Football Manager 2009
Mejorando lo inmejorable.
Football Manager 2009 es un regalo de los dioses para todos aquellos que amamos el fútbol con pasión. Es el mejor homenaje posible al deporte rey y a sus aficionados. Partamos, entonces, de esta base: es un juego fundamental (f-u-n-d-a-m-e-n-t-a-l, que quede claro) si te encanta el fútbol. Te hace sentir, de verdad, un auténtico manager. Si lo has jugado alguna vez te sentirás identificado con esto: ¿hay algo mejor que comentar con los colegas los fichajes que has hecho, los jugadores que has descubierto, la táctica que utilizas, cómo marcaste el gol de la victoria en esa final…?
Aunque no hace falta, expliquemos un poco de qué va el juego: tomas el rol de una mezcla de entrenador/secretario deportivo de cualquiera de los más de 5000 clubs de 50 países distintos. Desde el equipo de Segunda B de tu barrio hasta Manchester, Barça, Madrid, Inter o Bayern. Y no, no puedes jugar los partidos. Tienes que limitarte –y, por favor, que no suena a poco; ¡es un trabajo impresionante!- a definir tácticas, fichar… en definitiva, a gestionar un equipo.
Evidentemente, cuanto mejor sea el equipo menor será el reto. Los grandes clubes aspiran a fichar a cracks consolidados y a promesas seguidas por medio mundo, a ganar la Liga y la Champions, y los pequeños luchan por sobrevivir e ir escalando posiciones y ganando prestigio poquito a poquito. Con los clubes modestos la dificultad es mayor porque, básicamente, tienes que estudiar muy bien a quién fichar -el dinero es limitadísimo y obtener una buena relación calidad/precio es clave- y optimizar al micrómetro todos tus recursos. Por tanto, hacer un buen ojeo para ser el primero en descubrir a ese joven nigeriano que corre tanto y que cuesta tan poco puede ser la diferencia entre el infierno del descenso o la gloria de la promoción.
No nos engañemos, el juego tiene sus misterios y complicaciones. Requiere de un proceso de adaptación algo largo si no lo has probado nunca. Los jugadores no tienen media (como en FIFA o PC Fútbol, por ejemplo). Sus estadísticas están repartidas entre un montón de atributos con puntuaciones del 1 al 20. Algo hay que saber de fútbol para determinar qué hace falta en cada posición y, profundizando un poco, para poder marcar tu propio estilo de juego. Si haces subir a ese lateral tan bueno físicamente pero con tan malos atributos de ataque serás un coladero y no marcarás ni un tanto. Que defienda su zona y se limite a ello y los resultados serán óptimos. Tampoco hagas defender a ese centrocampista que pasa tan bien pero que es un desastre recuperando balones. Compleméntalo con otro que reparta estopa mientras ese hace magia. Si quieres, claro.
Es, digamos, y haciendo una analogía algo bestia, como un inmenso juego de rol con millones de personajes que elegir. Tienes que formar tu equipo siguiendo una mezcla de intuición, estilo e inteligencia. Tienes que saber racionar a cada deportista para que no se lesione, hay que contentarlos para que no se enfaden, mirar por el buen ambiente del vestuario, cumplir los objetivos de la directiva, tener en cuenta la progresión de los jóvenes y la decadencia de las vacas sagradas, fichar, vender… en definitiva, y como hemos destacado antes, que si te gusta el fútbol es gloria. Gloria pura. Y adicción hasta límites insospechados. De verdad. Y si no te gusta el fútbol es una buena forma de empezar a conocer los entresijos del deporte. Nosotros se lo recomendamos a ambos tipos de usuarios.