Rock Band
Fantastic Plastic Machine.
Chuck Berry no fue el primer rockero de la historia, pero sí que fue uno de los primeros que recordaremos por haber sentado las bases de un estilo –guitarra eléctrica en ristre– a mediados de los cincuenta. Con Guitar Hero ocurrió exactamente lo mismo, no fue el iniciador de los juegos de rock, pero sí que representó una especie de punto de partida para todo lo que vendría después. Ambos se erigieron como tótems en mitad del camino. Y a partir de ellos surgieron innumerables imitadores (o continuadores) que a base de pequeñas variaciones hicieron avanzar el ente rock.
Hasta que un día, de repente, se produce un nuevo terremoto. En el caso de la música, fue en los años 60, cuando en el Reino Unido surgió el movimiento beat y se abandonó la figura de estrella solitaria al estilo de Chuck Berry (¡o Elvis!) para dar el relevo a otro tipo de sonido. Aparecieron grupos como los Beatles, que normalizaron algo tan natural hoy en día como es la banda y supusieron una renovación en todos los ámbitos. Nuevamente, en el campo de los videojuegos Rock Band repite el mismo esquema y da un paso adelante, introduce un gran cambio y supone un segundo advenimiento para los títulos de su género musical. Es ahí donde radica la importancia de este título que hoy analizamos.
Para muchos, la mayor aportación de Rock Band es la incorporación de la batería y el micro al esquema de juego inventado por Guitar Hero. Es cierto que son grandes novedades, ¡Saltan a la vista!, pero aún así, tampoco hay que fijarse demasiado para darse cuenta de que en el fondo la supuesta revolución de la batería no es más que la misma guitarra de siempre, pero donde antes teníamos botones de traste ahora tenemos unos parches de batería con exactamente mismos colores.
Donde reside la verdadera innovación del juego creado por Harmonix es en algo tan etéreo como una idea: la consciencia de formar parte de un grupo. Ésta es la auténtica piedra angular de Rock Band y ya de paso de todos los títulos musicales que nos vendrán de ahora en adelante, incluyendo su inminente competidor Guitar Hero World Tour. Si en Guitar Hero primaba el duelo entre jugadores en base a la pericia y la habilidad individuales, en Rock Band lo que predomina es la compenetración entre los cuatro miembros del grupo, donde los errores de uno podrán poner en peligro la canción de todos y donde el buen trabajo en equipo harán que el público acabe coreando los temas como en un concierto real. Visto de esta manera, si establecemos una analogía con el cine, Guitar Hero sería claramente Cruce de Caminos, con su famoso duelo de guitarras contra el mismo diablo, y Rock Band ni más ni menos que Jack Black asignando instrumentos entre sus estudiantes en Escuela de Rock.
Misma fórmula, nuevos resultados
Como ya hemos dicho, respecto a la mecánica de juego Harmonix no ha inventado nada nuevo, básicamente siguen el mismo esquema que ya se vio Guitar Hero, y están en su derecho de explotarlo. Para quien no lo sepa, los creadores de Rock Band son los mismos que en 2005 se sacaron de la manga Guitar Hero. Con el abrumador éxito que obtuvo ese juego el estudio de desarrollo de Massachussets fue adquirido por el gigante mediático de la MTV, y por eso este Rock Band presenta tantas similitudes con su directo competidor. Así pues, continúan presentes los iconos de colores cayendo desde la parte superior de la pantalla y que nos indican cuando hemos de pulsar un determinado botón para que suene la nota correcta.