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Guitar Hero World Tour

Evolución necesaria.

Esto de los juegos musicales se ha convertido a día de hoy en el mayor frente de guerra dentro del convulso mundo del ocio electrónico. Guitar Hero vuelve este viernes a los escenarios y a las tiendas con un nuevo espectáculo cargado de novedades. Para el que fuera viejo ídolo del rock, el contexto que se encuentra a su regreso es totalmente nuevo . Ya no está sólo en la ciudad, le ha salido un competidor llamado Rock Band y debe demostrar, más que nunca, quién manda. Para conseguirlo no ha escatimado el más mínimo de los recursos: incorpora las figuras del batería y del cantante con sus correspondientes instrumentos, introduce el concepto de tocar en una banda, amplía casi hasta el infinito las posibilidades de personalización y hasta se marca el detalle de presentar una nueva herramienta de creación de canciones.

Lo primero que llama la atención en un juego de estas características son los instrumentos. Los del nuevo World Tour son sin duda los mejores. RedOctane ha demostrado nuevamente que sabe lo que se hace (por eso están aquí des del primer Guitar Hero) y nos presenta un conjunto de periféricos que no sólo es estéticamente potente, sino que además –y esto es lo más importante– responde a la perfección. Somos conscientes de la reciente polémica con algunos sets de batería que han presentado fallos en su lanzamiento en Estados Unidos, por ese motivo hemos preguntado a Activision al respecto y nos han asegurado que los packs que llegarán aquí no presentan ese problema. Si lamentablemente se diera el caso os informaríamos, pero de momento la experiencia de juego ha sido más que satisfactoria en los dos sets de instrumentos que hemos probado para realizar este análisis.

Y ya que hablamos de la batería, empecemos con ella. Tal y como ya ocurrió con Rock Band, en esta ocasión también es la niña mimada de Guitar Hero y el elemento que mayores alabanzas está generando. La batería de World Tour es inalámbrica y se nos presenta con tres parches en lugar de cuatro como la de su rival, y los dos botones restantes se han convertido en dos platos de altura ajustable situados como correspondería a una batería de verdad. Este pequeño detalle es un paso de gigante en la emulación del instrumento que pretende el título de Activision, y al mismo tiempo también hace que sea más intuitivo tocar. El pedal del bombo también está aquí, pero en lugar de estar enganchado a la batería, como correspondería a una de verdad y como pasa en Rock Band, queda suelto. Podría parecer contraproducente pero a la larga es más cómodo de tocar y seguro que lo agradeceréis cuando ya vayáis por los últimos bises de vuestros conciertos.

Para fortuna de las parejas, vecinos y compañeros de piso, el material con el que están hechas las almohadillas de la batería es mucho más silencioso que el de la batería de su competidor. Además, gracias a su sensor de velocidad, podremos alterar su sonido. Es alucinante cuando encadenas diversas notas y se te pide que para acabar toques diversas acentuadas (que aparecen marcadas con una muesca en forma de “V”). Sumadle a esto la posibilidad de poder desacoplar la batería de sus patas para poder apoyarla en una mesa, y, aunque pueda parecer una nimiedad, seguro que lo agradecerán estas modernas y diminutas viviendas con mesas bajitas de interiorismo sueco. Y no, la cosa no acaba aquí, porque detrás de la batería encontramos una entrada MIDI gracias a la cual podemos conectar el periférico a un ordenador para usarlo como instrumento digital, además de la oportunidad de conectar directamente a la batería otros instrumentos como podrían ser un teclado.

La nueva guitarra es aproximadamente un 25% más grande que la Gibson Les Paul de Guitar Hero III y su tamaño se asemeja más al de una de verdad. Como novedad principal incorpora una barra deslizante llamada Slide Bar que nos permite hacer efectos como el wah-wah-wah o bien enlazar notas en unos tramos determinados de canción solamente con deslizar el dedo por su superficie táctil. Es una nueva opción similar a los botones de punteo de Rock Band que consigue añadir algo más de complejidad a un instrumento que había sufrido pocas mejoras hasta el momento. Esta nueva característica puede parecer algo desconcertante para el jugador, al principio, pero enseguida le pillarás el truco. No obstante, muchos se acabarán rindiendo ante la dificultad que supone mover la mano por el mástil (como ya hacen con la Fender Stratocaster del RB) y acabarán tocando con los botones clásicos. La barra de vibrato es ahora más grande y cómoda, además se ha añadido un nuevo botón para activar la energía estrella sin necesidad de levantar la guitarra. Donde realmente destaca el periférico, de todos modos, es la sensación que deja al tacto. Realmente podemos decir que estamos ante la mejor guitarra de este tipo creada hasta la fecha, todo en ella se ve sólido y robusto, y si en anteriores modelos la pulsación de los botones ya era digna de elogio en esta ocasión todavía es mejor.

Para el bajo se utiliza la guitarra normal y pocas novedades se han incorporado a parte de la posibilidad de rasguear con la palanca sin necesidad de pulsar los trastes. Sólo queda entonces el micro, que a diferencia del resto de instrumentos va con cable. El cantante puede elegir entre dos formas de ver la letra sobre la pantalla, de forma estática como en una karaoke de los de toda la vida o con desplazamiento, como en un SingStar. A parte de esto, ninguna novedad para este instrumento, en el que, como siempre, se recompensa más acertar el tono que se nos pide que conocer la letra.