FIFA 12
No hay nada más peligroso que no arriesgarse.
Para rematar la jugada los gráficos han mejorado ligeramente, la iluminación también y el efecto del césped es más realista, por no hablar de más jugadores que han pasado por el quirófano y ahora se parecen más a los reales y un buen puñado de animaciones extra. Y hay una nueva cámara, algo más baja en algunos campos, que está también estupenda.
Los modos de juego
El modo Carrera de FIFA 12 no es Football Manager, evidentemente, pero sí que cumple con unos mínimos que permiten que tenga suficiente entidad como para que nos enganchemos como bestias. Ahora todos los jugadores tienen su foto real al lado, los menús son claros y bien presentados -y la música una delicia- con toda la información bien recogida, titulares de prensa y un montón de ránkings y tablas muy claritas que te tienen informado de qué está pasando por ahí. Ya sea como entrenador, entrenador-jugador o jugador tienes que ir construyendo una plantilla a base de buen juego y talonario. Puedes enviar a ojeadores a que investiguen qué jugadores podrían irte bien, cuidar a los jóvenes para que vayan progresando, gestionar la moral de la plantilla -quejicas, ¡con lo que cobráis...!- y fichar. Esto último está especialmente bien llevado en la clausura del mercado de fichajes, donde la tensión se acumula cuando ves que esa oferta que parecía irrechazable quizás no lo sea tanto y las horas se van escapando. La forma en la que lanzas ofertas o rechazas tratos también es dinámica y fácil de entender. Los precios de mercado y los presupuestos dan lugar a situaciones bastante realistas.
Siempre ha sido gratis, pero Ultimate Team llegaba en forma de parche unos cuantos meses después del lanzamiento. En FIFA 12 lo tienes de inicio y podrás seguir con esas partidas de cartas que tanto éxito han tenido entre la comunidad. No es el póker, pero hay muchos ases. Redoble de tambores.
Online también hay novedades jugosísimas, aunque por desgracia y como suele suceder cuando publicamos análisis antes de la fecha de salida los servidores están vacíos. Pero hay, por ejemplo, un perfil al que le vas sumando puntos de experiencia con todo lo que haces. De rebote, si has elegido un equipo favorito al que apoyar, puedes ayudarlo a subir en la clasificación global y demostrar que tu afición es la mejor. Y esto es independiente de con quien juegues; puedes ser del Mallorca pero ganar partidos con el Arsenal, que los puntos van al Mallorca. O sea que cada partido que hagas, en realidad, cuenta para algo.
También existen unos cuantos retos, al estilo de los que vimos en el estupendo juego del Mundial, y una modalidad de 10 temporadas a diez partidos cada una en la que tienes que intentar ir subiendo de disivión para competir, cada vez, contra mejores rivales.
FIFA ha cambiado. Y tú, como jugador, también lo harás. Puede que te cueste algo de tiempo pero poco a poco tus dedos se moverán más rápido, tu campo de visión se ampliará y tu cerebro funcionará a más revoluciones. Sentirás de nuevo esa electricidad, todo tendrá tanto sentido que la sensación de plenitud que te invadirá será fantástica. Guardiola dijo en su presentación como entrenador del Barça que "perdonaré que no acierten, pero no que no se esfuercen". EA ha sido valiente, y vaya si se ha esforzado. Nos trae el FIFA más radicalmente distinto, y también más realista, de toda la generación. Han hecho esta apuesta con el convencimiento de que, aunque al principio pueden recibir críticas, están haciendo lo correcto. Y, aunque también les hubiésemos perdonado, han acertado. Eso más las mejoras en el modo Carrera, el Ultimate Team y las nuevas posibilidades online lo convierten, sin lugar a dudas, en el mejor juego de fútbol que existe.