Monster Hunter Tri

Aquellos que ya erais fans de la saga sabréis de sobra que es en las partidas cooperativas donde se saca más partido de lo que ofrece Monster Hunter. Jugar con otros jugadores no solamente representa la posibilidad de luchar con monstruos más grandes sino también de hacerlo de otra manera, planificando una estrategia, elaborando un plan de ataque, etc. Y por favor, no nos olvidemos de lo más importante... ¡¡Lucir nuestro equipamiento!! Como pasa con World of Warcraft y demás MMORPGs, Monster Hunter también tiene grandes dosis de pasarela de trajes horteras y de lucir el palmito ante la estupefacta mirada de otros jugadores. El orgullo de desfilar con una armadura hecha de las escamas de un temible Lagiacrus cazado por nosotros mismos es el equivalente en el mundo real de hoy de ir por la calle y de repente sacarnos un iPad de la mochila. Somos simple y llanamente, los más molones del barrio. El componente fardar está muy presente en estos juegos y también en Monster Hunter Tri. Gracias a que puedo jugar en una versión del juego en la que todo está desbloqueado tengo un baúl lleno de armas y armaduras a cada cual más espectacular. Cuando nos reunimos los cuatro que haremos la partida en la Taberna para aceptar una misión y salir de caza parece que estemos en pleno carnaval de Rio.

Antes de cruzar heroicamente las puertas de la ciudad tenemos la oportunidad de charlar entre nosotros. Como ya pasaba en las otras entregas de la saga disponemos de un sistema de expresiones con el que nuestros personajes pueden hacer las acciones básicas de saludar, mostrarse furioso, bailar (que nunca quiten este comando por favor)... Ademá, también tenemos un chat, función para la que será recomendable que conectemos un teclado USB a la Wii. Además, existen otro tipo de indicadores de estado, como si estuviéramos en el messenger, con ellos podemos decir al resto de jugadores que no queremos hablar y solamente queremos ir al trapo, que buscamos grupo para ir de aventuras, etc.

Una vez en campo abierto empieza la diversión, lo primero de todo es encontrar a la que criatura que nos han encargado que cacemos. Es en estos primeros compases de la misión donde advertimos dos detalles importantes, por un lado tenemos la fantástica adaptación que se ha hecho del control para que podamos desplazarnos, seleccionar objetos y comunicarnos con el resto de personajes todo al mismo tiempo. Un jugador experto podrá hacer las tres cosas al mismo tiempo gracias a las tres configuraciones de control que ofrecerá. La otra cosa que advertimos es la vocación claramente online del título (por si no había quedado claro), y es que mientras que las entregas para PSP estaban enfocadas en el ad-hoc y el juego local este título está totalmente pensado para el online. En este sentido se agradece mucho que el juego sea compatible con el micrófono multidireccional Wii Speak. Lástima, eso sí, que las pantallas de carga en el mundo abierto sigan sucediéndose de forma muy habitual mientras vamos en la búsqueda del "bicho".

Como ya llevamos un buen rato masacrando a los pobres dinos que campan por sus anchas en este mundo decidimos optar por algo más retante y nos dirigimos a la guarida submarina del mencionado Lagiacrus, que para aquellos que no lo conozcan es el monstruo emblemático de esta edición. Antes de ir constato uno de los aspectos más trabajados del juego, me refiero al ecosistema. Las criaturas interaccionan entre si con bastante naturalidad. Será habitual que nos quedemos embobados no solamente por los bonitos paisajes del mundo del juego sino también por las interacciones entre las especies. Pero no nos descentremos que tenemos un monstruo gigante que cazar. Dado que el susodicho es una criatura acuática será una buena oportunidad de ver que tal está lo de cazar bajo el agua, la principal novedad de Monster Hunter Tri.