Let's Tap
El primer videojuego que puede jugar hasta un pingüino.
"El primer videojuego que hasta un pingüino podría jugar". Esta es la frase promocional con la que PROPE creaba expectación el pasado mes de septiembre antes de anunciar su nuevo proyecto. En aquel momento nos asaltaron todo tipo de dudas alrededor de tan curioso eslogan. ¿Podría ser algo relacionado con Prinny?; ¿Un nuevo PenPen que nos hiciese rememorar los inicios de Dreamcast?; ¡¿El retorno de Pengo?! No, al final ha resultado ser algo totalmente distinto y nuevo. Su nombre es Let's Tap y se trata de una de las propuestas más originales que hemos probado en los últimos tiempos. Acaba de salir para Wii en Europa y es un título donde aquello del control intuitivo se lleva a su máxima expresión.
Antes de entrar en la cuestión, cabe destacar que PROPE es un estudio japonés formado en 2006 por ex-miembros del Sonic Team y liderado por Yuji Naka, el creador del erizo azul y uno de los antiguos hombres fuertes de SEGA. Es necesario tenerlo en cuenta, pues este Let's Tap es un juego que concuerda perfectamente con la filosofía de un portfolio en el que encontramos desde Nights, hasta los ratones de Chu Chu Rocket o la fiesta de Samba de Amigo. En Sonic podíamos hacerlo todo con un solo botón, Samba de Amigo mimetizó un instrumento como eran las maracas y Chu Chu Rocket acercó la sencillez arcade al complejo mundo online. Ahora, Let's Tap va un paso más allá y nos planta ante las narices una simple y corriente caja de cartón como única interfaz de control. Es casi una carrera de superación personal por parte de un diseñador de juegos de la vieja escuela por hacernos las cosas más fáciles.
Let's Tap se juega dando toquecitos con los dedos sobre una superficie. Eso es todo, convierte esa costumbre tan típica que tenemos cuando estamos en la inopia en la propia mecánica del juego. Los pasos a seguir son abrumadoramente sencillos para estos tiempos que corren. Lo primero es colocar el Wiimote sobre una superficie (en principio se aconseja hacerlo sobre las cajas de cartón que acompañan al juego, aunque se puede hacer sobre muchas otras) y una vez que lo hagamos la consola lo detectará. Lo siguiente es algo tan sencillo como comprender que el juego es capaz de detectar tres tipos de golpes: suave, medio, y fuerte. Los dos primeros los haremos generalmente con las yemas de los dedos sobre la caja, mientras que para el fuerte daremos un golpe más seco con todos los dedos a la vez. Por su parte, hemos comprobado que los niños más pequeños van más a saco y usan toda la mano para dar golpes, algo que también detecta bien el juego.
Después de este breve tutorial ya podremos empezar a jugar a uno de los cinco mini-juegos que Let's Tap incorpora. No obstante, antes de empezar a hablar de ellos no quisiéramos olvidar un par de hechos significativos. El primero es que una vez que el juego nos haya aleccionado será difícil volver a encontrarnos con el tutorial a no ser que investiguemos mucho entre sus opciones. Esta decisión es sutil y acertada ya que subraya todavía más la sencillez de su mecánica. Así, podríamos decir que solamente es necesario que aprenda a jugar el primer jugador, porque el resto lo aprenderá por imitación, como lo harían los niños pequeños al copiar a los adultos. En segundo lugar tenemos algo tan ejemplar como que el juego nos de la posibilidad de movernos por los menús a base de los mismos golpes y dobles-golpes (como el doble-click de un ratón). Toda una demostración de coherencia.
El primer mini-juego es sin duda alguna la estrella del pack, su nombre es Maratón y consiste en carreras de velocidad entre unos simpáticos atletas de colores. Para jugar empezamos repiqueteando suavemente la superficie sobre la que hemos colocado el mando de Wii para que nuestro hombrecillo de los primeros pasos y arranque a correr. Luego aumentamos ligeramente la velocidad y la intensidad de los golpes para que vaya más rápido, y finalmente tenemos la opción de dar un golpe fuerte y seco para poder saltar los obstáculos que nos encontremos por el camino. Como en muchos juegos de Wii, estamos ante un tipo de mecánica que democratiza el nivel de los jugadores hasta el punto que un jugador novato puede ganar fácilmente a uno que tenga algo más de práctica. Esto no quiere decir que el control no sea preciso, es simplemente una consecuencia de la sencillez del juego y de la concentración que ponga cada uno. En muchas ocasiones nos desesperará que nuestro personaje salte cuando no debería y cosas así, pero no podemos achacar esto a imprecisiones de la máquina, pues en general la detección de los golpes es sólida. A lo largo de diferentes niveles en perspectiva horizontal (que quizás se quedan algo cortos en número) se puede pasar un rato muy entretenido para partidas ocasionales, sobre todo si jugamos varios al mismo tiempo.