Left 4 Dead 2
Estuve en el apocalipsis zombie y viví para contarlo.
Las campañas muestran la cara y la cruz. En general están bien ambientadas, pero muchas veces se muestran demasiado continuistas con respecto al primer título, sin tener en cuenta que los escenarios de día quitan gran parte de la tensión (exceptuando alguna que otra con decenas de Witch). Pero las pantallas que son buenas, son geniales. La campaña al completo Dead Carnival es un festival de sangre y vísceras en medio de un parque de atracciones con galerías de tiro, montañas rusas, payasos a los que tocar las narices (literalmente) y que culmina en un espectáculo sin igual que la ha convertido en la favorita de casi todos los que conozco. Dead Center, por su parte, es un homenaje descarado a Amanecer de los Muertos, con un centro comercial muy similar al de Monroeville, con su armería al lado y todo. Como apunte: la campaña que muestra la demo es la peor de todas.
Los “Season Finale” de cada campaña se han mejorado... en algunos casos. Hard Rain y Swamp Fever repiten el esquema de aguantar hasta que venga la ayuda, mientras que Dead Center entronca con el Modo Búsqueda. The Parish te obliga a atravesar un puente en lo que supone una inyección de adrenalina en vena y que probablemente es el más difícil de todos y el final de Dead Carnival merece que se escriba una palabra nueva para ella sola. De buena, me refiero.
Me dejo muchas cosas: los infectados comunes específicos de cada pantalla (antidisturbios, obreros...), las nuevas armas y sus complementos, el desfribilador para resucitar y la adrenalina para pasar por en medio de una horda con un chute impresionante encima, las motosierras, y sobre todo muchos detalles que hay que descubrir jugándolo. Puedo comprender que sepan a poco a quien haya pasado cierto tiempo con el primer juego, pero de verdad recomiendo probar la versión completa (una vez más: la demo no le hace justicia) para ver que realmente existe un salto importante entre ambos juegos.
No quiero terminar sin remarcar que el Source ya se mostraba renqueante en L4D y en L4D2 pide a gritos un salto técnico. Realmente las mayores mejoras que se han visto han sido las físicas (ligeramente) y las posibilidades de despiece del personal, amén de una cantidad de sangre a años luz de distancia de la anterior entrega. Al final no son los gráficos los que determinan qué juegos terminan triunfando en el online, pero no le vendría mal un lavado de cara.
Left 4 Dead 2 mejora exponencialmente a su predecesor, pero no a golpe de salto gráfico o inclusión de nuevo elementos porque sí: afecta directamente al núcleo jugable partir de mejoras tan pequeñas e imperceptibles por sí mismas como equilibrantes en conjunto. Vave ha hecho sus deberes: ha jugado a Left 4 Dead, ha apuntado sus errores y quejas y se ha marcado un tanto corrigiéndolos hasta crear prácticamente un juego nuevo. Quizá a quien lo compró en su momento y todavía tiene con quien jugar no le compense totalmente, pero si aún no lo habías probado esta es un oportunidad de oro para sumergirse en un Apocalipsis zombi como no ha habido otro igual.