MotoHeroz
Jugando a ser héroes.
RedLynx ha logrado hacerse un hueco en el abarrotado mundo de las descargas digitales. Tras el difícil y exitoso Trials HD para Xbox Live Arcade la desarrolladora finlandesa ha decidido llevar los fundamentos y la esencia que forman la columna vertebral de la mecánica de Trials a Wii con MotoHeroz.
Disponible solo a través de WiiWare, MotoHeroz es un juego de carreras que añade a la experiencia un mayor factor de plataformeo en un mundo en dos dimensiones lleno de colores que se apoya en un agradable estilo desenfadado e infantil que no es lo que parece. Y es que el desafío, que va revelándose poco a poco a medida que completamos los niveles, es mayor de lo que podemos creer en un principio.
Su jugabilidad se basa en la física de los objetos y en unos controles totalmente arcade para avanzar y para resolver algunos puzles, permitiendo momentos de auténtico frenetismo al volante mientras avanzamos por escenarios ambientados en junglas, desiertos, parajes helados, túneles subterráneos o desafíos aéreos que hay que superar en el menor tiempo posible. Los escenarios tienen intrincados caminos, obstáculos, potenciadores y vueltas imposibles que requieren de una rápida respuesta y que cuentan con varias vías para llegar a la meta.
Sujetando el mando de Wii en posición horizontal, la sensación que tenemos al acelerar por primera vez es de fragilidad, de temor a que nuestro coche salga volando o se estampe contra una roca y quede hecho añicos a la primera de cambio debido la exagerada suspensión de los vehículos. Un factor a tener en cuenta: aquí los coches no explotan. Eso no solo permite dar rienda suelta a nuestras ganas de hacer locuras sino que deja que nos centremos en lo que verdaderamente importa en este juego, que es correr sin mirar atrás y superar los niveles de la forma más espectacular y rápida posible. A eso ayuda el hecho de que tanto la aceleración con el botón 2 como la marcha atrás con el botón 1 van a la misma velocidad, por lo que podemos alternar entre las dos instantáneamente para mantenernos corriendo y superar los niveles con mayor rapidez.
Cada uno de ellos presenta un desafío determinado -superar a un fantasma, llevar un objeto o un personaje hasta la meta, superar una carrera, evitar que un coche enemigo te aplaste, etc- pero la mayoría de ellos no son más que variaciones de modos contrarreloj.
Como el juego se basa totalmente en el uso de las físicas y en nuestra precisión, cada vez que estamos en el aire tenemos que usar la cruceta de control para modificar el ángulo del vehículo y compensar su peso para lograr que aterrice con delicadeza sobre la pista. Caer y no equilibrar hace que el vehículo vuelque y eso puede llevarnos a superar todo un nivel dando vueltas de campana, que ojo, puede ser un método poco ortodoxo, pero también tiene su gracia.
Para devolverlos a su posición original bastará con hacer aspavientos con el mando de Wii. Aunque puede que muchos crean que es la solución idónea, sigo sin ver como algo intuitivo y cómodo el tener que agitar los brazos para devolver el coche a su posición cuando estoy completamente centrado en ver por dónde voy y en que el vehículo se mantenga estable. Es un poco como una contradicción; tanta sensación de fragilidad que se quiebra moviendo el mando sin piedad. Tardas un poco en acostumbrarte. Eso no priva en ningún momento que podamos disfrutar de un genial diseño de niveles aderezado con rutas alternativas, secretos por encontrar, monedas que coleccionar y un equilibrio milimétrico para que, a poco que domines el asunto, puedas disfrutar de carreras frenéticas, improvisadas a veces, pero casi siempre muy satisfactorias.