Comparativa de Uncharted: Legacy of Thieves Collection
Una impresionante mejora.
Cuando Uncharted 4: A Thief's End se mostró por primera vez en el E3 de 2014, Naughty Dog presentó un alucinante tráiler en el que se mostraba a Nathan Drake despertando en una playa, con un detalle sin precedentes y, además, funcionando a 60FPS. Al final esos 60FPS se quedaron por el camino, excepto en el modo multijugador, pero 30FPS eran suficientes teniendo en cuenta la calidad del juego final. Dicho esto, siempre nos hemos preguntado qué habría sido si eso se hubiese cumplido. Y ahora, gracias a PlayStation 5, podemos verlo funcionando a 60FPS en tiempo real. O a 120FPS, si lo prefieres.
Revisitar Uncharted 4 y el spin-off Lost Legacy - ambos remasterizados para PlayStation 5 - nos recuerda el hito que logró Naughty Dog en la pasada generación. Ambos son juegos ejecutados de forma impresionante con una perfecta fórmula de acción cinemática, ofreciendo fuertes personajes, bellos escenarios y unas set-pieces excepcionales. Durante la generación de PlayStation 4 el estudio demostró una y otra vez que había dominado el equilibrio a la ahora de ofrecer una experiencia atractiva para el jugador con una experiencia cinemática bien definida.
¿Qué ofrece, por lo tanto, la nueva Legacy of Thieves Collection? A la hora de analizar este proyecto no estaba muy seguro de qué esperar: los tráilers no han dejado nunca claro qué mejoras había en los gráficos, más allá de la resolución y el frame-rate. Tras examinar el juego, sin embargo, puedo confirmar que hay algunas mejoras y cambios en la presentación, pero el titular es la inclusión de tres modos diferentes: uno de calidad, uno de rendimiento y uno de rendimiento plus.
Para empezar, el modo calidad renderiza a una resolución fija de 3840x2160 con un objetivo de frame-rate de 30FPS. Este es, como cabría esperar, el modo con la imagen más nítida, pero la ventaja en cantidad de pixeles no es tan significativa como pensaba; el anti-aliasing super-sampling temporal de Naughty Dog es realmente bueno, mientras que la estética con mucho post-procesado no depende tanto de un intrincado detalle a nivel de pixel. ¿El rendimiento? Básicamente es una presentación a 30FPS estables como una roca, con un frame-pacing infalible.
En el modo rendimiento el objetivo es ofrecer 60FPS, con apenas alguna caída ocasional (que ni se nota al jugar). Aquí la resolución es más o menos la misma que en los originales en PlayStation 3, y de hecho también la misma que en The Last of Us: Parte 2, 2560x1440. Básicamente esto ofrece una experiencia similar a la de PlayStation 4 Pro, pero con el doble de frame-rate y solucionando todos los problemas de rendimiento del original. El último modo, rendimiento plus, rebaja la resolución hasta 1080p, pero aumentando de forma bastante destacable el frame-rate hasta 120FPS. Sí, hay una evidente reducción de nitidez en este modo, pero la mejora en el movimiento hace que sea la experiencia Uncharted que encuentro más atractiva. Ofrecer esto a 120FPS estables no es posible, pero las caídas no son demasiado frecuentes y cuando ocurren no son demasiado intrusivas.
Los tres modos tienen sus usos, pero la única decepción en este aspecto es la ausencia de escalado dinámico de resolución. Esto es algo que todavía no hemos visto en ningún juego de Naughty Dog, y que tiene un impacto directo en la resolución de renderizado seleccionada. Creo que PlayStation 5 podría aguantar con resoluciones por encima de 1440p o 1080p en sus respectivos modos, pero no durante todo el juego. Afortunadamente, el TSAA del juego aguanta bien el tipo, pese a que una implementación de DRS habría abierto las puertas a otra opción: un modo fidelidad a 40FPS con la pantalla funcionando a 120Hz, como el que vimos en Ratchet and Clank: Una Dimensión Aparte.
Cada uno de los modos tiene sus propios puntos fuertes, pero la buena noticia es que Naughty Dog también ha mejorado los gráficos, y estos cambios se aplican en los tres modos. Estas mejoras son sutiles fuera de la comparación cara a cara con la anterior versión, pero se agradecen en cualquier caso. Para empezar, la distancia LOD ha aumentado, y en numerosas escenas verás como cosas como la vegetación se dibujan más a lo lejos. El resultado es que verás menos pop-in y una mejora en los niveles de detalle, lo cual es fantástico.
En segundo lugar, hay un cambio en el brillo general y el contraste que me resulta curioso. Básicamente el juego parece tener un contraste más fuerte en PlayStation 5, quizás por cómo la consola interpreta el contenido SDR. No está claro por qué, pero afecta especialmente a las zonas con bloom. La nueva versión tiene, por lo tanto, un color un poco más vibrante que el mismo contenido en PlayStation 4 Pro. También hay sutiles cambios en la forma de sombrear algunos elementos específicos, mientras que algunas texturas parecen mejor definidas. La calidad de las sombras y los reflejos también es mejor en algunas áreas.
Hay algunos cambios en el motion blur. Para empezar, la rotación de blur de la cámara se ha reducido, y al comparar los modos a 30FPS de PlayStation 4 Pro y PlayStation 5 se aprecia que el blur es mucho más exagerado en la anterior generación. A título personal me gustaría una opción para restaurar esto en PlayStation 5, pero sospecho que a la mayoría de gente le gustará más la nueva implementación. Más allá de esto, la propia calidad del blur ha mejorado, con menos artefactos de imagen como consecuencia de ello. Sin embargo, el blur de movimiento no se escala como esperaba con frame-rates muy altos: a 120Hz, por ejemplo, es casi invisible debido a la ausencia de ajustes en la velocidad de obturación.
También es importante apuntar que Lost Legacy exhibe todos los cambios que he mencionado al hablar de Uncharted 4. Las mejoras de LOD son incluso más evidentes debido a la proliferación de grandes escenarios con vegetación, y como consecuencia de ello hay menos pop-in, pese a que por lo demás se sigue viendo de forma parecida.
Otra gran mejora son los tiempos de carga. Estos mejoran de forma espectacular, aunque debe tenerse en cuenta que en una partida larga en la anterior generación no hay casi cortes; se hace streaming de los datos mientras juegas, con lo cual no hay pantallas carga más allá de la inicial o al continuar. Sin embargo, esta reducción de los tiempos de carga muestra una mejora radical al cargar un capítulo o una partida desde el menú. Por ejemplo, una de las cargas tardaba 48 segundos en PlayStation 4 Pro, la cual se reducía a 32 segundos al jugar al juego de PS4 mediante la retrocompatibilidad. ¿La versión nativa de PlayStation 5? Solo 2.4 segundos. El juego simplemente hace un fundido a negro y luego ya estás en la acción. Esto te permite rejugar escenas que has disfrutado anteriormente sin tener que enfrentarte constantemente a pantallas de carga.
Naughty Dog también incluye compatibilidad con sonido 3D y con el mando DualSense. Sobre lo primero, por lo general prefiero jugar con mi equipo de home cinema, y estos dos juegos siempre han tenido una mezcla de sonido con una calidad excepcional que aprovecha a fondo los canales surround y el subwoofer. En PlayStation 5 las nuevas características de sonido 3D están diseñadas, como suele ser habitual, para usuarios de auriculares o, en menor medida, para los altavoces del televisor, con el objetivo de ofrecer experiencias similares a las surround a un público que no tiene acceso a un equipo con múltiples altavoces.
El resultado es impresionante: las bajas frecuencias brillan y hay una genuina sensación de tridimensionalidad en el sonido. La secuencia de introducción de Uncharted: Lost Legacy es uno de los mejores ejemplos, con los sonidos de la guerra de fondo contrastando con el sonido cercano. El tiroteo en el mercado es otra gran secuencia, y los sonidos de los disparos y de los objetos rompiéndose son muy convincentes. Básicamente, Naughty Dog ha logrado trasladar la mezcla surround original a los altavoces, y funciona muy bien. El juego no estaba diseñado para esto, así que es otro buen ejemplo de lo que se puede conseguir con una buena adaptación.
La funciones con el DualSense, en cambio, son menos emocionantes. Al capturar los vídeos para la comparativa cambié entre un mando y otro para probar secuencias idénticas. Al volver a la versión de la anterior generación me quedó claro que la implementación del DualSense tenía un efecto positivo en el juego, pero aunque vale la pena no es que se pueda decir que es precisamente un game changer. Ahora, eso sí, incluso moverse arriba y abajo en el menú tiene una respuesta asociada en el mando, lo cual es un buen detalle.
No puedo evitar pensar que Naughty Dog podría haber desbloqueado el frame-rate en el código existente de PlayStation 4 Pro y haber ofrecido una experiencia a 1440p60 estable, de forma parecida a cómo funcionaba el parche para PlayStation 5 de The Last of Us Parte 2, y gran parte del público ya habría tenido suficiente. Sin embargo, esta actualización de diez euros ofrece varios modos, mejoras gráficas y cargas mucho mejores. Como coleccionista de videojuegos en formato físico, además, me alegra ver que ahora tenemos una versión completa de ambos juegos, parcheada y mejorada. Es una situación parecida a cuando tienes una película que te gusta mucho en Blu-ray y decides comprarte también la versión en Blu-ray 4K UHD. He disfrutado mucho volviendo a estos juegos, en definitiva, y ahora tengo ganas de ver cómo resultan todas estas mejoras en la colección remasterizada cuando esta llegue a PC en los próximos meses.
Traducción por Josep Maria Sempere.