Costume Quest
Hello-win.
Hay infinidad de estudios dedicados a la creación de videojuegos, pero muy pocos destilan el mismo nivel de carisma (o awesomidad, como dirían algunos) que Double Fine. El equipo liderado por Tim Schafer se estrenó en 2005 con lo que ya puede definirse como una auténtica obra de culto, Psychonauts, y el año pasado publicó Brütal Legend, una cachonda oda al mundo del heavy metal mejorable a nivel jugable pero rebosante de personalidad por los cuatro costados.
Tras probar suerte con lo que podían considerarse superproducciones que acarreaban varios años de desarrollo y presupuestos considerables, ahora planean hacer videojuegos más simples, pero manteniendo las señas de identidad de sus anteriores trabajos: originalidad, humor y diversión. El primer producto resultante de esa nueva dirección es Costume Quest, un juego descargable para Xbox 360 y PlayStation 3 que se ambienta en una de las fiestas populares más conocidas de Estados Unidos, la noche de Halloween, que se celebra el 31 de octubre. El resultado es un juego simple pero entretenido, que se adapta a la perfección a esa filosofía de diversión inmediata y excelente relación calidad-precio que caracteriza a este tipo de títulos.
En Costume Quest podemos escoger entre dos personajes, los hermanos mellizos Reynold y Wren, justo antes de que se aventuren en su primer Halloween en un nuevo barrio. El problema es que al llamar a la segunda puerta y preguntar el mítico "truco o trato" un pequeño ogro rapta a nuestro hermano confundiéndolo con un caramelo parlante. Tras descubrir que un ejército de monstruos dirigido por una misteriosa bruja está robando los caramelos de todas las casas y temiendo la ira de nuestros padres nos embarcamos en una aventura con el fin de rescatar a nuestro hermano/a (dependiendo de quién hayamos escogido como protagonista al principio del juego). Las pinceladas de humor son constantes, los diálogos achispados y, en general, se nota muchísimo ese toque especial por el que es conocido Double Fine.
La jugabilidad de Costume Quest puede desglosarse en tres apartados principales: exploración, combates y coleccionables. A lo largo de tres escenarios (el barrio de Auburn Pines, el centro comercial de Autumn Haven y el carnaval de Fall Valley) debemos ir recolectando caramelos, jugando al "truco o trato" y buscando los materiales con los que construir los diferentes disfraces, con los que obtenemos habilidades que permitirán acceder a zonas bloqueadas del mapeado. Todos estos lugares están plagados de personajes con los que mantener breves conversaciones, misiones secundarias que cumplir (con las que obtener más caramelos y puntos de experiencia), amigos a los que reclutar y enemigos a los que vencer. La extensión de los escenarios no es demasiado grande y la complejidad para memorizarlos mínima, razón por la cual la (comprensible) ausencia de un mapa con el que guiarnos no molesta lo más mínimo.