Castlevania: Lords of Shadow
Vampire Killer.
Tras superar las más de 20 horas de juego que atesora este Castlevania: Lords of Shadow uno se da cuenta de la gran importancia que tiene este título creado por el estudio madrileño Mercury Steam. En primer lugar para la propia saga, la cual ya empezaba a palidecer como un zombie tras años de títulos irregulares y una mecánica estancada. También es importante para Konami, la compañía nipona necesitaba urgentemente otra gran franquicia en activo que compartiera la carga de su nombre mítico junto al espía con ciática. Para la industria española del ocio electrónico la publicación de este título supone un punto y aparte total, al fin dejaremos de ser el país de Commandos. Pero lo más importante, para el jugador Castlevania: Lords of Shadow es uno de los mayores exponentes de uno de los géneros más prolíficos de esta generación de consolas, los juegos de acción hack and slash.
He de reconocer que cuando asistí al anuncio del por aquel entonces "Lords of Shadow" durante la Games Convention de Leipzig en verano de 2008 no me llamó mucho la atención. En aquel momento todo el mundo comentaba lo importante que era que un estudio español se pusiera a las órdenes de Konami, se rumoreaba que ese nuevo juego era misteriosamente parecido a lo que podría ser un Castlevania en tres dimensiones. Todavía no estaba confirmado que aquel título acabaría convirtiéndose en el renacer de la mítica serie, pero sí que se podía notar cierta inquietud alrededor de aquel proyecto.
Castlevania siempre ha sido una saga resistente al cambio. Salvo alguna excepción como Lament of Innocence, salir de sus encorsetadas dos dimensiones nunca le sentó nada bien, y por si esto fuera poco la sombra del sobrevalorado Symphony of the Night era alargadísima y acabó convirtiendo la saga en una retahíla de intentos por intentar emular el éxito del primer Castlevania dirigido por Koji Igarashi.
Es quizás por este motivo que en Mercury Steam han decidido hacer borrón y cuenta nueva a la hora de abordar esta nueva entrega. Sin ir más lejos la trama argumental se situá más atrás que nunca y por lo tanto vendría a actuar como una precuela de todo lo que ha acontecido a lo largo de los más de 30 títulos de esta leyenda que a punto está de celebrar su 25 aniversario. Así, Gabriel Belmont es el gran protagonista de esta aventura y puedo deciros que hace honor a tan ilustre apellido. No os daré muchos detalles sobre la historia ya que esta se va desvelando poco a poco a lo largo de los diez capítulos de los que consta el juego, pero lo que sí que os puedo decir es que la forma como se va desentrañando os atrapará, sobre todo si sois fans de la saga. Gabriel es un hombre de fe -es de los que llorarían de emoción con el final de Lost-, una suerte de caballero templario que en el año 1047 se ve obligado a emprender una gran misión en busca de la salvación de su esposa, todo ello en viaje de final incierto que le llevará a plantearse sus creencias y su devoción casi esclava hacia su Dios misericordioso.
Lo que sí que puedo avanzaros es que durante este viaje se cruzarán en su camino multitud de personajes secundarios que harán avanzar la historia hasta llegar a uno de los finales más WTF que un servidor recuerda. Los personajes secundarios destilan carisma y he aquí una de las primeras muestras del gran trabajo realizado por el estudio de San Sebastián de lo Reyes. Salvo un protagonista que peca de ser un poco plano por el hecho de ser el típico santurrón obcecado con su misión, el resto del reparto brilla con luz propia y está dotado de una gran fuerza, no tan solo como personajes sino también en lo que se refiere a su diseño artístico. Desde los Señores de las Sombras a los que hace alusión el título hasta el más pequeño e insignificante de los enemigos -ahora me viene a la cabeza el ya mítico Chupacabras- derrocha personalidad y mucha imaginación.