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PS2: 10 años, 10 juegos

Estos son nuestros imprescindibles.

Shadow of the Colossus

por José Antonio Cabeza

La primera vez que vi Shadow of the Colossus fue en un tráiler de un E3 cuyo año se pierde en mi memoria. Sin embargo la imagen de un diminuto personaje, montando a caballo y enfrentándose a un imponente gigante, se grabó a fuego en mi mente. En aquel instante supe que aquel sería un gran juego.

Por suerte, mi intuición no me falló. SotC era más de lo que yo había podido imaginar. El título supuso para mí, una nueva forma de contar una historia. Al principio te daba muy poca información sobre el argumento. Pero de algún modo sentías que no la necesitabas. Cuando querías darte cuenta ya estabas atrapado por completo por la maravillosa experiencia que es este juego. Solo importaba encontrar a tu enemigo y averiguar cómo darle muerte. Y es aquí donde radica la magia de SotC. Hacía de una tarea repetida 16 veces, algo emocionante, divertido y diferente en cada enfrentamiento.

Gracias a un brillante apartado técnico, que llevaba a PS2 hasta nuevos límites, y a un diseño artístico genial, este título hacía que tus enemigos transmitieran emociones que iban desde la ira producida por el ardor guerrero y la épica, hasta pena al ver caer a tan dignos adversarios.

Shadow of the Colossus, fue un juego que marcó un hito en el mundo de los videojuegos. La demostración jugable de que hasta el más pequeño puede cambiar el curso de la historia.

Silent Hill 2

por Miguel Ángel Serna

Silent Hill 2 no es solo un juego fabulosamente diseñado, en el que tenemos siempre la sensación de que algo importante está sucediendo en alguna otra parte, lejos de nuestro alcance, algo terrible y ominoso que vendrá a torturarnos y que solo podemos escuchar como un ruido de fondo. No es solo la historia de un pecado original que quizás nunca conseguiremos expiar del todo, que quizás nos acompañará por toda la eternidad como una mancha oscura en el centro de nuestra visión. No es solo el terror a seguir avanzando, el pavor a las sombras que se insinúan entre la niebla y el crepitar incesante de un walkie-talkie que anuncia la cercanía de las pesadillas. No es solo estar perdido entre la música, abandonado, impotente, triste y temeroso en mitad de ninguna parte, remando en círculos en Toluca Lake, escondido en un armario mientras Pyramid Head descarga su sexo feroz contra una abominación sobre una mesa desvencijada. No es solo perder la esperanza, el amor y la inocencia por el camino, para poder implorar el perdón de la persona amada y de uno mismo.

Silent Hill 2 no es solo un grandísimo juego, es un paseo por lo más profundamente trágico del ser humano.

Artículo coordinado por José Luís Ortega.

Si queréis conocer más a fondo el fenómeno que supuso PlayStation 2 os recomendamos encarecidameente el especial PS2 cumple 10 años: Las claves del fenómeno "pley" de nuestro compañero Gustavo Benéitez con motivo del décimo aniversario de PS2 en Japón.

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