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Crisis de identidad

¿Puede la estrategia de Nintendo con Wii U confundir a los usuarios en vez de atraerlos?

Antes de que se celebrara la conferencia de Nintendo el E3, en internet se rumorearon diversos nombres para la futura consola. Project Cafe, por supuesto, era el nombre en código de su desarrollo. Varias ideas sugerían cuál podía ser su nombre definitivo, incluyendo uno tan peculiar como interesante que aseguraba que el nuevo sistema se llamaría simplemente "Nintendo". Nadie, sin embargo, apostó por Wii U; Nintendo, a diferencia de sus rivales, parece que sí es capaz de mantener un secreto.

Utilizando el branding de Wii en el nuevo dispositivo Nintendo recupera una estrategia que abandonó hace tiempo. Es la primera consola de sobremesa de Nintendo desde la venerable Super NES cuyo nombre es una continuación del de su predecesora.

Realmente, si la compañía hubiese decidido hacer el guiño a sus viejos fans revelando una plataforma llamada "Super Wii" el movimiento quizás hubiese sido mejor. Por lo menos así hubiese evitado toda la confusión que rodeó los momentos posteriores al anuncio de Wii U, que dejó a un montón de gente preguntándose qué se había presentado. Muchos incluso pensaban que esto era un nuevo mando para Wii en vez de una nueva consola.

Ahora, días después de la conferencia y con un montón de información en la red, cualquiera que frecuente páginas especializadas y todavía tenga dudas al respecto simplemente está siendo obtuso. Pero aún así no podemos ignorar la evidente confusión que reinó en las redes sociales y en los comentarios de las páginas web durante la propia conferencia. Mucha gente inteligente y con experiencia no sabía que es lo que Nintendo intentaba explicarles - y esta gente es la que sabe de videojuegos. ¿Qué pasará cuando Nintendo intente explicar Wii U al público en general?

"El propio anunció se diseñó y se ejecutó mal"

Parte del problema está en que el propio anunció se diseñó y se ejecutó mal. En su deseo de mostrar la flexibilidad del mando, el equipo que escribió el guión falló a la hora de explicar la base de lo que estaban presentando, y de ahí fueron dando saltos entre características y conceptos. En comparación con la clara exposición del Wiimote original en el TGS hace años, esta frenética y extraña presentación no hizo ningún favor a la nueva consola de Nintendo.

Eso, en todo caso, es en el mejor de los casos un problema temporal. Es solo una presentación - una importante, desde luego, pero Wii U tiene muchos más actos públicos por delante y la compañía podrá mejorar el mensaje y sus explicaciones. Wii U necesitaba desesperadamente un buen pistoletazo de salida esta semana, pero Nintendo falló al respecto - aunque no dudo que la compañía ya estará pensando la forma correcta de corregir la situación.

Pero lo que es más preocupante es la segunda fuente de confusión: el nombre. De hecho, gran parte del público no sabía seguro si esto era una actualización para Wii o una nueva consola porque la presentación fue confusa - pero esa idea se reforzó y amplió por el hecho de que la marca era casi la misma que la de la anterior consola.

Es fácil entender la razón por la cual Nintendo ha optado por ese camino. Wii es la consola de sobremesa más vendida de esta generación, y no quieren abandonar el valor que tiene la marca. Deshacerse de la marca GameCube fue fácil, pero descartar "Wii" hubiese sido doloroso y, quizás, contraproducente.

Pero hay un problema en este proceso de toma de decisiones y con la mentalidad detrás de él. Esto queda perfectamente ilustrado por algo que he experimentado un par de veces en las últimas semanas, cuando compraba nuevos juegos para 3DS. No estoy seguro cuándo empezó, pero últimamente los dependientes de las tiendas japonesas han empezado a hacer la pregunta "¿estás seguro de que tienes una 3DS?" cuando compras juegos para ella. Y he escuchado historias parecidas en otros territorios, como Europa.