Análisis de las tablets de Sony
Las primeras con certificación PlayStation.
En octubre del año pasado Sony anunció su intención de comprar la participación de Ericsson en la joint venture que ambas compañías fundaron en 2001. Sony Ericsson, un jugador de renombre en el mercado de las telecomunicaciones móviles, pasaría a ser Sony, a secas.
Aunque todavía esperamos los primeros móviles marca Sony para 2012, conviene tener en cuenta que la compañía ya ha empezado a tantear otros sectores. El año pasado, más o menos al mismo tiempo que Sony compraba la participación de Ericsson, el fabricante japonés anunciaba que estaba trabajando en dos tabletas basadas en Android.
Como era de esperar, ambas han sido catalogadas incesantemente por parte de la prensa como "iPad killers", aunque desde el punto de vista del jugador lo realmente interesante es la inclusión de PlayStation Suite. ¿Qué tal resultan al final? ¿La certificación PlayStation aporta un valor real a la experiencia jugable?
Tablet S: La respuesta de Sony al iPad
De los dos dispositivos, la Tablet S es sin duda el más convencional. De buen comienzo la tableta ya tiene un aspecto muy parecido al del iPad, aunque con una pantalla de 9,4 pulgadas. Los bordes redondeados añaden una sensación familiar, aunque cuando giras el dispositivos aprecias un diseño que no podría ser más diferente al de Apple.
Vista de lado, la Tablet S parece una revista dejada sobre una mesa con sus páginas abiertas. Es gruesa en un lado, y se vuelve más fina en el otro, con una agradable curva en la parte superior. Lo bueno de esto es que cuando dejas la tableta sobre una superficie plana te presenta un ángulo de visión casi perfecto, evitando la necesidad de mover la cabeza para ver bien la pantalla.
La pantalla con resolución 1280x800 también merece un vistazo detallado. La tecnología TFT LCD 'TruBlack' de Sony promete ofrecer mejor brillo y contraste, y al poner la Tablet S al lado de un iPad 2 estas afirmaciones se confirman. Los ángulos de visión también son excelentes, lo cual es muy importante en un dispositivo que mueves constantemente a medida que ajustas el agarre en tus manos.
Un vistazo rápido al resto de sus características nos revelan que la Tablet S tiene una CPU de doble número a 1GHz complementada por 1GB de RAM. Tiene una cámara trasera de cinco megapixels por si quieres hacer una foto y no tienes tu máquina habitual a mano, así como una cámara frontal para hacer videollamadas a través de Skype u otros servicios.
Android y la certificación PlayStation
Tanto la Tablet S como la Tablet P funcionan con el sistema operativo Android de Google, la versión 3.2 (Honeycomb) para ser exactos. Siendo el primer SO destinado a tabletas, Honeycomb ya ha sido superado por Android 4.0 (el cual recibe el ridículo nombre de Ice Cream Sandwich - Google pone nombre de postre a todas las versiones), unificando las ramas para móvil y tableta de Android. Ice Cream Sandwich ya está confirmado para ambas tabletas de Sony en 2012, pero por ahora la versión 3.2 es tan sólida como flexible.
Si has usado antes un iPad, Android parece tan familiar como incómodamente diferente al mismo tiempo. Tiene el mismo sistema de iconos basado en rejilla, y puedes usar gestos multitáctiles en las fotos y las páginas web. Sin embargo, Android ofrece un nivel de personalización muchísimo mayor, con fondos de pantalla animados, widgets ampliables y una enorme variedad de opciones. Lo que la plataforma no tiene en diseño intuitivo se compensa con posibilidad de control; si te gusta trastear con las cosas hasta que éstas están completamente a tu gusto con Android estarás como en casa.
"De momento PlayStation Suite decepciona - sólo puedes descargar una escasa selección de viejos juegos de 32 bits por unos 5€, y títulos como Destruction Derby, Cool Boarders o Jet Moto no son precisamente demasiado emocionantes."
La Tablet S muestra orgullosa el logotipo de la certificación PlayStation, indicando que el dispositivo - al igual que su hermana, la Tablet P - apuntan al mismo espacio de Nintendo 3DS y Vita. Una reciente actualización para la Tablet S que te permite conectar un pad Dual Shock de PlayStation 3 no hace sino acrecentar esa sensación.
Por desgracia, las aspiraciones como máquina de juegos de la Tablet S son mucho más tímidas. La PlayStation Suite - que ya miramos el año pasado - es tremendamente decepcionante. Básicamente ofrece la misma funcionalidad que el portal 'PlayStation Pocket' del Sony Ericsson Xperia Play, es decir, que puedes descargar una frustrante y pequeña selección de juegos de 32 bits de la PlayStation original por unos 5€ cada uno.
La selección actual es decepcionante y muy limitada: Crash Bandicoot viene preinstalado (al igual que en el Xperia Play) y otros juegos disponibles como Destruction Derby, Cool Boarders o Jet Moto no son precisamente demasiado emocionantes. Uno espera que con el paso del tiempo la situación mejore, pero teniendo en cuenta que en Xperia Play la cosa está casi muerta es difícil tener muchas esperanzas de que con la Tablet S y P sea diferente. Al menos la conexión de Vita con PlayStation Suite puede dar sus frutos para alimentar una plataforma que ahora es francamente pobre.
En una decisión que solo puede calificarse como negativa para los fans de Sony, es imposible transferir tus descargas PlayStation del Xperia Play a la Table S o la Tablet P. En el Xperia Play los juegos se descargan directamente del Android Market, pero en estas nuevas tablets Sony fuerza a los usuarios a usar cuentas de la PlayStation Network, donde puedes volver a comprar los juegos si quieres. Claramente Sony está más cómoda con su propia tienda, pero cuando consideras que tanto las tablets como el Xperia Play usan Android no hay razón - más allá de los beneficios económicos - para evitar que los propietarios del Play reinstalen sus viejas compras en la nueva tableta. Insistimos: los juegos son los mismos, solo cambia la tienda donde se venden.
La Tablet P con dos pantallas
Aunque la Tablet S supone un acierto a nivel de diseño, es un dispositivo bastante tradicional. La Tablet P, en cambio, opta por algo totalmente opuesto. Es el tipo de producto diseñado por una empresa que intenta innovar pero que acaba sufriendo un montón de errores fatales.
Tomando ligeramente el diseño tipo libro de Nintendo, la Tablet P es un dispositivo plegable que es sólo un poquito más grande que la 3DS cuando está cerrado. Al abrirlo tenemos dos pantallas de 5,5 pulgadas y resolución 1024x480, ambas usando la misma tecnología 'TruBlack' de la Tablet S. Aunque hay una separación entre ambos paneles, funcionan como si fuese una única pantalla la mayoría del tiempo.
El principal problema de la Tablet P es que Android no se lleva demasiado bien con esta configuración de las pantallas. Las apps y los juegos que requieren un gesto de lado a lado de la pantalla quedan inutilizados, puesto que el trazo se rompe cuando tu dedo llega a la separación entre los dos panellas. Muchas aplicaciones, como el propio Android Market de Google - no se adaptan a las dos pantallas y quedan confinadas a una sola. En vez de ofrecer una experiencia propia de una tableta, la Tablet P a veces parece más un teléfono móvil con algunos añadidos.
Podrías asumir que gracias a su diseño tipo libro y dimensiones de bolsillo la Tablet P podría servir como una buena plataforma para juegos, pero desgraciadamente la realidad no podría ser más diferente. Aunque tiene la misma certificación PlayStation de la Tablet S, no es posible conectar un pad Dual Shock de forma inalámbrica a la Tablet P. De hecho, con la unidad de muestra ni siquiera lo pudimos conectar a través de la conexión USB, lo cual es extraño porque es una característica estándar de todas las tablets Android 3.2, no sólo de las de Sony.
Sin controles físicos las aspiraciones para juegos de la Tablet P se quedan en nada. Los controles virtuales en la pantalla táctil son imprecisos y demuestran ser la peor interfaz posible para los juegos de 32 bits, diseñados originalmente con un pad en mente. El rendimiento por los juegos queda todavía más tocado por el hecho de que los cuatro gatillos L y R se sitúan en la parte superior de la pantalla, lo cual hace que sea imposible tocarlos mientras juegas.
La Tablet P es, desde luego, un concepto interesante, y se diferencia de la manada de imitadores del iPad que abarrotan las estanterías de las tiendas. Sin embargo, su configuración de pantalla implica que siempre tendrá problemas a nivel de compatibilidad con las aplicaciones y su altísimo precio implica que te costará más que un iPad 2, dejándote con la duda de si no habría sido mejor adquirir directamente la tableta de Apple.
El veredicto: Éxito y fracaso
"La Tablet S está bien diseñada y es una buena opción, mientras que la Tablet P tiene ideas interesantes que fallan en su ejecución final."
La Tablet S y la Tablet P representan la primera incursión de Sony en el mercado de las tablets, suponiendo un éxito en el primer caso y un fracaso en el segundo. La Tablet S está bien diseñada y es usable, mientras que la Tablet P tiene algunas ideas interesantes que fallan en su ejecución final.
Lo curioso es que a pesar de la experiencia de Sony en el sector del videojuego ninguna de las dos tablets convence como dispositivo para jugar. La certificación PlayStation acaba siendo poco más que una excusa para vender títulos viejos que ya hemos jugado montones de veces en otras plataformas - incluyendo el móvil Xperia Play - y en cuanto se desvanece el atractivo de Crash Bandicoot te quedas únicamente con el Android Market estándar para satisfacer tus necesidades. Aunque el market ha mejorado mucho en los últimos doce meses y hay juegos como World of Goo que son una gozada en pantallas grandes, es innegable que el iPad está muy lejos en cuanto a soporte de desarrolladores.
A medida que Sony Ericsson cambie de nombre para ser puramente Sony empezaremos a ver nuevos móviles durante 2012. Dada la explosión de las tablets, también es lógico asumir que Sony lanzará sucesoras de la S y la P, y esperamos que se dejen de experimentos con dos pantallas para seguir el camino del buen resultado obtenido con la Tablet S.