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El Shaddai: Ascension of the Metatron

Casi una experiencia religiosa.

Soy muy consciente de que empezar citando el primer gran éxito de Enrique Iglesias no corresponde mucho con las referencias gafapasta que cabría esperar de una reseña de El Shaddai: Ascension of the Metatron. La verdad, no es algo que me preocupe en exceso. De la misma manera, tampoco logro imaginarme al creador de este curioso juego rompiéndose la cabeza intentando descifrar la claves del éxito dentro del panorama actual del ocio electrónico. El Shaddai es un título tan diferente del resto que hasta dentro de su propio género, el de los llamados hack and slash, es un bicho raro. Es por eso que he recurrido a la sabia cultura popular, esa que me ha permitido llegar la conclusión de que de esta obra del estudio Ignition Tokyo más que un juego es una experiencia. Y aún diría más, es casi una experiencia religiosa.

Y no, no creáis que lo digo únicamente por su historia inspirada en el apócrifo Libro de Enoc, ni por su iconografía que mezcla elementos de diferentes credos místicos, ni por el órgano y los cantos celestiales con que está salpicada su banda sonora, ni incluso por estar protagonizado por ángeles y demás farándula antediluviana.... ¡No, que va! De hecho, nada más empezar aparece un mensaje en el que se dice que este es un juego creado por personas pertenecientes a diferentes credos y que no se adhiere a ninguna creencia concreta. El caso es que es el El Shaddai está fuertemente influenciado por todo tipo de elementos religiosos y místicos. Pero tranquilos, gentes de poca fe, porque en el fondo todo es pura cuestión estética.

¿Qué es lo que hace tan diferente a El Shaddai? Su envoltorio visual, pero sinceramente, poco puede hacer mi habilidad juntaletras si disponéis de vídeos y una demo con las que podréis haceros una idea exacta del particular look de este título diseñado por Takeyasu Sawaki y producido por Masato Kimura, quienes -ojo- anteriormente había trabajado en Devil May Cry, Viewtiful Joe o Okami. "Los juegos de hoy se están volviendo foto-realistas, y yo quería huir de esta idea", ha comentado Sawaki al respecto del particular envoltorio visual de El Shaddai. Lo cierto es que se nota que detrás hay un equipo formado por miembros de la antigua Clover Studios y Capcom, sus juegos siempre han tenido un carácter propio en lo referente al apartado visual.

Tal es el peso de la imagen en El Shaddai que básicamente es el motor sobre el que se sustenta la experiencia y nuestras ganas de seguir avanzando -aunque no entendamos nada del argumento, como era mi caso- por sus 11 capítulos, cada uno totalmente distinto del anterior en el apartado artístico. En este sentido, la variedad de recursos visuales utilizados es la gran baza de un título cuyas influencias provienen claramente de los diferentes estilos pictóricos surgidos a lo largo del siglo pasado y de una innumerable amalgama de recursos provenientes de la animación. De todas maneras si hay una técnica visual que destaque entre el resto dentro de El Shaddai esta es la rotoscopia, dando como resultado una estética que lo emparenta con el de muchas cintas de animación clásicas que combinaban actores reales con fondos y colores dibujados. Este fragmento de la película de animación de El Señor de los Anillos (1978) es un buen ejemplo de ello.