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Dissidia: Final Fantasy

Final Fantasy conoce a Final Fight.

Para rematar existen un total de unas cincuenta invocaciones que podrán ponerse en juego cuando se cumplan ciertos requisitos y que otorgan ventajas determinantes a su lanzador. La lástima es que sólo está permitido llevar una equipada, pero claro, con golpes especiales, límites, EX Mode y bonus, ¿quién va a echar de menos una invocación más?

Por cierto ¿dónde están los Chocobos?

Al modo de lucha rápida de Dissidia hay que añadir la posibilidad de jugar una especie de campaña individual para cada uno de los héroes, todas ellas hiladas por un argumento la mar de insulso y orquestadas con las típicas cinemáticas de quitar el hipo (aunque en esta entrega abundan aquellas generadas con el motor del juego). La mecánica de estas subtramas, que se componen de cinco capítulos cada una, consiste en moverse sobre una cuadrícula poblada por enemigos, objetos y obstáculos, hasta llegar a un sello que hay que destruir. En realidad no deja de ser un mero trámite para darle alguna justificación al modo historia, pero no tiene nada de especial ni aporta otra cosa más allá del típico afán coleccionista o de mejora del equipo y las habilidades (sí, se pueden cambiar unos ataques por otros además de mejorarlos subiendo de nivel). Sinceramente este modo es bastante aburrido porque no dejará de ser un combate detrás de otro, en la mayoría de los casos sencillos, sin necesidad de llevar un equipo a la última. De todas formas el que no se conforma es porque no quiere ya que los diálogos y cinemáticas también están presentes entre capítulos para darle un poco de vida al asunto.

Uno de los mejores luchadores es Jecht. Es potente en el combate cercano y además es rápido.

A propósito del aspecto gráfico en general, hay que admitir que Dissidia es uno de los juegos más nítidos y definidos del catálogo de PSP, en parte gracias a la implementación del motor de Crisis Core, con todo lo que ello conlleva (efectos de luz apropiados y tasa de frames más que holgada). Por otro lado están los diseños de personajes que han sido ligeramente retocados por Tetsuya Nomura, y los escenarios, un compendio de localizaciones míticas de toda la saga y todo un guiño al fan. En general todo se ve, se escucha y se siente como un Final Fantasy, e incluso es posible desbloquear trajes alternativos para los protagonistas. Pura ambrosía para sus seguidores.

La Cornucopia de Square Enix.

Como conclusion final hay que admitir que esta vez Square Enix se asoma al abismo del éxito de una forma peligrosamente acertada. Darle al fan de toda la vida aquello que quiere y dárselo de una forma correcta y bien hecha no puede tener sino más que buenos resultados. El UMD que tenemos entre manos es buena prueba de ello.

Lo que ocurre es que Dissidia es un producto muy orientado hacia una dirección concreta, alejándose de lo que podemos considerar el estándar de los géneros de los que bebe directamente, abriendo un nuevo camino que pisar con la vieja bota de la saga. Resulta difícil aventurar si Dissidia es el juego apropiado para los amantes de los RPG's o los fanáticos de los juegos de lucha, pero de lo que no cabe duda es que en esta ocasión ha salido una deliciosa vianda del viejo Cuerno de la Abundancia de la célebre Square Enix.

8 / 10

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