Killzone 3
Lo que todos estaban pidiendo.
Es en ese trayecto en el que empezamos a ver todos esos añadidos de los que hablaba al principio. En ese afán de satisfacer a todos parece como si Guerrilla hubiese hecho una lista y empezado a tachar cosas a hacer: pantalla de sigilo, pantalla de francotirador, pantalla de conducción, jetpacks, pantalla con metralletas estáticas, pantalla con naves... y lo mismo con los escenarios: selva, ártico, espacio, ciudades, chatarrería.
¿Y cuál es el problema cuando se quiere abarcar mucho? Que se aprieta poco. Guerrilla consigue hacerlo todo bien, porque estos tipos son buenos hasta decir basta, pero te quedas con la sensación de que se ha perdido épica. Hay pocos momentos verdaderamente memorables, y tanto cambio acaba por hacerte sentir en un mar de clichés que diluyen esa fuerza que sí alcanzó la matrícula de honor en la segunda parte.
Esa sensación, sin embargo, la tienes cuando acaba el juego, tras un abrupto y flojo final, y cuando rebobinas todo lo visto en tu cabeza, pero no tanto cuando estás en harina. Es evidente que esta saga tiene demasiadas cosas buenas como para decepcionarte. Los gráficos y el estilo artístico, por ejemplo, vuelven a ser de lo mejor que veremos en esta generación. Guerrilla asegura que utilizan, por fin, el 100% de la potencia de la PS3, y no tenemos motivos para dudarlo. No solo son sublimes los escenarios –hay miles de detalles en los que fijarse, y cada uno con una personalidad marcada-, también los enemigos y sus animaciones, la detección de impactos y el gore, los bichazos gigantes (hay menos de los que esperábamos, eso sí) o las distintas armas, que siguen siendo tan contundentes como siempre y con la ventaja de que ahora se controlan mucho más suave. La controversia con los controles no es tal; todo sigue pareciendo pesado, pero lo que antes casi molestaba ahora sale más natural.
Killzone 3 también presenta varias novedades en el multijugador. La principal es quizás el modo cooperativo, que por desgracia no puede jugarse online y es en local y pantalla partida vertical. Casi siempre vamos con algún compañero de la IA, y entrar en este modo no modifica prácticamente en nada la experiencia; es decir, no hay secciones pensadas especialmente para esta funcionalidad. En todo caso, mejor tenerlo que quedarnos sin él.