Retrospectiva: Planescape Torment
¿Qué puede cambiar la naturaleza de un fan?
Siguiendo las instrucciones de Ignus, un mago pirómano, enlace con reino el del fuego y antiguo discípulo de la encarnación más cruel del Sin Nombre, puede ser persuadido para que, con cautela, se una al grupo. El primer encuentro con él será, casualmente, en un bar llamado El Cuerpo en Llamas. Su sprite espera en el centro del vestíbulo, ardiendo de forma impresionante, pero sin iluminar realmente. Es un hecho que interactúas con él, mirándole mientras silba de forma idiota, con la locura propia de décadas de agonizante cautiverio.
Y hablando de Ignus, vale la pena destacar el número de integrantes puramente opcionales, depravados y totalmente prescindibles que pueden unirse al grupo. Todo el juego se puede completar sin compañeros (de hecho, para hacer un speedrun es bastante necesario) y el acceso a la mitad del plantel es realmente difícil. La salvación de Ignus y el puzzle de la extinción de sus llamas eternas esta en manos de Nordom el Modron, un siervo corrupto de Mechanus, reino con una lógica similar a la de las máquinas. La única forma de encontrarse con él es comprar un rompecabezas de una tienda particularmente extraña, que al abrirse genera de forma procedural una mazmorra flotando en mitad del limbo, y es a la vez una de las partes más difíciles del juego y una parodia cómica de D&D y los juegos de rol de ordenador (más adelante se puede cambiar el propio rompecabezas por el arma maldita más poderosa de la aventura, si no te importa condenar a todo el reino a una guerra interminable). Luego también se puede encontrar a Vhailor (un traje de armadura vacío movido por el ideal de lajusticia) enterrado bajo tierra en un lugar desconocido, la súcubo intelectual Caida-en-Gracia, y el semidemonio ladrón Annah.
Los miembros del grupo que llevas a bordo se desarrollan en su totalidad a través del diálogo, el cual permite descubrir la historia particular de cada uno conforme se avanza en el juego. El primer miembro potencial que encontrarás, el charlatán Morgue, es un cráneo parlanchín e impertinente cuya mordedura es tan mala como su resistencia física. Curiosamente sus subidas de nivel se realizan en parte mediante el aprendizaje de nuevos y descacharrantes insultos. A su vez, el anciano Githzerai Dak'kon es un ejemplo particularmente extraño de lo exóticos que son los personajes. Interactuar con los objetos y los puzzles que nos otorgará será determinante para revelar nuevas partes de su historia, conseguir mejoras de combate para tus personajes y descubrir reveladoras opciones de diálogo, mediante las cuales podrán desbloquearse más habilidades y una increíble historia sobre los planos en sí mismos y sobre su raza en particular, cuyo papel dentro de ésta queda tan ambiguo que es difícil dilucidar entre la figura del héroe o el villano.
Incluso hay personajes que se mencionan de pasada que reclaman a gritos sus propias historias, como un ex compañero del Sin Nombre, el arquero ciego, cuyo zombie nos encontraremos, o la propia Señora del Dolor (la señora divinidad de Sigil) cuyo nombre no puede ser mencionado (pero sobre la que circulan teorías que afirman que en realidad son seis ardillas con capucha, túnica y un anillo de levitación). Cabe destacar que con frecuencia durante la trama se hace hincapié sobre lo que en realidad representa el Sin Nombre, sobre lo que siempre ha sido, la perdición para aquellas almas condenadas que siguen su senda, para todos aquellos que le acompañan a morir con presteza.
La rareza intencionada de Planescape no termina en los personajes, o el mundo. Las decisiones de diseño transversales están presentes durante toda la obra. El estilo literario es muy similar al de Chaucer o Iain Banks Enjinn, basándose en gran medida en la "jerga" de la vieja Londres oriental, una mezcla del léxico propio de carteristas, prostitutas y demás gente de dudosa moral. Por ejemplo, una frase típica puede ser "Si piensas que me echaré a llorar al ver una navaja o algo de sangre es que eres un completo idiota". Además, durante el juego casi no hay espadas, a pesar de que el protagonista empieza la aventura en el papel de guerrero (el Sin Nombre puede cambiar de clase entre ladrón, guerrero y mago repetidamente a medida que va recordando sus vidas pasadas). Otra característica peculiar es que las ratas pueden, y de hecho lo hacen, atacarte en gran número, aunque el personaje principal no pueda morir nunca.