Magic: The Gathering - Duels of the Planeswalkers
Cartas descafeinadas.
Richard Garfield, que en su niñez debió sufrir hasta límites insospechados con ese apellido, decidió vengarse de los crueles infantes convirtiéndose en profesor de matemáticas. Tal era su resentimiento y sed de venganza que no se contentó con arruinar la vida de los retoños en el colegio, sino que decidió martirizarlos incluso fuera de él. Para ello creó en 1993 el juego de cartas Magic: The Gathering.
Yo mismo me vi enganchado a este instrumento del Diablo, editado por Wizards of the Coast. Acuden a mi memoria sensaciones del siglo pasado, de tardes de invierno con el culo helado por lo frío que estaba el suelo del portal donde jugábamos, de tardes de verano asfixiantes en ese mismo portal, de vecinos malhumorados que nos preguntaban cuándo demonios nos íbamos a ir del portal.
El éxito de Magic fue descomunal y los juegos para plataformas digitales no tardaron en llegar. Ahora le toca el turno a Xbox 360 con Magic: The Gathering - Duels of the Planeswalkers, ya disponible en el bazar de XBLA por 800 puntos.
Para los que hayan pasado los últimos veinte años abducidos y no sepan nada sobre las Magic, el juego dispone de un completo manual de instrucciones y un buen tutorial donde se nos explica perfectamente la mecánica del mismo, además de poder contar con ayudas en la partida. Por supuesto, todo está en español, un lujo del que yo no dispuse cuando empecé a jugar con estas cartas, ya que como recordarán los más viejos del lugar, al principio venían en inglés. No obstante, me vino muy bien, ya que gracias a las Magic y a esa biblia de la lengua inglesa que es el Zero Wing me convertí en el pequeño Shekspir que soy hoy en día.
Empezamos el juego pudiendo elegir entre dos mazos predefinidos, uno verde y otro rojo. Para poder jugar con el resto de colores tendremos que vencer a los dieciséis rivales de turno, que iremos desbloqueando según les vayamos ganando. Además, con cada victoria que obtengamos se nos premiará con una carta del color de tu baraja. Es un sistema que incita a seguir jugando, si bien es cierto que no puedes elegir qué carta desbloquear ni el color de la misma.
Como añadido, existe la posibilidad de varias personas jueguen la campaña en una misma consola. Junto a un amigo podréis enfrentaros a otro par de jugadores controlados por la máquina. Es un modo de juego que no he encontrado particularmente interesante, tal vez porque mi novia no tenía ningunas ganas de jugar conmigo, pero siendo un añadido no está de más. Cuenta además con tres niveles de dificultad, de los cuales el último es bastante difícil.
Además del modo Campaña, podemos jugar un modo Desafío, donde se nos plantean ocho retos que consisten en resolver una situación de juego en la que, a priori, estamos en clara desventaja. En realidad, este modo de juego podría incluso ser considerado una parte del tutorial, ya que es una excelente manera de aprender las diferentes estrategias que pueden hacer ganar una partida aparentemente perdida.