Skip to main content

Driver: San Francisco

Policía en coma.

Cuando la gente que lleva trabajando en una franquicia que viene de lejos te dice "esta vez hemos hecho cambios de verdad", normalmente quieren decir que han puesto un botón para que te puedas agachar. Cuando un miembro de Ubisoft Reflections me comentó eso mismo el año pasado, sin embargo, no era una broma.

Driver: San Francisco vuelve con una mecánica central bastante fresca pero también bastante rara. El super poli Tanner está en coma, y el juego entero es su fantasía -una fantasía en la que puede abandonar su cuerpo, flotar por el aire como una bolsita de papel y entrar en cualquier coche que se le cruce.

Han hecho... algunos cambios.

Ahora que la fecha de lanzamiento se va acercando –sale en septiembre- Ubisoft desvela cómo se integran los problemas médicos de Tanner en el modo para un jugador. Y les ha quedado algo bastante chulo.

El juego empieza donde lo dejó DRIV3R, con el archirrival del prota, Jericho, a punto de ser sentenciado y condenado a prisión de por vida. La cinemática de entrada consigue capturar esa esencia de las pelis de persecuciones de los setenta mientras te pasea por las calles de San Francisco, cambiando a pantalla partida de vez en cuando, y mientras detallan el ingenioso plan de escape –que implica ácido y un lanzacohetes-.

Jericho y Tanner puede que sean los principales, pero el juego te va introduciendo a la verdadera estrella del show cada vez que la cámara se mete por un callejón o serpentea entre colinas. San Francisco quizás no tenga el detalle de Liberty City pero en el momento en que empiezas a conducir por sus calles tienes claro que será un campo de batalla fantástico y lleno de sorpresas.

El sol brilla, hay una mezcla natural de grandes rectas y curvas peligrosas y los coches se ven bien pegados a la carretera. Y todo esto a 60 frames por segundo, también. ¡Buen trabajo!

Al poco de ponernos a los mandos estamos en el centro de la ciudad persiguiendo a un blindado con Jericho al volante. Tras unos cuantos problemas se produce una enorme colisión que nos introduce la idea principal del juego: Tanner se despierta –o eso cree- y se da cuenta de que tiene la habilidad de abandonar su cuerpo, flotar, y meterse en el de cualquier otro conductor.

Con solo darle a un botón entras en el "Shift Mode", que pasa a una cámara cenital y te permite flotar por las calles de San Francisco. Podrás aumentar de nivel con el tiempo, subir más alto, pero aún en las primeras fases ya te dejan merodear un buen rato, acercarte a coches y ver sus breves descripciones justo antes de entrar en ellos.

Cuando Tanner se meta en el cuerpo de otra persona tu seguirás viendo a Tanner, pero cualquier otro NPC que esté viajando con él verá a la persona a la que está sustituyendo. Eso dará para unas cuantas buenas conversaciones, y Ubisoft está decidida a llenar los momentos de tráfico con personajes interesantes.

En la primera misión del juego, por ejemplo, te meten en el cuerpo de un conductor de ambulancias y ves a Tanner encargándose de su propio accidente de tráfico.