Silent Hill Homecoming
Dejad descansar a los muertos.
Qué particular es la saga Silent Hill… Qué difícil resulta analizar esta entrega sin caer una y otra vez en la comparación constante con sus predecesoras… Sirva este documento como breve disertación sobre los fundamentos de una saga catalogada como extraordinaria en su conjunto, pero sin tanto consenso en lo particular de cada entrega.
La serie Silent Hill tiene, más o menos, dos vertientes. Todas sus entregas hablan de un pueblecito americano llamado Silent Hill donde ocurren cosas extrañas. En algunos juegos esta historia tiene una trama más o menos convencional; versa sobre unos hechos concretos relacionados con un antiguo culto, sobre sacrificios y sobre gente especial que se involucra de una manera voluntaria o involuntaria en una serie de sucesos que suelen arrastrarlos por el lado más oscuro de su existencia. Dentro de esta vertiente más “prosaica” podríamos colocar Silent Hill 3, la película, el SH de PSP y este Homecoming. Los capítulos que están fuera de esta lista también están fuertemente relacionados con la misma trama, pero de formas bien distintas. Después encontraríamos otra vertiente temática, que concibe Silent Hill como “un estado de ánimo” totalmente interior, algo ajeno al mundo real… Es un concepto más poético de lo que significa la penitencia y el dolor, donde los elementos tienen más de simbólico que de cierto. El mayor exponente de esta manera de plasmar Silent Hill es sin lugar a dudas la segunda entrega, para muchos el mejor juego de la saga de largo, y para otros el menos inspirado. Quedan fuera de esta clasificación el primer SH, que estaría un poco a caballo de los dos conceptos y el cuarto, apellidado “The Room” que era un experimento atrevido que no acabó de cuajar.
Esta introducción tiene sentido porque consideramos imprescindible que los conocedores de la saga sepan a qué se parece este Homecoming, qué Silent Hill van a jugar. Tampoco queremos extendernos demasiado e iniciar un debate justificando por qué consideramos que SH2 es, no solo el mejor de la saga, si no uno de los mejores y más rompedores juegos de todos los tiempos, así que comenzaremos diciendo que SIlent Hill Homecoming es un compendio de todos los elementos propios de la serie colocados en fila india hasta completar una aventura convencional con un principio y un final. Es una vulgarización de la serie, una disposición medida y mesurada de todo lo que se supone que un fan de la saga quiere ver en la franquicia de Konami.
Cabe destacar que por primera vez no ha sido el estudio japonés que tradicionalmente ha dado a luz los sucesivos capítulos de la serie el encargado de desarrollar este Homecoming, si no que ha sido un equipo americano, Double Helix, a quienes se ha encomendado la tarea. Esto no es un juicio de valor en absoluto, pero sí un indicativo de que es un juego marcadamente distinto en su concepto a cualquier iteración anterior.