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Analizamos a fondo el streaming de juegos de Xbox One a Windows 10

Lo bueno, lo malo y lo feo.

Con el lanzamiento de Windows 10 Microsoft finalmente responde a las soluciones de juego off-TV de Valve, Sony y Nintendo con el streaming de títulos de Xbox One. Utilizando la app Xbox incluida en el nuevo sistema operativo los usuarios de Xbox One pueden jugar a sus juegos de consola en cualquier PC que funcione bajo Windows 10, vía la red local. Sobre el papel esto parece una excelente adición para el sistema operativo, ya que permitiría seguir jugando incluso cuando el televisor esté ocupado. Sin embargo, ahora mismo hay algunos problemas que evitan que esta característica brille ante la competencia.

El streaming es muy fácil de configurar; simplemente carga la nueva app Xbox y busca la opción de streaming en la pantalla principal. La primera vez que intentes hacer el stream la app buscará en tu red local cualquier consola Xbox One disponible, la cual puedes seleccionar y empezar a usar. También hay un test de streaming, pero ofrece poca información aparte de un simple 'sí, funcionará' o 'no, no lo hará'. También tienes la opción de añadir tu consola introduciendo su dirección IP con configuraciones de red alternativas. En nuestro caso el PC primario y la consola Xbox One estaban conectadas vía Ethernet al mismo router, pero también probamos esta función usando WiFi.

La app es fácil de usar y permite usar diferentes combinaciones de control y accesorios sin necesidad de realizar configuraciones adicionales. Puedes dejar el pad de Xbox One enlazado a la consola o conectar directamente un mando de Xbox One o Xbox 360 a tu PC. Al conectarlo al PC puedes incluso usar el micrófono y otros accesorios similares. La app permite al usuario observar las estadísticas de ancho de banda, pero ahora mismo solo la de "ancho de banda total" funciona - otras como "latencia punto a punto" o "paquetes perdidos" simplemente tienen espacios en blanco.

Quizás lo más impresionante sea la rápida respuesta al control. Sin la posibilidad de medir la latencia a través de la app, hicimos nuestras pruebas filmando nuestro monitor a 120FPS y analizando la diferencia en la respuesta del control entre una conexión directa y el streaming a Windows 10. Sabiendo que el monitor utilizado en esta prueba opera con 23ms de latencia de entrada, pudimos determinar que la app de streaming introduce seis frames adicionales de lag. Con el material grabado a 120FPS realmente vemos tres frames, lo cual significan 50ms de latencia. Es un resultado francamente bueno, pero por desgracia bastante variable.

Un completo análisis en vídeo del streaming de Xbox One cubriendo todas las facetas del rendimiento.Ver en YouTube

El verdadero problema de la función de streaming está en su rendimiento, porque sencillamente no pudimos conseguir un resultado consistentemente suave. Las opciones de calidad más altas intentan operar a sesenta frames por segundo, pero con frecuencia no lo consiguen. En la opción de calidad alta se necesitan entre 13 y 14mbps de ancho de banda, mientras que en la calidad media la cifra es cercana a los 6mbps. Pero en nuestras pruebas la experiencia de juego sencillamente no era tan suave como debería ser. Sabiendo que el streaming in-home de Steam soporta hasta 30mbps y funciona sin ningún tipo de problema en esta misma red, podemos afirmar que la solución de Microsoft todavía tiene algunos flecos por pulir.

Lo más frustrante es que realmente sí conseguimos alcanzar 60FPS totalmente estables en algunos momentos concretos. Al monitorizar el uso de ancho de banda de la app y la disponibilidad de la red no descubrimos ningún cuello de botella, con datos consistente en todo tipo de situación. Puedes verlo el nuestro análisis en vídeo en la parte de Forza 5: los primeros veinte segundos son muy fluidos, pero el frame-rate no tarda mucho en empezar a degradarse. Podemos afirmar que aquí el factor limitador no es el ancho de bando.

También probamos el streaming vía WiFi usando un portátil con Windows 10. En nuestro caso el rendimiento fue idéntico al obtenido con la conexión con cable; los mismos problemas que encontramos en el ordenador de escritorio aparecieron en este equipo. Por supuesto, usar una resolución más baja (1366x768) produjo una imagen más atractiva - el stream se reescala de forma efectiva, y así no se nota tanto la penalización de calidad de la compresión del stream de vídeo.

Xbox One Direct
Windows 10 Very High
Windows 10 High
Windows 10 Medium
Windows 10 Low
Xbox One Direct
Windows 10 Very High
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Windows 10 Medium
Windows 10 Low
Xbox One Direct
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Windows 10 Medium
Windows 10 Low
Xbox One Direct
Windows 10 Very High
Windows 10 High
Windows 10 Medium
Windows 10 Low

Lo cual nos lleva a la calidad de imagen en general. Por defecto tienes tres opciones de calidad, pero incluso con la más alta resulta imposible obtener una gran calidad de imagen. Los resultados son más borrosos de lo esperado con una resolución baja que, sin duda, es un intento de ahorrar ancho de banda. La compresión de vídeo utilizada usa subsampling chroma 4:2:0, lo cual tiene además un efecto negativo en el color, mientras macrobloques y otros defectos de compresión comprometen aún más la imagen. Lo evidentes que sean estos defectos depende del usuario y el monitor, sin embargo: al hacerse streaming a una tableta Surface, con su pequeña pantalla, varios de estos problemas quedan maquillados, cosa que no ocurre con un monitor grande de 27 pulgadas para PC, por ejemplo.

Pero esto, claro ocurre si usamos las configuraciones estándar. Gracias a un usuario de Reddit se descubrió que hay una opción de calidad Muy Alta en la app Xbox. Para desbloquearla puedes seguir la guía paso a paso que publicamos hace unos días.

La principal mejora que ofrece esta opción oculta es un incremento de resolución -1080p completo- y el consiguiente aumento en el ancho de banda hasta los 20mbps. Pero por desgracia las buenas noticias terminan ahí, ya que los artefactos de compresión siguen estando presentes y el rendimiento tampoco es más consistente. Esta opción es, de lejos, la mejor y ofrece la experiencia más positiva, pero está claro que no corrige los problemas más significativos. La solución de Microsoft está por detrás de la que ofrece Valve y debéis tener en cuenta, además, que el desbloqueo de la opción Muy Alto no es algo que la compañía de Redmond apruebe de forma oficial, y que puede generar problemas imprevistos.

La app funciona por defecto a pantalla completa, con la opción de hacerlo también en ventana. Algunos usuarios están reportando cuelgues al usar la pantalla completa, pero nosotros no sufrimos este problema y pudimos usar ambos modos perfectamente. Nótese que el modo a pantalla completa simplemente se escala a la resolución de tu pantalla, lo cual significa 1440p en nuestro caso. Estaría bien, por ejemplo, que existiese también un modo 1:1.

Tuvimos algunos problemas más fuera del proceso real de streaming. Aunque la app es fácil de usar, nos encontramos con varios problemas de estabilidad que requirieron pasos adicionales para solventarse. En una ocasión, debido a un problema en la consola, tuvimos que reiniciar por completo la Xbox One. Una vez reiniciada intentamos conectarnos otra vez con la app Xbox, pero ésta insistía en decir que la opción de streaming estaba desactivada en la consola, cuando no era el caso.

En la consola desactivamos y activamos la opción y probamos otra vez. Esta vez funcionó, pero la consola estaba configurada con una salida 7.1 para el amplificador y el streaming requiere stereo. Una vez apagada la tele y el amplificador no podíamos escuchar nada en windows, y activar la opción de stereo sin compresión en la consola producía un error. Tras otro reinicio se arregló el problema, pero ha vuelto a aparecer un par de veces más.

Estos problemas, junto a un rendimiento inconsistente, producen una experiencia desigual. En comparación con el streaming in-home de Steam estos resultados son decepcionantes, e incluso el Remote Play o el PS Now de Sony ofrecen resultados más consistentes. La solución de Microsoft funciona, pero no tan bien como nos gustaría. La respuesta al control es generalmente rápida, lo cual es muy importante, pero el frame-rate aún no es el adecuado. Los juegos a 60FPS sufren caídas, mientras que los que funcionan a 30FPS tienen defectos de frame-pacing en el streaming. En ningún caso hemos conseguido una experiencia estable y consistente que durante más de unos segundos.

Pero no podemos juzgar de forma definitiva esta característica todavía. Windows 10 acaba de llegar al mercado y es muy posible que con el paso del tiempo veamos mejorar en la función de streaming. Además, nuestra experiencia no fue especialmente buena, pero quizás otros usuarios hayan tenido más suerte. Teniendo en cuenta que es una característica gratuita dentro de Windows 10, no perdéis nada por probarla - simplemente no esperéis resultados excelentes por ahora. Cuando funciona bien funciona muy bien, así que la tecnología es capaz de ofrecer buenos resultados. Ahora solo falta esperar a que Microsoft pula los defectos para que esta función sea capaz de ofrecer todo su potencial.

Traducción por Josep Maria Sempere.

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