Astral Chain: el exclusivo de Switch que lleva a Platinum Games en una nueva dirección
El análisis de Digital Foundry.
Han pasado más de diez años desde que Platinum Games publicase su primer proyecto, y desde entonces el estudio afincado en Osaka ha definido y redefinido los juegos de acción con brillantes títulos como Bayonetta, Vanquish o Metal Gear Rising: Revengeance. Sin embargo, tenemos la sensación de que la compañía quiere llevar su personal estilo a nuevas direcciones: Nier Automata ofreció brillantes resultados y Astral Chain es el siguiente paso en su evolución.
Uniendo su reconocible acción arcade con exploración, investigación, narrativa y rompecabezas, Astral Chain destaca como uno de los proyectos más ambiciosos de Platinum hasta la fecha. También es un juego que resulta difícil describir. Como cabría esperar el combate tiene un papel significativo, pero en esta ocasión el enfoque de la experiencia se ha ampliado. Ha sido descrito como un 'juego de acción sinergética', una terminología que hace referencia a la cadena astral del título, la cual enlaza al personaje del jugador con un ente denominado Legion, una mecánica que tiene influencia en prácticamente todos los aspectos jugables. Desde el combate a la investigación, hasta incluso en el mero hecho de moverse por el mundo, el enlace entre el jugador y su Legion es vital.
En su núcleo Astral Chain es la visión de Platinum de un mundo tipo cyberpunk, influenciado por los diseños de clásicos del género como Ghost in the Shell o Appleseed. El mundo está formado por calles llenas de charcos y callejuelas destrozadas, así como el limpísimo Neuron HQ y la dimensión alternativa de la cual surge el principal peligro al que nos enfrentamos. Astral Chain utiliza la tecnología interna de Platinum, con el objetivo de sacar el máximo partido tanto del hardware de Switch como del fantástico diseño artístico.
Incluso la secuencia de introducción en la moto es una buena muestra de lo bien que trabajan las actuales técnicas de iluminación y post-proceso al combinarse con una buena dirección de arte. Lo que aquí tenemos es un túnel relativamente simple y el uso de mapeados cúbicos, motion blur por pixel y destellos de lente, por no mencionar una buena combinación de partículas y modelado. No hay nada revolucionario, pero la composición de todos estos elementos crea algo sorprendentemente bello. Es un ejemplo de buen arte y habilidad en el desarrollo por encima de todo lo demás.
Dicho esto, hay algunos efectos visuales muy interesantes teniendo en cuenta la limitada potencia en la GPU con la que trabaja Platinum. La implementación de profundidad de campo, por ejemplo, es un inteligente intento de simular bokeh de cámara de forma cinemática, y hay sutil motion blur aplicado a los objetos en movimiento que otorga un peso adicional a las animaciones. Los efectos de partículas son sorprendentemente ricos y detallados, mientras que el cielo y el uso del color resulta fantástico. Creo que es más atractivo que el técnicamente superior Nier: Automata, un juego que a veces parecía menos pulido de lo que debería.
Este nivel gráfico requiere algunos compromisos, desde luego, siendo el principal la reducción de los 60FPS tradicionales de los juegos de Platinum a tan solo 30FPS. Pese a duplicar el tiempo disponible para renderizar cada frame, el estudio busca maximizar el resultado visual, y eso empieza con la resolución nativa. A diferencia de los ports de Bayonetta, Astral Chain puede superar la resolución 720p al jugar en el modo dock. Sin embargo, en esta ocasión el equipo de desarrollo ha optado por el uso de resolución dinámica para estabilizar el rendimiento.
En el modo dock la resolución oscila normalmente entre 720p y 900p, alcanzando una media de 810p. A esto se une una solución de anti-aliasing por post-proceso, haciendo que la imagen sea un poquito más nítida pero también algo más oscura. Considerando el hardware, en cualquier caso, la calidad general de la imagen es lo suficientemente buena y desde luego mejor que la de Bayonetta.
Como era de esperar, el modo portátil tiene 720p como tope y, de forma similar al modo dock, utiliza escalado dinámico de resolución, pero aquí encontramos una gran diferencia que produce una situación que no habíamos visto nunca antes en Switch y que funciona bastante bien. En el modo portátil el juego funciona sin ningún tipo de anti-aliasing y cuando la resolución cae por debajo de 720p se escala hacia arriba sin filtrado lineal, lo cual produce bordes desiguales en los pixeles. En las capturas de imagen y en vídeo no luce del todo bien, pero en la pantalla de Switch es casi imposible de apreciar. ¿El resultado? El juego se ve realmente nítido cuando juegas en el modo portátil y la presentación es sin duda mejor que cuando juegas en un televisor grande.
El rendimiento es importante en los juegos de acción, así que la pregunta es si este enfoque de Platinum produce un frame-rate consistente. Afortunadamente los resultados son, por lo general, bastante sólidos y Astral Chain mantiene los 30FPS en la mayoría de situaciones. Las escenas de exploración se mueven casi siempre perfectas y al correr por el escenario el rendimiento es estable. En combate, la situación es más variable; aunque buena parte del tiempo se alcanza el objetivo de 30FPS estables, no es perfecto. El frame-rate puede caer por debajo de los 30FPS, pero el impacto en la fluidez no es demasiado grande. La reducción de resolución en el modo portátil es bastante efectiva, y gracias a ello la experiencia general es muy, muy similar a la que tienes con la consola conectada al dock.
En general Astral Chain es un lanzaminento excelente para Switch, aunque tengo una queja inesperada. Por razones desconocidas, no hay compatibilidad con sonido surround. En mi sistema 7.1 el juego solo envía sonido a los canales izquierdo y derecho, dejando en silencio al resto de altavoces. Este no es el primer juego de Switch que se comporta así, pero sigue siendo extraño. En el lado positivo tenemos que el sonido es excelente y que la banda sonora es fantástica.
Hablando en términos globales, he disfrutado mucho con Astral Chain. La calidad de imagen no es del todo puntera, pero los gráficos son a menudo bellos y el diseño del mundo es atractivo. Tiene una atmósfera única que es distinta de la mayoría de juegos de Platinum, y eso me ha gustado mucho. Más allá de la presentación, el juego es muy adictivo. Aunque el combate sigue siendo tan sólido como siempre y tiene un giro fabuloso, es la progresión general lo que más me ha fascinado. Es una experiencia lenta comparada con el típico juego de acción de Platinum, pero la exploración y los rompecabezas añaden muchísima variedad a la fórmula.
Empezaba este artículo diciendo que es bastante difícil definir a Astral Chain, pero huelga decir que su estética inspirada en el cyberpunk, su preciosa dirección artística y la acción arcade de Platinum aciertan de pleno. Y hay mucho más que eso: aunque es un juego muy diferente a algo como Deus Ex, hay una sensación similar en la variación de ritmo entre la acción intensa y los momentos tranquilos, y eso, para mi, funciona a la perfección.
Traducción por Josep Maria Sempere.