Gamescom 2010: RAGE
El regreso del hijo pródigo.
RAGE es, quizás, uno de los pasos más importantes dentro de la intensa historia de id Software, el estudio que revolucionó los cimientos del videojuego hace casi dos décadas con Wolfenstein 3D primero y Doom un poco más tarde. No es sólo el primer proyecto en seis años (desde 2004, con la publicación de Doom III) para el cual crean una tecnología totalmente nueva (el espectacular motor id Tech 5), sino también el primero que publican bajo el manto de Zenimax, su nueva y flamante propietaria. Pero, lo más importante, RAGE es el proyecto que debe demostrar que siguen siendo los líderes del género, tras el imparable avance de rivales como Epic y Crytek durante los últimos años.
Todo empieza, de forma parecida al excelente Fallout 3 de Bethesda, con nuestro personaje emergiendo a la superficie de un planeta asolado por una gran catástrofe, en esta ocasión el impacto de un meteorito. Lo que nos encontramos, lógicamente, no es demasiado agradable: a un post-apocalíptico mundo habitado por clanes de bandidos y mutantes hay que sumar una siniestra y dictatorial fuerza conocida como The Authority, que posee tecnología avanzada y está cazando a otros supervivientes que han despertado en arcas criogénicas al igual que nosotros. Para acabarlo de rematar descubrimos que en nuestro cuerpo hay unos organismos llamados "nanotritos" que nos devuelven a la vida tras morir, pero que también se dice causaron la plaga de mutantes cuando The Authority experimentó con ellos.
RAGE, en el fondo, no deja de ser un first person shooter como los muchos otros que id Software ha ido desarrollando durante su exitosa trayectoria. Hay elementos que lo hacen mucho más completo, como carreras y combate con vehículos, una historia y personajes con características bien marcadas y unos escenarios gigantescos que se pueden explorar de forma más o menos libre. En todo caso, y a pesar de que hay misiones secundarias con las que podemos entretenernos durante bastante tiempo, el mundo no es del todo abierto y la aventura tiene un desarrollo lineal.
La comparación obvia (y que se hace de forma casi inconsciente) es con Borderlands, debido a que ambos títulos comparten esa ambientación post-apocalíptica heredera de Mad Max. Pero ahí terminan los parecidos: no es sólo porque los dos juegos tienen estilos artísticos muy diferentes (Borderlands es puro Cel Shading y RAGE apuesta por un look mucho más realista), sino porque RAGE es un juego de acción puro y duro, y en cambio el juego de Gearbox se sustenta en los fundamentos del RPG. Y no sólo eso: id intenta transmitirte el desasosiego de estar abandonado a merced de tu suerte en un páramo desértico dominado por el lado más salvaje y primitivo del ser humano, mientras que Gearbox lo suavizaba con un importante componente de humor que afectaba a casi todos los aspectos del juego.