Penny Arcade Adventures: On the Rain-Slick Precipice of Darkness, Episode One

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Four Gods wait on the windowswill / Cuatro dioses aguardan en el fuerte

Where once eight Gods did war and will / Donde una vez ocho dioses lucharon a muerte

And if the Gods themselves may die / Y si los dioses mismos pueden morir

What does this say for you and I? / ¿Qué significa eso para tí y para mí?

Con estas enigmáticas palabras comienza la intro de Penny Arcade Adventures: On The Rain-Slick Precipice of Darkness Episode One, la primera incursión de una de las tiras cómicas sobre videojuegos más famosas de Internet en el ámbito que está acostumbrado a parodiar. Los personajes ideados por Jerry Holins, con Mike Krahulik al pincel (o a la tableta gráfica, lo que utilice) para Penny Arcade cobran vida para traernos un título del que cualquiera se habría esperado una aventura gráfica point-and-click o un Action-RPG - incluso, por qué no, una aventura conversacional. Sin embargo, ha resultado ser un juego de rol por turnos que será distribuido en pequeñas dosis (este es el primero de una serie de episodios descargables; actualmente ya está el segundo a la venta), de la mano de HotHead Games. Y no les ha salido mal el experimento.

Nos situamos en Nueva Arcadia, en 1922, el apacible lugar donde vive nuestro recién creado avatar. O al menos lo era hasta que un robot gigante deja nuestra casa reducida a escombros, mientras dos desconocidos salen a toda pastilla en su búsqueda. Las ansias de venganza pueden con todo, y armados únicamente con un rastrillo nos unimos a estos dos sujetos, ni más ni menos que Tycho Brahe y John “Gabe” Gabriel, los protagonistas del citado webcomic, en pos de aquél que está dejando sueltos por toda la ciudad robots con tendencias asesinas (y algo obscenas, por qué no decirlo). Y, claro está, al robot gigante al que queremos atrapar para consumar nuestra venganza. En nuestro camino se cruzará un extravagante elenco de personajes que van desde la inteligentísima sobrina de Tycho hasta un “urinologista”, luchando contra malvados mimos o vagabundos armados con peligrosas botellas partidas.

El argumento es más simple que el mecanismo de un botijo (aunque no exento de giros argumentales bastante bizarros), pero no es hacia allí hacia donde se encaminan las conversaciones y escenas. Durante lo poco que dura el juego, apenas 6 horas sin contar el tiempo que dedicaremos a los Logros/Trofeos, seremos testigos de diálogos realmente desternillantes, con unos piques verbales memorables entre Tycho y Gabe. Todo el humor de las viñetas ha saltado al videojuego sin perder un ápice de calidad, incluyendo numerosas autoreferencias, sobre todo en forma de guiños como el gato que aparece en ciertos momentos (incluso como personaje de apoyo) y que pertenece a la época en que los chistes iban dirigidos a John Romero y su Daikatana. Sin embargo éstas han sido preparadas de forma que no afecten en ningún momento al desarrollo del juego, por lo que un recién llegado no deberá tener miedo de perderse.

El sistema de batallas por turnos es bastante conservador, uniendo cosas vistas en otros juegos, aunque en ocasiones den lugar a cosas interesantes. Como en FF VII y similares, deberemos esperar a que se rellene una barra para poder atacar. Solo que en realidad no es una, sino tres. Cuando se rellene la de “Usar Objeto”, empezará a subir la de “Ataque”, y si nos esperamos aún más podremos activar un Ataque Especial, que consistirá en pulsar una serie de botones (cada personaje tiene un minijuego diferente), que incluso podrá usarse combinado con nuestro compañeros. Podremos participar en la batalla de forma más activa gracias al Bloqueo. Si pulsamos el botón de bloqueo en el momento adecuado, podremos realizar desde un bloque parcial hasta, en caso de ejecutarlo en el instante preciso, un contraataque. Es importante remarcar que los objetos tienen bastante importancia, sobre todo a nivel táctico: potenciar nuestro ataque o bajarle la velocidad al enemigo en el momento adecuado puede inclinar la abalanza hacia nuestro lado.