Mechanic Master
El primer cartucho con mecánica en su interior.
Mechanic Master es la prueba irrefutable de que con un concepto simple y un diseño trabajado es posible crear algo realmente entretenido sin complicarse mucho la vida. De la mano de Midway, Most Wanted Entertainment propone un título basado en algo que a casi todos nos fascinaba cuando éramos niños: las máquinas de Goldberg. ¿Recordáis aquellos armatostes para vender chicles que tenían un enrevesado circuito mecánico por los que pasaba la bola antes de caer en la bandeja del dispensador? Pues cada uno de los distintos niveles de Mechanic Master es exactamente eso, y al igual que la máquina, su verdadero atractivo radica en contemplar cómo todo el sistema funciona en armonía para conseguir nuestro fin. Con la única diferencia de que esta vez la mecánica es tarea del usuario.
Por si no ubicáis el concepto aún, la Wikipedia define a las máquinas de Goldberg como cualquier aparato excesivamente complejo que realiza una tarea muy simple de una manera bastante indirecta y retorcida.
La historia del juego es puramente circunstancial, casi inexistente: unos alienígenas invaden un planeta que se intuye La Tierra y nuestro trabajo será combatirlos a lo largo de 100 ingeniosos niveles. Para ello dispondremos de una gran variedad de objetos combinables entre sí para lograr un sistema capaz de llevar a cabo las tareas requeridas en cada fase. Entre ellas liberar humanos de sus jaulas, abrir barreras, eliminar aliens, y un largo etcétera. Para que no resulte aburrido a la larga también se han creado niveles que se solucionan mediante trazos al más puro estilo de Kirby y El Pincel del Poder, combinados con portales remotamente similares a los vistos en Portal. En ambos modos será fundamental ser creativo y tener siempre presente el concepto de gravedad y movimiento. Cinética, sería la palabra perfecta para definir a Mechanic Master.
Tales acciones se llevan a cabo de forma efectiva gracias a un control muy intuitivo que aprovecha las características táctiles de la consola al cien por cien. De hecho el juego es puramente táctil así que tened preparado el stylus.
Para completar los rompecabezas basta con arrastrar los objetos desde la barra de herramientas situada en la parte inferior de la pantalla hasta el punto en el que supuestamente son necesarias y darle al botón de inicio para que todo empiece a funcionar. Valga el siguiente ejemplo como ilustración: la caída de una pelota de tenis acciona un aerosol que enciende un mechero y a su vez éste acciona un mecanismo rotatorio. Su movimiento puede aprovecharse uniéndolo con tensores a varias cintas transportadoras sobre las que descansa un cubo de basura, que al caer atrae al robot de la limpieza, aprovechando así su trayectoria para activar un pulsador que abre la compuerta sobre la que descansa el alienígena, inaccesible a priori. ¡Uf, que lío! diréis, pero no, en la práctica es bastante más sencillo de ver.
Como os podréis imaginar el factor ensayo y error es una constante presente en todos los niveles, pero la buena noticia es que el fracaso no está penalizado, así que el único reto será, además de conseguir construir la máquina o realizar los trazos correctos, es hacerlo en el menor tiempo posible.