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Los periodistas de videojuegos

¿Por qué leemos lo que leemos?

El futuro de la prensa escrita dedicada a los videojuegos pasa, dicen, por Internet, que el soporte en papel está muerto, no tiene futuro. Alabando la inmediatez de la noticia, la comodidad doméstica de lectura y del acceso de la información de forma prácticamente inmediata, la posibilidad de contrastes y elección de distintos puntos comunicativos para obtener una visión más amplia sobre una misma noticia o dato, todo son ventajas aparentes, un páramo virgen de información sin restricciones en el que cualquiera puede acceder por pasiva y por activa, cualquiera puede leer cualquier cosa, cualquiera puede participar con sus aportaciones de propio cuño, quien no escribe es porque no quiere, quien no lee es porque no sabe.

La mentalidad de esta súper familiaridad, de este “todo el mundo es bueno” es exageradamente positiva y sobradamente bienintencionada. ¿Recuerdan la película Demoliton Man protagonizada por Sylvester Stallone y Wesley Snipes? El mundo idílico en el que la gente se saluda con un aséptico “Propicios días” y el sexo se lleva a cabo sin ningún tipo de contacto físico se ve sacudido por la aparición de dos bárbaros de nuestros tiempos que se comportan como ahora a nosotros nos parece normal y coherente.

Al ver Demoliton Man ¿de parte de quién se pone el espectador? ¿De la ñoña y perfecta sociedad o de los brutos que no saben utilizar las tres conchas para limpiarse el trasero? Es injusto preferir la testosterona y los mamporros antes que soñar con las calles limpias y vehículos perfectos pero sin embargo es lógico y esperado, la película se desarrolla dentro de una utopía en la que los defectos que sufre la ciudadanía están provocados, precisamente, por actitudes bárbaras y muy propias de nuestro tiempo: envidia, avaricia, ansias de poder. Las utopías abogan por la perfección, tanto que por definición resultan ser imposibles e irrealizables tal y como se plantean.

Que la prensa del videojuego se quede en formato digital también es una utopía porque aunque nos venga con mil y una ventajas siempre habrá brutos que nos harán dudar de su veracidad, que aunque tengamos acceso a la información vayan ustedes a saber si esa información es adecuada.

Los artículos sobre videojuegos se basan mucho en la opinión personal del redactor, en el yugo de los anunciantes que amenazan con retirar toda publicidad si no se reportan datos positivos sobre sus juegos; en el subjetivismo al fin y al cabo, en el criterio de un redactor que puede estar o no de acuerdo en la calidad de un videojuego y plasmar su punto de vista tal y como él lo entiende, ni correcta ni erróneamente, sólo a su manera.

Eso es lo que leemos, su opinión, su postura, su criterio, la forma de ver el mundo que tiene una persona concreta, una persona que puede ser cualquiera; por tanto cualquier opinión, postura o criterio nos llegará de la misma manera, posiblemente para nosotros tenga el mismo nivel de credibilidad Menganito que Fulanito porque la puñetera aldea global conformada por facebooks’s, blogs, grupos de Messenger y Flickr’s permite que todos seamos iguales, que tengamos las mismas posibilidades y capacidades, la exaltación del puro comunismo. Que triste ¿verdad?

¿Me reconocerían que en su lugar de trabajo tienen compañeros lerdos, estúpidos y patanes que, oh Virgen Santa, tienen los mismos estudios o entrenamientos que ustedes? ¿Y verdad que alguno de esos lerdos, estúpidos y patanes es, maldita sea, un empleado de la empresa que se encuentra por encima de usted en el escalafón jerárquico, verbigracia de que es su jefe? Con el corazón el mano, venga, sin manías ni rencillas, sin odios ni maledicencias, hay personas que no merecen ni el aire que respiran y sin embargo ahí están, cobrando lo mismo o más que ustedes, haciendo su trabajo mal, muy mal, ya puede ser mecánico de coches, camarero, cajero de supermercado, programador de sistemas, periodista, butanero o médico, usted sabe que hay gente con capacidades inferiores de la misma manera que hay otros con capacidades extraordinarias.