Gran Turismo 5
Conducción con toques de simulador.
Otro necesario punto: la Inteligencia Artificial del juego; los rivales. Me temo que hay que decir que cumple con un aprobado alto, sin más. La IA nunca representará un verdadero desafío y es poco imaginativa. Parece estar programada para seguir siempre la trazada del circuito, y en ocasiones se nos echará encima, nos cerrará en curvas llevándonos a la colisión (con la consiguiente descalificación para nosotros en Eventos) y no sabrá salir de un bloqueo en ciertos momentos. No es una mala IA, pero quizá un poco más de sensación humana le hubiera sentado bien.
La IA nunca representará un verdadero desafío y es poco imaginativa. Parece estar programada para seguir siempre la trazada del circuito, y en ocasiones se nos echará encima, nos cerrará en curvas llevándonos a la colisión.
Sea como sea, el modo A-Spec ofrece cientos de horas de pique continuado para conseguir coches de forma constante.
Existe tambien una serie de Eventos Especiales, que iremos desbloqueando de forma paulatina, y que consisten en carreras con reglas y condiciones muy específicas, como pueden ser carreras de karts, de furgonetas Volkswagen en el circuito de Top Gear (conocido programa británico sobre motor), rallyes o escuelas de Nascar, por nombrar algunos.
El problema de estos eventos es que no se rigen bajo las normas que se aplican al jugador en el modo A-Spec, si no que se aplican unas condiciones mucho más duras y realistas, como puede ser no colisionar, seguir el trazado del circuito, etc.
Y esto nos lleva a un serio problema del juego en el modo offline: la normativa de las carreras. No es entendible que un juego que presume de tener una elevada dosis de simulación nos permita estamparnos impunemente contra otros coches, trazar de forma claramente ilegal en las curvas o recurrir a trucos absolutamente sucios como empujar a los rivales fuera de la pista. Y el problema es que no son limitaciones del juego, porque esas reglas se aplican en los Eventos Especiales o en multijugador, el problema es que, si el jugador no se autoimpone el jugar bien, crean unos vicios y manias en el mismo que le pasan factura, y acaban frustrando a posteriori.
Hablemos del modo B-Spec, que se puede resumir con una frase: vive la vida desde la barrera. Este modo de juego nuevo nos permitirá realizar las labores de director de equipo aportando una perspectiva que, si bien es habitual en otros deportes, (quien no ha perdido más de una tarde con el manager de futbol de turno) es novedosa en juegos de conducción. Y sorprende aun mas viendo el peso específico que tiene en el juego.
Aunque A-Spec y son B-Spec son modos independientes, tienen una manera muy elegante de relacionarse, ya que los premios de un modo serán muy útiles en el otro gracias a que se comparte el garaje. Así, podremos ver como se defienden nuestro chicos en las pruebas que acabamos de hacer nosotros, con ligeras modificaciones en cuanto al número de vueltas, por ejemplo.
Y hablando de chicos... hasta ahora nos hemos limitado a hablar de tuercas y aluminio pero en este modo tiene también mucho peso el "lado humano".
La mecánica del modo nos permite contratar pilotos. Al principio será solo uno pero según alcancemos más nivel como manager nos permitirá contratar alguno más. Esto es necesario para carreras de varios pilotos y porque el piloto en cuestión tiene entre otras cualidades la de fatigarse y es más: durante el desarrollo del modo veremos cómo pasa por varios estados de rendimiento que mejoran o empeoran las habilidades básicas que tenga. Habilidades que también mejoran según suben ellos de nivel.
Cuando creamos un piloto podremos seleccionarlo con unas características que lo definen, con un toque rolero muy, muy ligero.
Estas características tienen mucho peso en este modo ya que será lo que diferencie a nuestros pilotos de sus competidores y hará que no se dejen los dientes en la primera curva cuando te presionan los rivales. Una vez metidos en faena, nuestra labor, aparte de seleccionar el piloto y su vehículo, no se limitará a disfrutar de una sesión de escenarios en alta definición, sino que mediante indicaciones haremos que nuestro piloto corra mas, adelante o frene. Esto de frenar puede parecer un absurdo, pero hay que tener en cuenta que el lado "humano" de nuestros pilotos, que hace que si van al máximo todo el tiempo, se cansen y sea más fácil que cometan un error... error que suele acabar con las opciones de victoria. El problema es que, si bien por un lado hay que cuidar la energía de nuestros pilotos, por otro lado estos son más perros que Rantamplán, y en cuanto se hacen con una posición en la carrera se agarran como una garrapata. Así que nada de quedarse embobado con la tabla de tiempos o las cámaras del juegos: los rivales nos meterán un hachazo si no prestamos atención constante, lo que redunda en que no perdamos el interés y en un aumento importante de la sensación de realismo.
Y ojo, que como todo en esta vida hay que tomarlo con mesura: si nos liamos a darle la paliza a nuestro pilotos, su agotamiento mental también se resiente y acabará con un ridículo espantoso.
Según vayan subiendo de nivel, los pilotos aumentarán estos valores para afrontar las pruebas que nos presentan con una curva de dificultad similar a la de A Spec y, como las pruebas se abren por nivel, si queremos tener una escudería saludable, tendremos que hacer practicamente todas las pruebas con todos los pilotos que contratemos, alargando mucho la vida del juego.
Hablando del modo de repeticiones, que no pasa de ser algo mil veces visto, sí hay que nombrar a un añadido tremendo, y es un simulador de cámara reflex con la que hacer las capturas más impresionantes. Bastarán unos mínimos conocimientos de fotografía o la paciencia para probar una y otra vez, pero el resultado es simplemente espectacular. Todas las capturas que adornan este análisis han sido tomadas con esta utilidad: no hay ninguna que sea de prensa ni manipulada. Todas corresponden a carreras realizadas.
Por último tenemos que hablar del modo online del juego, que tampoco está exento de fallos, siendo el primero el no poder crear salas privadas. Se soluciona limitando el número de corredores a los previstos, pero no deja de ser una chapuza.