Los ocho videojuegos que definieron la primera PlayStation
Final Fantasy VII
Final Fantasy VII
En el último trimestre de 1997 Final Fantasy VII arrasó en Occidente por sorpresa, como un ciclón descontrolado que casi nadie había visto venir. Es cierto que venía precedido por un atronador éxito en Japón, pero pocos esperaban que un JRPG perteneciente a una saga desconocida fuera del país nipón pudiese convertirse ya no solo en uno de los títulos clave para entender el éxito de PlayStation, sino en uno de los videojuegos más recordados y queridos de todos los tiempos (lo cual explica el entusiasmo con el que se recibió el anuncio de su esperado remake en el pasado E3 2015).
Final Fantasy VII supuso el primer contacto de muchos jugadores occidentales con el rol japonés, un genero que gracias al juego de Square gozó de una enorme popularidad en tiempos posteriores. El memorable guión de Kazushige Nojima y Yoshinori Kitase (siempre recordado por *esa* escena con Aerith), la banda sonora de Nobuo Uematsu, el sistema de combate por turnos, las numerosas cinemáticas pre-renderizadas, la mezcla de sprites 3D con fondos 2D y una duración que fácilmente podía superar las cien horas son solo algunas de las razones por las que Final Fantasy VII encandiló a casi diez millones de jugadores en todo el mundo.
El éxito de crítica y público convirtió a Final Fantasy VII en un clásico instantáneo, y en uno de los juegos exclusivos que más ayudaron a apuntalar las ventas de PlayStation, iniciando además una fructífera relación con Sony que permitió la llegada de secuelas como Final Fantasy VIII o Final Fantasy IX (quizás la obra culmen de la saga) y productos derivados como Final Fantasy Tactics. Los arrolladores efectos de su lanzamiento fueron especialmente dolorosos para Nintendo, quien hasta entonces había tenido a la franquicia en exclusiva y veía como la decisión de optar por los cartuchos provocaba la pérdida de uno de los títulos que, a la postre, acabaron resultando fundamentales dentro de la quinta generación de consolas.