Digital Foundry vs Captain Toad
En un mercado dominado por el software roto lo último de Nintendo destaca por su perfección.
Visto en retrospectiva, 2014 ha sido un año particularmente decepcionante en cuanto a lanzamientos bien acabados, con muchos títulos triple A puestos a la venta con graves bugs. Hemos llegado a un punto en el que las copias físicas que compramos en la tienda son casi inútiles sin ingentes cantidades de parches. El año pasado aplaudimos a Super Mario 3D World por alejarse de esa tendencia, pero viendo como este año ha habido aún más software inacabado creemos que es más importante que nunca reconocer los juegos que han hecho bien las cosas desde el primer día. Aunque Captain Toad: Treasure Tracker no es un título especialmente ambicioso, Nintendo merece una palmadita en la espalda por seguir publicando trabajos tan bien acabados. Es Nintendo haciendo lo que Nintendo hace mejor.
Los orígenes de este juego son bastante humildes, ya que Captain Toad nació como estrella de un minijuego incluido en el Super Mario 3D World del año pasado. Treasure Tracker toma aquella fórmula y la combina con un montón de nuevas ideas de una manera que nos recuerda, salvando las distancias, al renacimiento de Donkey Kong en Game Boy en 1994. Es un juego simple y directo que se ve de miedo y se juega estupendamente bien. Es en su limitado alcance donde el equipo de EAD Tokyo ha encontrado la oportunidad de crear algunos de los gráficos más atractivos que hemos visto en Wii U hasta la fecha.
A primera vista Captain Toad tiene mucho en común con Super Mario 3D World, comprensible al considerar que comparte sus cimientos técnicos con el clásico de Wii U. Se trata de una serie de pantallas bien modeladas e iluminadas que potencian la estética de su predecesor, utilizando todos los trucos que Nintendo ha aprendido al pasar al desarrollo en alta definición. Al igual que Super Mario 3D World, Captain Toad ofrece una imagen de 1280x720 con un limitado suavizado de bordes - el juego es nítido y colorista, pero se podría beneficiar de un mejor anti-aliasing, ya que muchos bordes directamente no tienen suavizado, especialmente en las fases con colores más oscuros. Aún así, con el simple y limpio artwork, la calidad de imagen es perfectamente aceptable y el aliasing no molesta en lo que, por lo demás, es un juego precioso. Nos hubiese gustado ver imagen a 1080p como en Super Smash Bros., pero claramente esto estaba fuera de su alcance.
Buena parte de la belleza de Treasure Tracker procede de su simple pero brillante diseño visual, en el cual una serie de detalladas pantallas tipo Mario se superponen a coloristas fondos. Es todo un poco extravagante, pero maravillosamente ejecutado, con pantallas que parecen maquetas que puedes casi tocar con tus dedos. Al enfocarse esta vez en mapas más pequeños, los diseñadores han podido incluir muchos más detalles en cada bloque, lo cual le otorga al mundo la sensación de poseer texturas muy ricas. Cada borde está bellamente suavizado y todo coincide en una imagen que - más allá del aliasing - parece casi pre-renderizada en bastantes momentos.
Las luces y las sombras tienen otra vez un papel importante, con focos de iluminación estratégicamente colocados en el mundo produciendo sombras y detalles a lo largo de este curioso microcosmos. El Capitán y sus amigos utilizan cascos de minero con su propia brillante fuente de iluminación dinámica siempre encendida, habiendo además luz adicional esparcida por todas las pantallas. El bloom se usa extensivamente a lo largo del juego, aunque el efecto se renderiza con menos precisión y eso genera algunos artefactos en la imagen. Hablando de lo cual, varias pantallas utilizan un efecto de distorsión de calor que - aún siendo muy efectivo - también se renderiza a menor resolución minimizando un poquito el look de las mismas. De todas formas, la verdad es que esto es ser muy quisquilloso si se examina el juego a grandes rasgos.
Las sombras tampoco tienen una resolución particularmente alta, pero se filtran de forma que su integración con el mundo cuadra muy bien con la estética del juego. Afortunadamente estos pequeños defectos sólo son apreciables al usar la función de zoom. El juego no parece usar ninguna solución de ambient occlusion dinámico, pero hay puntos en los que la geometría del mundo da la sensación de usar este efecto. Además hemos visto un impresionante uso de efectos de partículas con sombras que realmente dan más cohesión a las escenas - columnas de humo que interactúan correctamente con la luz, por ejemplo. Todos estos elementos funcionan en conjunto para darle al juego una enorme solidez y un fantástico acabado gráfico.
Otro buen detalle son las pantallas en las que el visor del GamePad se independiza de la pantalla principal, operando de forma efectiva como una pantalla partida. El jugador puede mirar libremente en primera persona con el Pad mientras en el televisor se muestra una vagoneta con una perspectiva totalmente diferente, y todo eso sin penalización alguna de rendimiento. Aparte, el juego usa un bonito efecto de mosaico cuando la cámara colisiona con una pared, en vez de simplemente difuminar la geometría. Este tipo de detalle, aún siendo menor, realmente destaca la atención que ha puesto Nintendo en el juego.
También está el tema del rendimiento, y aquí es donde - una vez más - Nintendo cumple con creces. Parece algo fácil que un juego como este funcione a 60FPS, pero no siempre es el caso; hay muchos juegos de puzzles y plataformas disponibles incluso en plataformas más potentes que fracasan a la hora de ofrecer un refresco tan consistente. Teniendo en cuenta que Treasure Tracker es más cerrado que Super Mario 3D World, el motor nunca falla a la hora de manejar un perfil de rendimiento perfecto. En este juego simplemente no hay caídas de rendimiento. Ninguna.
Captain Toad: Treasure Tracker - El veredicto de Digital Foundry
Actualmente parece como si muchas veces los desarrolladores se centrasen en intentar incluir cuantas más características en sus juegos perdiendo de vista lo más importante: el núcleo jugable. Treasure Tracker, en cambio, parece un producto perfectamente terminado, y eso por ello que representa un soplo de aire fresco. Aquí no hay relleno, sólo jugabilidad reforzada por un rendimiento perfecto y un apartado visual muy bonito. Es divertidísimo de jugar y su tecnología jamás te defrauda. Es fácil encontrar montones de problemas y detalles en el rendimiento de los juegos modernos, pero Treasure Tracker nos recuerda lo maravilloso que es cuando una tecnología perfectamente pulida está puesta al servicio del diseño del juego.
Captain Toad: Treasure Tracker es, en definitiva, otro juego imprescindible dentro del catálogo de software de Wii U, un juego que entiende las limitaciones del sistema y logra superar con éxito todos los objetivos que se marca. Es un enfoque que nos gustaría ver en más desarrolladores, encontrar la belleza en la limitación. Es el tipo de juego que seguirá siendo divertido pasados los años, mucho después de que Wii U ya no esté en el mercado, y el disco del juego es todo lo que necesitarás. En ese sentido Nintendo sigue cumpliendo hoy con sus productos al igual que lo ha hecho durante décadas, con una consistencia casi perfecta que es rarísima a día de hoy.
Traducción por Josep Maria Sempere.