Skip to main content

Red Dead Redemption

Vaquero melancólico.

La primera vez que pudimos ver el juego con nuestros propios ojos ya os comentamos que el apartado gráfico iba a ser apabullante, pero que quizás, teniendo en cuenta la enorme extensión del mapeado (es mucho más grande que el de GTA IV) se sacrificarían algunos detalles. Nos equivocábamos, el nivel de detalle es extremo y es realmente difícil encontrar algo que desentone. Además hay que aplaudir el rendimiento del motor gráfico RAGE en lo que se refiere a distancia de dibujado del escenario, el juego destaca por la horizontalidad y la sensación de estar en un lugar inmenso que la vista apenas puede llegar a abarcar.

Otro elemento que apuntamos que sufriría una gran mejora eran las escenas de acción, y es que a nadie se le escapa que el sistema empleado en GTA IV y sus dos expansiones ya se ha quedado un tanto obsoleto en comparación con los grandes títulos recientes. Redemption mejora ostensiblemente el sistema de apuntado de los anteriores GTA para hacer que sea más rápido y fluido. Es un sistema semi-asistido, es decir, nos dirige al objetivo pero tenemos margen para poder apuntar donde queramos. Ahora bien, en el caso de que queramos ser un auténtico pistolero también podemos desactivar esta opción para hacer que el apuntado sea manual. Asimismo, no hay que olvidar el "Dead Eye”, la gran habilidad de nuestro protagonista que le permite ralentizar el tiempo. Esta habilidad es la base de la jugabilidad en los tiroteos y una herramienta básica en nuestra vida como cazador. No es un poder infinito así que habrá que administrarlo mientras va mejorando a medida que avanzamos en la aventura.

Como es lógico, las escenas de acción son tan abundantes como multitudinarias y salvo un sistema de coberturas algo tosco y poco útil el resto de la acción se desarrolla de forma agradable en combates salvajes y con una dificultad muy bien calibrada. Los duelos –que también los hay– son otro cantar, y este es quizás son uno de los puntos más negativos del juego. No es que estén mal implementados, pero funcionan de la misma forma como ya vimos en Red Dead Revolver (2004) y ya entonces no acababan de ser esos chutes de adrenalina que se le exigiría a este tipo de momentos. Igualmente, esto no empaña el resultado final y controlarlos os llevará su tiempo. Es más, dependiendo de como ejecutéis a la persona vuestro honor y fama quedarán afectados.

Red Dead Redemption dispone un sistema de moral que varía dependiendo de nuestra actuaciones. Por ejemplo, si en el caso anteriormente mencionado de los duelos optamos por arriesgar nuestra vida para desarmar al rival sin matarlo en lugar de apuntar directamente a su cabeza lograremos aumentar el medidor de Honor. A su vez, a medida que vayamos cumpliendo misiones, tanto las principales como las secundarias, se irá incrementando nuestro medidor Fama. La forma como la gente se relacionará con nosotros variará ligeramente. Si nos convertimos en leyendas la gente nos saludará por la calle, escucharemos rumores sobre nuestras aventuras en los pueblos y tendremos privilegios; si por el contrario nos comportamos como forajidos nos perseguirán para llevarnos a prisión.

Ya que estamos, seguro que os estáis preguntando de cuántas horas estamos hablando si queremos pasarnos el juego, ya que es algo que todavía no se ha desvelado. Os puedo decir lo que he tardado yo, que han sido unas 25 horas aproximadamente. Creo que esta será la duración media del juego para las partidas de la mayoría de jugadores. Me quedan todavía muchas cosas por explorar y sobre todo no hay que olvidar todo el apartado multijugador, que según parece promete alargar mucho la vida de este título. En este tiempo no solamente he completado todas las misiones de la historia principal sino que también he llevado a cabo muchas de las secundarias y me he recreado bastante con los desafíos de caza, tirador, y demás, así que echad cuentas.

En este sentido, se agradece la gran variedad de cosas que podemos hacer en RDR y que se encargan de alargar la vida de este título. Como ya pasaba con los GTA, estamos ante un juego lleno de mini-pruebas de todo tipo y que encuentran su justificación en los entretenimientos de principios del siglo XX. La variedad es asombrosa, ya pueden ser actividades típicas de un ganadero como llevar a las vacas a pastar, o otras con más clase como entrar en un Saloon para echar una partida al Póker (¡y hacer trampas!), apostar al juego del cuchillo o las herraduras, conseguir pieles de animales peligrosos, etc. Me dejo muchísimos de estos mini-juegos en el tintero pero es que comentar todo lo que nos ofrece RDR nos podría llevar mucho y mucho tiempo.