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Ninja Gaiden Sigma 2

Hack 'n Slash de la vieja escuela para PS3.

Tomonobu Itagaki quizás sea más conocido por su afición a la cerveza, sus bravuconadas con la prensa (siendo su objetivo preferido denostar la saga Tekken), su amor por Xbox 360 (y odio por PlayStation 3) o incluso por presuntos casos de acoso sexual, pero nadie puede negar que como diseñador de videojuegos el tipo tiene un talento especial. Tras unos inicios modestos en Tecmo, como programador de títulos menores como Tecmo Bowl, Itagaki alcanza la madurez creativa con Dead or Alive, quizás el mejor de todos los juegos de lucha en 3D surgidos tras el éxito de Virtua Fighter. Una vez puesto al mando del Team Ninja es cuando su carrera despega de forma definitiva, demostrando no poca maestría con el reinicio de la clásica franquicia Ninja Gaiden para Xbox. Ahora, un año después de su publicación en Xbox 360, llega a PlayStation 3 la conversión de su segunda parte, dirigida por un nuevo productor y con algún que otro polémico cambio. La pregunta, claro, es saber si estará a la altura del genio.

Ninja Gaiden Sigma 2 mantiene esa curiosa mezcla entre mitología nipona, ambientación oriental y modernidad occidental característica de la saga. Una vez más encarnamos al ninja Ryu Hayabusa, que para variar debe enfrentarse a un clan de ninjas renegados que pretende despertar al archidemonio. El argumento no es gran cosa, e incluso roza lo ridículo por momentos, pero sí consigue mantener nuestra atención durante los 17 capítulos de duración que tiene el juego (que en el modo de dificultad más fácil, 'la senda del acólito', pueden superarse en 10-12 horas).

Ryu Hayabusa, ninja badass.

Esta versión incluye tres misiones extra que no aparecían en la versión original, todas ellas protagonizadas por personajes femeninos. Tenemos una con Momiji (personaje que apareció por primera vez en el Ninja Gaiden: Dragon Sword de Nintendo DS), otra con Ayane (de la saga Dead or Alive) y una con Rachel, a quien ya pudimos controlar en el primer Sigma. Es precisamente durante estas misiones donde entra en juego una de las novedades introducidas en Sigma 2 más publicitadas por Tecmo: el uso del sensor de movimiento del Sixaxis para mover los pechos de los personajes. Sin intentar pecar de puritano, no puedo evitar decir que esta inclusión es de un gusto más bien dudoso, y que obviamente no aporta absolutamente nada a la jugabilidad. Ninja Gaiden siempre ha sido un juego adulto, y convertirlo en una burla erótica de esta forma tan burda es un acto cuanto menos contraproducente por parte de Tecmo. También se añaden tres nuevos final bosses de gran tamaño, como la estatua de buda gigante que aparece al final del primer capítulo. No son cambios sustanciales, pero el segundo de ellos, que aparece en el quinto capítulo, sí que sorprenderá a más de uno por el uso que hace de uno de los iconos norteamericanos más conocidos.

Pero la gran novedad de Sigma 2 con respecto a su antecesor es la inclusión de un nuevo modo cooperativo llamado Misiones en Equipo (que en realidad sustituye al modo Misión de 360), con treinta misiones de dificultad variable que pueden ser jugadas online en compañía de un amigo (o con una IA controlada por la consola si jugamos offline). A pesar de que a priori la idea suena interesante, a las pocas misiones todo se vuelve bastante repetitivo, lo cual unido a un balanceo de dificultad no demasiado bien calibrado hace de este modo una inclusión interesante pero que podría haber resultado muchísimo más atractiva.

El modo cooperativo es la gran novedad de Sigma 2 frente al juego original.

El arsenal ninja a nuestra disposición durante el juego es considerable. Aparte de la típica espada podremos usar garras, báculos, cuchillas o incluso una guadaña. Esta variedad no es baladí, sino que cada tipo de arma se adapta a una determinada situación, y su uso en ciertos combates puede decantar la balanza a nuestro favor. Además, las armas pueden ser mejoradas hasta tres niveles, usando los puestos de herrero de Muramasa que encontramos a lo largo de nuestra aventura. Acompañando las armas ninja están los poderes mágicos (llamados 'ninpos'), los cuales consumen una energía llamada ki pero permiten realizar potentes ataques que nos pueden sacar de más de un apuro, y que al igual que las armas también se pueden mejorar si encontramos el objeto adecuado. El ki se recupera mediante la obtención de orbes rojos, mientras que la salud se recupera en los puntos de guardado o con orbes azules. Existe un tercer tipo de orbe, el amarillo, que nos ofrece dinero para comprar hierbas sanadoras en los puestos de Muramasa.