Goichi Suda
Sobre Shadows of the Damned y su colaboración con Shinji Mikami.
Goichi Suda ha producido un trabajo sorprendentemente ecléctico durante estos años. Va desde la mezcla entre el survival horror y la fotografía erótica a tres juegos con asesinos en serie que usan sables de luz, pasando por una aventura sobre un tipo con una maleta llamada Catherine. Y a pesar de todo es famoso por sus entrevistas en el cuarto de baño.
Parece que se ha cansado de aquello, por eso. Cuando hablamos hoy con él nos recibe en una vieja silla dentro de una habitación poco iluminada. Un sitio mucho más convencional, vamos.
El juego que está enseñando, en cambio, dista mucho de eso. Shadows of the Damned recuerda a Devil May Cry con la chulería de sus personajes. Hay elementos de Resident Evil 4 en su combate y de Deadly Premonition en cuanto a nada en él parece tener sentido.
El juego también tiene cabezas de ciervo que brillan, demonios que ganan poder arrancándose y comiendo su propio corazón y los diálogos más vulgares desde Bulletstorm.
"Es un terror punk-rock del infierno. Y también una película tipo road trip", dice Suda. Otra forma de describirlo podría ser como una loca película de serie B de los 80 vista desde los ojos de la cultura japonesa.
Este territorio es nuevo para Grasshopper en varios sentidos. Es el primer juego del estudio creado en alta definición, y el primero que es multiplataforma. Durante esta generación, Grasshopper se había limitado a hacer juegos para Wii (el port para PS3 de No More Heroes lo desarrolló un estudio externo, igual que el decepcionante port para PS2 de Killer 7).
Además, Shadows of the Damned es un shooter. El estudio no había hecho algo así hasta ahora. Según Suda, les costó un poco adaptarse a los tiroteos tras todo ese tiempo perfeccionando el combate con espadas a través de la detección de movimientos.
Es la segunda colaboración con Shinji Mikami, el creador de Vanquish y Resident Evil (y quien, según Suda, parece una versión japonesa de Eminem). La pareja co-escribió Killer 7, en 2003.
Suda ha trabajado con otros desarrolladores antes, también. Yasuhiro Wada tuvo un papel significativo en la producción de No More Heroes, por ejemplo. Es difícil imaginar una colaboración más extraña para el tipo que normalmente trabaja en la serie Harvest Moon.
Pese a todo, Shadows of the Damned, tiene cierta actitud en común con el resto de trabajo de Grasshopper.
"Es un tipo de juego muy diferente a todo lo que hemos hecho antes en términos de mecánica y aspecto visual", asegura Suda. "Pero en términos de actitud punk-rock, definitivamente es lo mismo".
Parece que él y Mikami se llevan bastante bien. "Nos conocemos desde Killer 7, así que supongo que ya son cinco o seis años. Por supuesto que nos llevamos muy bien, él es muy divertido. Es una máquina de hacer chistes", explica Suda con una gran sonrisa en su cara.
Uno pensaría en que dos personalidades así provocarían algún conflicto - especialmente cuando el desarrollo japonés de alto nivel suele depender de una única voz creativa que filtra todo el trabajo hasta conseguir el producto final (mirad Deadly Premonition, el trabajo anterior de Suda o la saga Metal Gear Solid para ver ejemplos de ello).
Shadows of the Damned, sin duda, lleva el inequívoco sello de ambos desarrolladores, pero aparentemente hay mucha menos tensión creativa de lo que podrías pensar.