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IL-2 Sturmovik: Birds of Prey

Cambio de rumbo.

Estas tres dificultades permiten, dentro del mismo juego, experiencias totalmente diferentes, nada que ver con los diferentes niveles de dificultad en otros juegos. Es como si jugando a Halo en modo legendario, el Jefe Maestro pudiera tropezarse o caérsele el arma de las manos. Esto permite, como he dicho antes, que este juego pueda ser disfrutado por cualquier persona, aficionada a los aviones o no, y le proporciona una rejugabilidad tremenda al haber tanta diferencia entre cada modo de dificultad, especialmente entre el primero –arcade– y los otros dos. El problema es que conseguir un Joystick para consola no es tan fácil como para PC, y tratar de controlar nuestra nave en los niveles altos con un mando se puede convertir en un verdadero "pain in the ass". Peor es el hecho que, al estar diseñado para manejarse con pad, si utilizamos un Joystick no encontraremos toda la precisión que buscábamos.

Aunque como veis las tres dificultades dan para mucho, lo cierto es que el planteamiento de las misiones no variará. La mayoría empiezan ya en el aire y acaban al terminar los objetivos o huir de la zona, de manera que rara será la vez que tengamos que despegar o aterrizar. De igual forma, aunque haya misiones secundarias dentro de cada fase, ni se acerca a la versatilidad y personalización de las misiones del sus predecesores.

Vale la pena comentar que también podremos dar órdenes tácticas a nuestro escuadrón, el cual por lo general nos seguirá y asistirá disparando a nuestros objetivos. La cruceta servirá para dicho fin, y también podremos llevar aviones con capacidad para misiles o bombas, los cuales me han dejado algo frío debido a que la munición se regenera rápidamente en cualquiera de las dificultades, al no haber la opción de volver a la base a reabastecerse.

IL-2 Sturmovik nos ofrece un modo campaña con 20 misiones ambientadas en 6 conflictos diferentes de la Segunda Guerra Mundial. A esto hay que añadirle 50 misiones "sueltas" que iremos desbloqueando y que, si bien no guardarán relación con el argumento de cada campaña, alargarán considerablemente la vida del título aportando no sólo horas de juego extra, sino situaciones y misiones totalmente únicas. Además, estas misiones nos darán algo más de libertad –como la que hay en los mentados simuladores de esta saga– tanto a la hora de prepararlas como al cumplir los objetivos.

Los seis ambientes en los que se desarrolla la campaña varían lo suficiente como para tener su personalidad propia, tanto a nivel de objetivos como de bandos enfrentados y escenario en general. Empezaremos con la Batalla de Inglaterra, para después participar en conflictos como la disputa de Stalingrado, las Árdenas, Sicilia, Korsun y el asedio a Berlín. Durante estas campañas encarnaremos a pilotos históricos, según el bando y el lugar, y completándolas desbloquearemos nuevas aeronaves y otros famosos ases del aire –sólo cuatro pilotos son jugables en campaña. De todas formas, siempre llevaremos a los aliados y únicamente alternaremos entre pilotos ingleses y rusos según el escenario.

No falta el modo multijugador en el que podremos vivir intensas batallas aéreas vía Internet, con un máximo de 16 jugadores, pudiendo además alterar un montón de variables como la mentada dificultad, la situación metereológica, el lugar y la hora, además de restricciones en lo que respecta a aviones y armamento. Por si fuera poco, hay varios modos de juego más allá del típico deathmatch y team deathmatch, como un modo que se basa en disputar el control de varios aeródromos repartidos por el mapa, y otro en el que tratar de destruir la infantería y los carros enemigos antes de que ellos acaben con el nuestro.

Lo que sí conserva de sus predecesores es la enfermiza fidelidad histórica y los extras. Al ir desbloqueando aviones, en el modo Hangar tendremos una completa lista de ellos con su descripción, modelo en 3D y todas las combinaciones de armamento posibles. Del mismo modo, existe otro modo en el que informarse sobre cada batalla, cada hecho, conocer pilotos y otras curiosidades, gracias a una serie de entradas al más puro estilo Wikipedia repletas de datos e información histórica. Geniales estos dos apartados.