PlayStation Move: Impresiones Jugables, 2a. parte
Los juegos hardcore.
Motion Fighter
Motion Fighter triunfó con sus gráficos estilizados, potentes y monocromáticos, y su cámara por encima del hombro siguiendo a nuestro boxeador asiático tatuado mientras le da de tortas a un motero con bandana. Este juego luce como ninguno que hayas visto antes —alta definición a tope, muy adulto, muy chulo, muy PlayStation.
Me resultó extraño coger los dos mandos de Move y encontrarme jugando a un refinamiento de Wii Sports Boxing, una de las primeras experiencias de mucha gente con los controles de movimiento en los últimos años. O no tan extraño: es natural coger un control de movimiento y querer pegar a cosas. Mis movimientos no siempre fueron representados adecuadamente por mi avatar, pero hay mucho menos lag que en el juego de Nintendo.
Tras una rápida y simple calibración —apretar los mandos en tu pecho y darle al círculo— ya estamos en acción. Gestos simples y duros provocan puñetazos y ganchos y uppercuts; con agitarlo no sirve. Move siente cuán rápido y lejos tiras el puñetazo para determinar la fuerza. El uppercut es especialmente satisfactorio ya que tienes que girar tu puño para ejecutarlo adecuadamente.
Con los dos mandos cerca de tu cara bloqueas, moviéndote esquivas, con los botones de acción y desplazando los mandos caminas, y apretando los gatillos y los botones de acción mientras gestualizas haces movimientos sucios. Puedes coger la cabeza de tu enemigo y darle de codazos tal y como lo harías en la realidad —¡delicuentes!— o dar cabezazos con los mandos pegados al cuerpo y haciendo el gesto hacia la pantalla.
El juego cansa físicamente, al igual que Wii Sports Boxing. Luce genial, y eso que está al 20% de su desarrollo. Todavía no podemos verlo como un juego en sí. A ver en qué evoluciona.
The Shoot
El juego que menos nos convenció fue The Shoot, un juego de disparos ambientado en películas que combina el apuntar con gestos y movimientos especiales. En este sentido Move replica el mando de la Wii, aquí; cualquiera que haya jugado a alguno de esos juegos de Wii como House of the Dead: Overkill se sentirá como en casa. Hay que guiar el cursor apuntando en la pantalla.
El nivel disponible nos enfrentaba a robots de dibujos mientras se movían por estaciones de metro, en un metro y en el tejado del tren. Los civiles en 2D no hay que tocarlos, y los robots pueden ser aplastados disparándoles a distintas partes de su cuerpo. Lo más efectivo, sin embargo, es el headshot, que los hace explotar.
También puedes agitar de un lado a otro el mando de Move para esquivar —aunque solamente en ciertas partes—, para lanzar ondas expansivas o para activar el slow motion si todo se pone demasiado negro.
Move no tienen ningún problema aquí. Los problemas con este juego son los gráficos no muy cuidados, animaciones algo pobres y falta de imaginación en las rutinas de los enemigos o en el diseño de los niveles. Como prototipo está bien, pero si Sony quiere evitar dar la sensación de estar lleno de juegos baratos y cutres como los que inundaron Wii, no debería enseñar juegos así.