APB
Bienvenido a San Paro.
En el aspecto técnico, los gráficos cumplen su cometido y están un pelín por encima de la media de los MMO, sin llegar a la exhuberancia de Age of Conan. El aspecto sonoro viene marcado por el acuerdo entre Realtime Worlds y Last.fm, con lo que escucharemos la música que queramos y sin necesidad de salir al escritorio, mientras que el resto de efectos sonoros son puramente anecdóticos. El código de red todavía debería depurarse un poco, ya que se nota cierto retraso al dirigir los vehículos lo cual merma enormemente la habilidad de conducción de uno.
Las sensaciones que genera APB, aún con todavía mucho por ver, son positivas. Primero porque se lo ve un producto pulido y mimado por sus creadores, pero también por ofrecer un sistema de juego prácticamente único y, en general, una temática nunca vista en el género de los masivos. Sus modos competitivos, el PvP y las posibilidades sociales resultan un soplo de aire fresco tras el estancamiento del género después de WoW. Con los meses que quedan de beta veremos qué contenido de alto nivel incorporarán, qué posibilidades se abrirán y si realmente saciará a los jugadores hardcore y a los grandes clanes o se quedará en un producto 100% casual para pasar el rato.
Personalmente tengo dudas sobre cómo expandir un sistema de juego basado en conducir y disparar, o cómo aportarle variedad a largo plazo, pero los chicos de Realtime Worlds están haciendo un buen trabajo, están publicitando bien su juego y dándolo a conocer, lo que junto a la ausencia de cuotas mensuales seguro garantizará una buena base de jugadores desde su salida. Veremos si se convierte en uno de los grandes o se queda en otro bluff —y ya van...— con muy buenas ideas.