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Patapon 3

Cantos de victoria.

Patapon. Puede que muchos usuarios tengan prejuicios con un juego con un título tan peculiar, pero tras ese extrovertido nombre se esconde una de las sagas más innovadoras, divertidas y adorables del catálogo de PSP.

Porque tres entregas en sendos años es sinónimo de un incontestable éxito. Patapon 3 es una entrega quizás excesivamente continuista, pero que no pierde ni un ápice de la magia y el carisma que desprenden estos carismáticos bichejos.

Aunque en este título es secundario, en Patapon 3 encontramos un desarrollo argumental bastante pragmático. Nos metemos en la piel de un héroe, tratado como un Dios, que debe salvar a todos los Patapon de los seres malignos que les han convertido en piedra. Durante la aventura hay pequeños giros argumentales, pero como decimos, no será la trama lo que nos atrape ante de la consola.

Al comienzo de la aventura debemos designar qué clase de personaje queremos, -al más puro estilo Kingdom Hearts- a elegir entre un portador de una lanza, un arco o uno con un planteamiento más defensivo por medio de un escudo. Según nuestra elección el desarrollo cambia ligeramente a la hora de hacer frente a las misiones, pero no de una manera demasiado drástica.

A pesar de su aparente simpleza, Patapon 3 mezcla varios géneros. El principal es el musical, ya que para afrontar con éxito los diferentes niveles hay que tener un mínimo sentido del ritmo. A través de un compás de cuatro tiempos los Patapon realizan sus maniobras, que varían entre avanzar, atacar, defender, cargar, retroceder, saltar y purificar. Todo ello mientras las melodías suenan con un ritmo de lo más ameno y pegadizo.

Para realizar estas acciones hay que pulsar con el ritmo adecuado los botones de la consola y así llevar a cabo los diversos sonidos que se conjugan con las frases Chaka, Pata, Pon y Don. Según la combinación realizada se ejecutará una de las acciones comentadas anteriormente. Si encadenamos varias acciones realizadas correctamente de manera consecutiva llegaremos al estado "fiebre", el combo máximo con el que los enemigos sufren un poco más de daño.