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Rag Doll Kung-Fu: Fists of Plastic

Puppexploitation.

A finales de los 60 y principios de los 70, en EEUU se produce un fenómeno sin precedentes dentro de la cultura popular de este país. A medida que la televisión es ya imprescindible en la mayoría de hogares y se va posicionando como la primera y más económica opción de entretenimiento, el resto de medios busca desesperadamente la regeneración de fenómenos. ¿El objetivo? Mantener ocupada a su cada vez más crítica e incontrolable masa adolescente.

El sueño americano se erosiona a medida que sus valores quedan obsoletos para una población que comienza a manifestar su descontento, y aquellas teorías de Fredric Whertham en ''La Seducción del Inocente'', donde se alertaba del máximo peligro que corrían los jóvenes ante la inmoralidad de los mass media, son consideradas por fin como una visión absolutamente retrógrada de nuestra realidad.

Géneros como la ciencia-ficción, terror o espada y brujería parecen vivir una segunda juventud al acoplarse con enorme precisión dentro del entretenimiento masivo. Gracias a las producciones venidas de Hong Kong que se emitían en TV durante los fines de semana, como los films de Bruce Lee y el serial que protagonizó durante cuatro años David Carradine, la moda Kung-Fu se convierte en un fenómeno de éxito abrumador que impregna tanto a series de animación infantiles (Hong Kong Phooey) como a los cómics (Shang-Chi, Master of Kung-Fu) de entonces.

LA actitud Kung-Fu.

Mientras, en España andábamos algo ocupados tratando de salir de una dictadura y no estaba el horno para muchos bollos, lo cual no fue óbice para que algo de todo eso llegara a nuestras tierras también. Probablemente, a muchos de vosotros os resultará muy complicado poneros en situación ya que todo nos queda lejano y casi diríamos que inapetecible de recordar. Sin embargo, el siguiente ejercicio de memoria os costará muchos menos, ya que para ello nos retrotraeremos hasta fechas más recientes (y creedme, todo lleva relación con el juego, no os habéis equivocado de canal), concretamente inicios de los 80. ¿Con qué os divertíais? Probablemente muchos digan que con los tebeos, Espinete, La Bola de Cristal, nuestros primeros Spectrum, MSX, Dragon, Commodore...pero ¿que hacían vuestros padres, a dónde os llevaban? ¿Tal vez a ese parque los domingos, dónde muchas veces la diversión se encontraba en algo tan elemental y bello como un teatrillo de marionetas? ¿Nunca os preguntasteis lo realmente bien que habría estado ver a luchadores afro, maestros de artes marciales o geishas con mala baba en vez del insoportable lobo feroz y su caperucita de las mandangas? ¿El Kung-Fu hecho puppet?

Veintitantos años después, aquí los tenemos.

Plastic People

Aunque para ser exactos, el merito lo tiene realmente Mark Healey, antiguo empleado de Lionhead y co-fundador de Media Molecule. En 2005 logró hacerse notar gracias al Rag Doll Kung-Fu original (disponible vía Steam), cuya mecánica de juego de lucha protagonizado por marionetas mantiene importantes distancias respecto a Fists of Plastic, pero que ya en su día logró reunir ambos conceptos con admirables resultados. La versión que realiza Tarsier Studios (desarrolladores suecos responsables del esperadísimo The City of Metronome ) para Playstation Network se ha podido obtener gratuitamente durante la última semana en la Store americana, pero los 9,95 EUR que cuesta hacerse con ellos en Europa bien lo valen.

Con amigos, el KI sabe mucho mejor.

El primer escollo a solventar radicaba en su sistema de control, puesto que la idea de Healey se basa en apuntar con el ratón hacía las extremidades de los personajes y hacerlos mover como si fueran títeres de verdad. Lo que nos queda en FoP no es tan fiel al concepto original pero aun así mantiene la esencia, sobre todo gracias a una revisión en el diseño de personajes que los acerca en grado superlativo al fenómeno Kung-Fu de los años 70.