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FIFA 12

Lo volvemos a jugar y nos enseñan el modo Carrera.

David Rutter llegó al Santiago Bernabeu, que es donde se hizo esta segunda presentación de FIFA 12, vistiendo un a camiseta de España con su nombre detrás. Parecía cansado -lleva quince años haciendo juegos de fútbol, imaginad cuantas presentaciones habrá hecho- pero, sin embargo, siempre se le nota ese toque de alegría cuando ve cómo se nos queda la cara cuando desvela por primera vez ciertas novedades. Y también porque llevaba una camiseta de la selección inglesa debajo de la nuestra.

Nos habían reunido en el estadio del Real Madrid para dos cosas: para explicarnos las novedades del modo carrera y para volver a dejarnos jugar y que viésemos, nosotros mismos, cómo habían progresado las cosas sobre el césped. Y esta vez ya con todos los equipos disponibles.

En FIFA 12 pondrán mucho énfasis en el mercado de traspasos y la gestión de tu equipo en el modo Carrera. Por lo que pudimos ver hay dos máximas que marcarán el estilo de gestión: hay cosas que no dependen de ti y otras que tienen más importancia de la que crees. Acerca de esto último, por ejemplo, cualquier decisión mal tomada puede tener una repercusión terrible en la prensa y meterte una presión sobrehumana, crear conflictos en el vestuario o encumbrarte como la máquina táctica definitiva. Nos lo enseñaron con el Milan y Van Bommel.

Resulta que el polivalente centrocampista se ha lesionado, y puede jugar pero no al 100%. ¿Qué hacemos, lo metemos en el campo o lo dejamos descansar? Si decidimos hacerlo jugar y se lesiona nos lloverán tantas críticas como bofetadas, pero si no lo ponemos y perdemos seguramente destacarán nuestra cobardía. En cambio si lo vestimos de corto, ganamos y sale fresco como una rosa subiremos en prestigio y confianza. Decisiones, decisiones.

Lo mismo pasa con los fichajes. Es especialmente importante el último día del mercado de fichajes, en el que tendremos varias horas -y, por tanto, "movimientos"- para acabar de completar nuestra plantilla. Y no siempre será fácil. A veces el otro club se descolgará pidiendo una cifra escandalosamente alta para ver si picamos, y otras será el jugador el que pondrá a prueba nuestros bolsillos con peticiones que tendremos que estudiar a conciencia. Lo mejor es que no es necesario ir uno a uno; podemos abrir varias negociaciones y al final quedarnos con el que nos parezca el más adecuado.

También será importante eso que ahora está tan de moda: la gestión de los egos. Si Guardiola echó en su día a Ronaldinho, Deco y Eto'o es porque sabía que pueden convertir un problemita en una cuestión de estado. Si nos hacen alguna petición y no los atendemos adecuadamente es posible que se enfaden y que revolucionen un poco el corral. Por si acaso no quites el ojo al nuevo sistema de ojeo de jugadores jóvenes, porque seguramente esos saldrán más motivados que las vacas sagradas y pueden acabar convirtiéndose en cracks.