Análisis de la nueva Xbox 360
Digital Foundry destripa el modelo recién anunciado.
Tal y como esperábamos, y como se filtró por internet, Microsoft acabó revelando un modelo slim de Xbox 360 el pasado lunes.
Durante la conferencia previa al E3 al final se han hecho públicos los detalles: tiene un aspecto parecido al mármol, en color negro y con acabados cromados, aumenta la capacidad del disco duro de los 120GB del modelo Elite a 250GB e incluye Wi-Fi integrado, en su modalidad más rápida ("n", capaz de alcanzar 300mbps).
Tras la conferencia de prensa Microsoft nos proporcionó materiales PR oficiales que ofrecían más detalles sobre el nuevo hardware. Para empezar, parece que nuestro artículo publicado el 21 de marzo iba bien encaminado: la placa base que vimos entonces es casi seguro un prototipo de la PCB que se puede encontrar en el producto final que acaban de anunciar. Las buenas noticias son que la CPU y la GPU se combinan en un único elemento, reduciendo la die de ambos componentes de 65nm a unos más frescos y energéticamente más eficientes 45nm.
Este diseño integrado también ofrece una solución de refrigeración más refinada: la configuración con dos ventiladores de la Xbox 360 original deja paso a un único ventilador más grande que es también significativamente más silencioso. Microsoft promete que la consola prácticamente no hace ruido, lo cual sugiere que también se mejorará el diseño de los ruidosos lectores de DVD proporcionados por marcas como Toshiba, Benq, Liteon o Samsung.
Lo que es interesante es que los discos duros externos de los modelos actuales de Xbox 360 no son compatibles con el nuevo hardware. Las virtualmente extintas memory units, o MUs, también son cosa del pasado y no funcionarán con la nueva consola. La mayoría de los accesorios restantes deberían funcionar correctamente, y es curioso ver que los tres puertos USB de la 360 actual se han ampliado a unos más que respetables cinco. Con la inclusión de Wi-Fi interna (y por ende la eliminación de su molesto dongle) este movimiento es inesperado; dejando de lado a Kinect, ¿para qué queremos tantos puertos?
Aparte de eso, el resto de cambios son más básicos. Los, en cierto modo, toscos botones de la antigua Xbox 360 se han sustituido por versiones sensibles al tacto, y la fuente de alimentación ha visto reducido su tamaño, con un nuevo conector que la hace incompatible con los modelos antiguos (y viceversa, no podremos usar uno de los viejos "ladrillos" en una de las Xbox 360 modernas). También se incluye una conexión óptica Toslink, lo cual significa que puedes conectar tu consola a tu televisor HD vía HDMI y enviar el sonido surround directamente al amplificador.
De momento todo bien, aunque quien espere una rebaja de precio se sentirá decepcionado. De momento Microsoft mantendrá para el nuevo modelo el precio del modelo Elite, 299$. Y aunque en el mercado americano se podrá adquirir la nueva máquina esta misma semana, fuentes de Microsoft sugieren que los europeos tendremos que esperar hasta el 16 de julio para echarle el guante a una.