: solo mira por su propio bien y es muy agresivo en sus conversaciones; con quien sí comparte algo con Solid Snake: repite muchas de las frases que le dicen pasándolas a interrogativa. Esa diferencia con Leo se puede ver también en el estilo de juego, donde solo tenemos que velar por vidas ajenas en un par de misiones, las únicas en las que se nos puntúa.

La historia a ratos parece no avanzar a ningún sitio y en ocasiones requiere conocer el primer juego, que no ha sido remasterizado para la ocasión. No ayuda un doblaje inglés horrible, que pide a gritos una opción de audio dual. Hablando de audio: la banda sonora de Zone of the Enders 2 sigue siendo una maravilla, con un particular cruce entre orquestas y sintetizadores que sigue captura a la perfección la tensión y la velocidad de las escenas de combate.

Para terminar, un comentario que no afecta a la calidad del título pero que me parece feo: los créditos no hacen referencia a los creadores originales del juego. No aparece Kojima, como era de esperar, pero tampoco Murata, Shinkawa ni el resto del equipo responsable del juego de PS2. Una remasterización debería servir para recuperar una obra, conservarla y evitar que se pierda en el tiempo; una mención a los autores debería ser el mínimo exigible.

Zone of the Enders: The 2nd Runner M∀RS mejora notablemente el trabajo de las anteriores remasterizaciones, sobre todo a nivel técnico. Aunque el juego ha envejecido mejor en el gameplay que en su guion, sigue resultando interesante su inventiva a la hora de plantear set-pieces. Le siguen faltando pequeños detalles para ser una edición definitiva e incontestable del clásico, pero añade unos pequeños extras como la VR que pueden hacerlo más atractivo.

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