PES 2011

La ambientación ha sido mejorada y los efectos climáticos están fielmente representados, si bien sigue cojeando la misma pata de la mesa: el sonido. El efecto de los chutes y los pases es a todas luces exagerado y no da una referencia realista de lo que realmente sucede en pantalla. Por otra parte, los comentaristas siguen en la línea de lo ofrecido en la anterior entrega, con algún nuevo comentario, pero con la tosquedad típica del género, que no logra acercarse a una retrasmisión perpetrada en televisión por las voces que les dan vida: Carlos Martínez y Julio Maldonado "Maldini". Se han incluido nuevos efectos de ambiente, por lo que podremos escuchar al speaker del campo así como a los jugadores hablando entre ellos y las indicaciones del técnico. En las versiones de PS3 y PC podremos personalizar las diferentes capas de audio, por lo que nos será posible añadir cánticos y voces de narración para nuestros jugadores y equipos.

Una vez en harina, y eso ya es lo que interesa, nos encontramos con ritmo más pausado de juego si lo comparamos directamente con PES 2010. Se ha optado por un sistema a caballo entre simulación y arcade, aunque parece que en esta ocasión se ha intentado ralentizar la acción para darle un toque más realista y no tan alocado. El resultado es, lógicamente, un sistema que recompensa el juego de construcción, basado en el pase y la apertura de espacios, que favorece a aquellos que pisan la pelota y se toman un segundo de más para dar el pase al compañero mejor situado. Como opción podremos seleccionar la velocidad de partido, algo que personalmente desaconsejamos por tratarse únicamente de un selector de revoluciones que convierte los partidos en una cinta de cine cómico.

La inclusión de la barra de fuerza a la hora de dar los pases abre un nuevo universo tanto en la salida del balón desde la línea de centrales como en la zona de circulación y últimos metros. Además de elegir la fuerza con la que habilitamos a un compañero, nos permite determinar según la distancia a quién dirigimos el pase cuando haya dos compañeros en la trayectoria del esférico. Pero ojo, porque deberemos medir con precisión atómica la fuerza con la que golpeamos el balón si no queremos dificultar la recepción del mismo en una zona comprometida, propiciando la perdida de posesión tras enviar una pedrada.

La naturaleza pausada de este Pro Evolution Soccer 2011 ha sido determinante para que por fin quede reflejado el talento de los llamados "bajitos". En anteriores entregas, jugadores como Xavi o Iniesta fueron plasmados como completísimos centrocampistas con unos valores de pase y golpeo realmente buenos, pero siempre teníamos esa sensación de que sus cualidades en el campo se quedaban algo cortas comparadas con las de la realidad. No eran tan determinantes. Ahora es una absoluta gozada verlos mover la pelota, como caracolean con el balón, como pisan adelante y atrás en un palmo de césped. Lo dicho, gozo para nuestros ojos.