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Momentazos 2010

Quedaron grabados en nuestras retinas.

Con Heavy Rain teníamos muchas dudas, David Cage nos había hypeado hasta límites insospechados, el juego tenía muy buena pinta pero su propuesta innovadora también podía acabar estrellándose. Xavi Robles fue el primero en poner sus manos sobre el juego y, afortunadamente, nos mandó un mensaje tranquilizador. El juego molaba y el momento en que se desvelaba la identidad del asesino del origami un auténtico momentazo, ¿verdad Xavi?

"Aunque ha habido varios, ninguno me ha quedado tan grabado como ese en el que se desvela, por fin, quién es el Asesino del Origami en Heavy Rain. Es cierto que luego, cuando te lo pasas e intentas reconstruir la historia, empiezas a encontrar lagunas e incongruencias que la desmerecen un poco. Heavy Rain tiene un montón de fallos y se le puede criticar por infinidad de cosas, pero es valiente y fresco y sale de esos temas tan sobados que tanto me están empezando a cansar -grandes espadas, palancas, fantasía, etc-.

Sin embargo esa tarde, en la que estaba jugando a toda prisa a Heavy Rain para tener listo el análisis, todo se paró de golpe. Habían ido construyendo una tensión durante varias horas, barajaba varios nombres... y luego va y me plantan ese fantástico flashback. ¿Quiénes son esos niños? ¿De qué me suena esto? Un montón de piezas que todavía no encajaban. Y al final, PAM, va y suelta el nombre. Sin más, al final de una frase, y todo sigue pero tu te quedas ahí y sientes como algo explota. Ese instante, ese nombre, es para mi el momento clave de este 2010."

Otra persona que ha vivido grandes momentos este año ha sido el becario de Eurogamer.es, si no recuerdo mal ya os lo presentamos hace tiempo. Como enteonces no desvelaremos su identidad porque el convenio nos prohíbe hacerlo, pero sí que hemos considerado oportuno recoger sus declaraciones. Y es que además de limpiar la oficina, bajar a por los cafés e ir a Correos para enviar los juegos a los redactores también le dejamos jugar de vez en cuando. Así, uno de los títulos que más le impresionaron allí por abril fue Splinter Cell: Conviction. La última aventura del espía Sam Fisher le llegó al corazón:

"Marcar y Ejecturar son dos palabras que han cambiado de significado desde que jugué a Splinter Cell: Conviction. Este juego redefinió mi concepto del flow, era un continuo fluir, un PIM-PAM-PIM-PAM de ejecuciones letales y perfectas que me volvió literalmente loco. Poder afrontar las situaciones de formas tan distintas, la forma cómo se mostraban las misiones, poder apagar las luces y convertirte en una p*** pantera. Ese PIM-PAM-PIM-PAM me hizo un hombre".

Alan Wake también llegó por esas fechas. Después de esperarlo tantos años para muchos fue ciertamente decepcionante, pero otros cayeron presos de su ambientación. Es lo que le pasó a Gustavo Benéitez, que desde entonces lleva una mini-linterna como llavero porque le da miedo estar a oscuras en el parking.

"Cuando por fin apareció Alan Wake volví a encender la consola, de noche, y empecé a caminar por aquellos parajes de Bright Falls, con el viento azuzando mis oídos, con la linterna revelando pedazos de terror y con la angustia de la escasez de munición. Recuerdo con especial entusiasmo la primera vez que, inmerso en la oscuridad del bosque, desenfundé una bengala y todos los que me rodeaban cayeron fulminados bajo su luz salvadora. Ambientación perfecta."

El gran Red Dead Redemption no podía faltar en esta artículo. No sólo porque se ha sido elegido como Mejor Juego de 2010 según la redacción de Eurogamer.es, sino porque también atesora toneladas de momentos irrepetibles. Como veréis, nuestro becario quedó profundamente afectado por el juego de Rockstar San Diego:

"Laura me dejó por culpa de este juego. Fueron dos semanas en las que apenas le devolví las llamadas, pero es que la aventura de John Marston me atrapó totalmente. ¿Momentazos? Tiene un puñado, el final es jodidamente épico. O que empieces cabalgando un burrito en el multi, eso sí que no tiene precio. Pero lo que más recuerdo son los personajes secundarios que encuentras a lo largo de tu travesía por el Salvaje Oeste. Dos de ellos golpearon duramente mi conciencia. El primero era aquel viejecito que quería que recogieses flores para su amada, quienes lo hicieron sabrán porqué lo digo. Y el otro fue aquella chica que tirada en medio del desierto había perdido completamente el norte y pensaba que era una especie de enviado de Dios. ¿Pues sabéis qué? Dios bendiga a Rockstar."