Gatling Gears
Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta.
Antes de comenzar, aclaro que el subtítulo no corresponde al profesor Jirafales dopado, sino que pretende ser la onomatopeya correspondiente al sonido que más escucharemos en el juego de Vanguard Games que nos ocupa.
Nos encontramos con un shooter de corte clásico, con su vista perpendicular, sus enemigos a mansalva, power-ups, etc. La mecánica es la misma que la del glorioso Super Smash TV de la no menos gloriosa Super Nintendo, aunque contamos con ejemplos bastante más recientes, como el Dead Nation de PS3 (que podéis obtener gratuitamente gracias al estropicio en la PSN) o el Killzone Liberation de PSP, que fue programado por algunos de los tipos que ahora nos traen este Gatling Gears.
La historia -elemento secundario como mínimo- no es más que una excusa para ponernos a los mandos de un mecha (en mis tiempos eran "robores") y matar a todo bicho/mecha viviente/construido a lo largo de cinco mapas divididos a su vez en treinta misiones. No esperéis variedad en las misiones, esto es un arcade clásico y el objetivo es arrasar con todo.
El control de nuestro mecha es extremadamente sencillo y satisfactorio. Con el stick izquierdo nos movemos y con el derecho dirigimos hacia donde disparar la gatling, que vendría a ser el arma principal. Otros dos botones más se unen para utilizar las armas secundarias y otro más para un ataque devastador que limpia la pantalla. Sólo eso y nada más, que dijo el poeta.
Las armas que utilizamos a lo largo de la partida son tres: gatling, misiles y granadas. Todas tienen munición ilimitada, pero con dos pegas en el caso de las dos últimas: la cantidad y el tiempo de recarga. Esto no se aplica a la gatling, que dispone de munición infinita, por lo que podemos ir todo el camino disparando si así nos lo pide el cuerpo. Sin embargo, con las otras dos debemos ser un poco más cuidadosos. Disponemos de seis misiles y tres granadas. Como he dicho, ninguna se acaba, pero sí que debemos esperar un tiempo de recarga (poco) para los primeros y algo más para las segundas.
Para darle algo de vidilla a las armas contamos con las mejoras que podemos comprar en la tienda pirata. Son cuatro categorías en total -una por cada arma, más un aumento de vida- con cuatro mejoras por cada una. Adquirir estas armas es tan fácil como en Estados Unidos: simplemente hay que comprarlas. La moneda de cambio son unos lingotes de oro que algún despistado millonario ha dejado a lo largo y ancho del mundo.
Las mejoras resultan absolutamente básicas para imponer tu ley, ya que los enemigos serán cada vez más duros y numerosos y necesitarás un armamento acorde. En este sentido está muy bien equilibrado e incluye la opción de visitar de nuevo los mapas pasados para recoger los lingotes que te hayas dejado y de paso ganar experiencia. Además, la gatling, no llega nunca a alcanzar una longitud/amplitud excesiva, lo que garantiza que sigas teniendo que entrar en el "cuerpo a cuerpo" para acabar con tus enemigos.
Además de lo dicho, contamos con la inestimable ayuda de los power-ups, que
potencian muy notablemente la capacidad ofensiva y defensiva de nuestro robot. Éstos no aparecen aleatoriamente, así que cuando encontréis uno id amarrándoos los machos porque se acerca una buena oleada de gente cabreada. A título personal os digo que es de lo que más he disfrutado: el poder de estos efímeros boost es tan devastador que hará que disfrutéis como enanos.