Skip to main content

Raskulls

Calaveras cachondas.

"Entonces grité: '¡Eso dijo ella!'". Con esta coña ("That's what she said" en inglés) que seguro conocéis –sobre todo si sois seguidores de The Office– es como comienza este estupendo título que es Raskulls.

Lo nuevo de Halfbrick es un título muy sencillo en su planteamiento, como tantos otros en el Bazar de Xbox Live, que no obstante da un resultado excelente en diversión. La historia es digna de un guión de los Monthy Python. Todo comienza cuando un barco comandado por ratones que navega por el espacio se estrella en el planeta de los Raskulls, que son un entrañable pueblo de calaveras. No se sabe muy el porqué, pero necesitan una piedra para reactivar su barco. El problema es que esta piedra es muy preciada para los huesudos, por lo que el conflicto está servido. Os advierto que he revisado el párrafo varias veces y no tiene errores, simplemente es así de absurdo...

Como podéis ver, el humor es parte fundamental en el juego y es uno de los aspectos más positivos que encontraremos. Éste recorre todo el juego: tenemos una historia difícil de clasificar, situaciones absurdas, personajes con carisma y algunas ocurrencias realmente graciosas. El humor es siempre bienvenido y es digno de mención el esfuerzo hecho por sus creadores para hacer que el juego resulte atractivo más allá de la parte jugable.

La mecánica de juego que se oculta tras este disparate es la de un plataformas con aires de puzzle. Avanzamos de punto a punto en un mapa donde el objetivo es llegar a la parte más alta para salir de él. Nuestra será la decisión de ir por el camino más corto o seguir las bifurcaciones que nos llevan a nuevos retos. En las diferentes fases se nos da un objetivo que puede ser, por ejemplo, llegar al final antes que tus rivales, formar una serie de figuras geométricas, batir un tiempo, etc. Nuestro camino está lleno de bloques de diversos colores que debemos romper con la ayuda de nuestra varita o de los ataques especiales. Éstos recuerdan un poco a los que veíamos en Mario Kart. Bastará pasar por encima de las cajas sorpresa para que nos den un determinado poder, que puede ser un rayo para frenar a los rivales, un impulso extra y cosas así. Lo cierto es que no son muy variados y tampoco son decisivos para ganar la partida, al menos en el modo historia (offline).

El control es extremadamente sencillo: tenemos un botón de salto, otro para disparar la varita, otra para activar el poder recibido de las cajas y un último que activa el "frenesí". El frenesí es un poder que podemos utilizar cuando se rellena una barra de energía situada a nuestra izquierda y gracias a la cual podremos correr mucho más deprisa. Saber cuándo activar este modo y cómo administrar su poder será determinante cuando la cosa se ponga más difícil.