Phantasy Star Portable
PSP PSP.
Este hobby nuestro está repleto de mundos olvidados. Ciudades cuyas calles y estructuras son tan familiares como lo es Brooklyn para un taxista de Nueva York. A veces, lugares tan complicados de recordar como lo sería rememorar los sueños que hemos tenido durante el último mes. Colinas, valles o bosques previamente entendidos como como parte de una geografía viva, marcando rutas camino de Rabanastra o la Ciudad Imperial, pronto se convierten en poco más que un puñado de texturas y polígonos. En casi todos los juegos, esos mundos corren el riesgo de ser olvidados, como si fueran restos arqueológicos hundidos en la sobrecargada memoria del usuario.
Para muchos exploradores, sin embargo, el de Phantasy Star Online (nacido en Dreamcast y modelo a seguir para cualquier multijugador espacial en consola) se fue pero nunca cayó en el olvido. Los recuerdos de combates junto a amigos y extraños por primera vez a través de sus corredores púrpura y carmesí siguen tan vivos que podríamos seguir dando pasos virtuales aún con los ojos vendados. SEGA puede haber desconectado los servidores, pero éste mundo siempre tendrá sus Hunters, Rangers y Force deambulando en la memoria por sí solos. Por todo esto, el PSO de la siguiente generación (Phantasy Star Universe) se contemplaba como un éxito seguro.
Quizás World of Warcraft tuviera la culpa, quizás la petrificante variedad de elección para el jugador contemporáneo de MMORPG... o quizás se confundió el hecho de que PSO fue el único juego de su clase para consolas con la ilusión de ser el mejor. En cualquier caso, PSU falló a la hora de emocionar a sus jugadores y sus laberínticos caminos acabaron al poco tiempo siendo recorridos tan solo por un no muy holgado sector hardcore, después de no dejar nada convencidos a su primera oleada de recién llegados.
No obstante, también hizo muchas cosas bien. Para los que supieron ver más allá de la absurda decisión de aislar las campañas de un sólo jugador respecto al online (cuyo progreso no tenía relación la una con la otra) y el sistema de bloqueo de contenidos (que dependía de las suscripciones)... había un puñado de ideas y opciones bastante elegantes. Algunas de ellas partían de PSO, mejorándolas incluso, especialmente en la creación de partidas y la configuración del equipo.
Por esa razón, Phantasy Star Portable sigue siendo todavía un lanzamiento la mar de interesante. Esencialmente, es una versión portátil de PSU, algo así como la versión en miniatura de ese mundo olvidado, pero que como juego (al menos de cara a solucionar sus problemas) tiene un gran potencial. Sobre papel, las impresiones son bastante prometedoras. Incorpora todos los ajustes y mejoras de la (a menudo pasada por alto) expansión de PSU (Ambition of the Illuminus), devolviendo así la importancia del modo online y campaña en solitario como un todo común.
El anterior énfasis en la elaboración de items ya no aparece, pero aún así se mantiene la personalización de armas y equipamiento para que los jugadores de mayor nivel puedan enseñar a sus compañeros. Siguiendo la tónica general de PSO, hay tanto de historia principal como de misiones en modo libre a través de un variado número de planetas, las cuales otorgan recompensas interesantes si las completamos y demuestran el alto grado de conexión entre cada ambiente. Algo típico del Sonic Team.
Sin embargo, los pequeños grandes logros a menudo se ven eclipsados por evidentes deficiencias, sobre todo en el arranque. Una de ellas es la ausencia de un multijugador online; algo a priori indefendible para el jugador occidental, a tenor de ser éste un juego aparentemente diseñado para ese fin. Tal y como te dirán los 14 millones de jugadores nipones de Monter Hunter, el problema es eminentemente cultural. Allí la gente utiliza puntos de reunión tales como una parada de autobús, la tienda de la esquina o el instituto para jugar a RPG´s los unos contra los otros durante horas, mientras que nosotros preferimos hacerlo a distancia y utilizando nuestra conexión a Internet.
Dicha discrepancia cultural juega totalmente en contra de Phantasy Star Portable, ya de por sí un género no mayoritario por estas tierras. Para muchos eurogamers, las probabilidades de encontrar otro propietario de PSP que viva cerca, que disfrute de ésta forma de entretenimiento y además tenga una copia de tu mismo juego (cuyo personaje tenga una experiencia similar al tuyo, además) y se encuentre libre el martes por la tarde son tan escasas que convierte en irrelevante el verdadero punto fuerte del título.