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Apple Game Center

La pesadilla de Nintendo y Sony.

Apple presentó hace escasamente 24 horas la próxima versión del iPhoneOS, el sistema operativo de sus dispositivos móviles, en un evento que generó bastante expectación en páginas y foros especializados. Y aunque hoy todo el mundo habla de multitarea en el iPhone, la mayoría del público parece ignorar que en menos de dos minutos la empresa dirigida por Steve Jobs soltó un pequeño gran bombazo: Apple se ha marcado como objetivo el sector del videojuego. Ya no hay marcha atrás. Están aquí para quedarse.

Hubo un momento de la presentación en el que se mostró una gráfica con tres barras, que representaban el número de videojuegos disponibles para PSP, DS e iPhone. La consola de Sony tenía 2.477, la de Nintendo 4.321, y los dispositivos de Apple... 50.700. Una diferencia abismal que pone de manifiesto la importancia que han adquirido el iPhone y el iPod Touch como plataformas de videojuegos. Obviamente soy consciente de que gran cantidad de esos títulos tienen una calidad más bien discutible (más todavía si los vemos desde el prisma del jugador hardcore, incapaz de entender o aceptar que pequeños juegos como Flight Control o Trism pueden ser tan o más divertidos que muchos títulos de Xbox 360 o PS3), pero existe una realidad innegable: las cifras de ventas de software lúdico en la App Store son salvajes y las consolas portátiles tradicionales ya no son las reinas del sector... aunque Sony y Nintendo parecen no haberse dado cuenta de ello.

Apple no tiene consola propia, claro (y pese a que muchos fans de Steve Jobs les gustaría tener una, dudo mucho que tras la experiencia con Pippin en los 90 en Cupertino vuelvan a adentrarse en ese pantanoso sector de hardware), aunque el iPhone, el iPod Touch o el iPad ya podrían considerarse como una. Pero hay una carencia básica: no hay comunidad, ni tampoco se ha hecho un paso al frente para apostar por el multijugador online, pilar fundamental del videojuego en el siglo XXI. Sin ello, las plataformas de Apple no dejan de ser un móvil más, un montón de juegos independientes sin una entidad que los aglutine y les de una identidad común.

La presentación de Game Center.

Ahí es donde entra en juego Game Center, que bien podría calificarse como el Xbox Live de Apple. Una red social para videojuegos que ofrecerá un sencillo sistema de mensajería para invitar a nuestros amigos a jugar una partidas, un sistema de matchmaking para encontrar adversarios con un nivel de habilidad similar al nuestro, tablas de clasificaciones y récords y uno de los grandes inventos de la actual generación de consolas, los logros/trofeos. Sencillo y sin estridencias: ofrece todas y cada una de las características imprescindibles que se le podrían pedir a un sistema de este tipo (y obviamente esto no es más que el principio, porque Apple lo irá mejorando a medida que pase el tiempo).

No es, eso sí, la primera vez que se intenta: Nokia ya hizo sus pinitos con Ngage (no la consola, sino el software para Symbian publicado después), aunque lo abandonó pronto, no gozó de popularidad entre los creadores de videojuegos y nunca dedicó el suficiente esfuerzo como para asegurar su éxito. La situación de Game Center es diferente, porque nace en pleno apogeo de la App Store (un logro sin precedentes) y con el apoyo asegurado de miles de programadores y pequeñas desarrolladoras.